Nayib Bukele se quedará en el poder y nadie va a impedírselo
La Corte Suprema de El Salvador abrió la puerta a Nayib Bukele, para ser el primer presidente reelecto desde la guerra civil, la cual finalizó en 1992.
Nayib Bukele se perpetúa en el poder. Esta figura que emergió de los experimentos más refinados del marketing político, está sentando las bases para consolidar un modo de gobernar que refresca el totalitarismo.
Aun cuando luce contrario a los grandes centros de poder, estos mismos le dejan correr, permitiendo que se cristalicen sus objetivos sin que suceda nada realmente grave, salvo algunos pronunciamientos políticamente correctos de los organismos especializados en valorar la democracia.
La democracia que impone EEUU a través del sistema interamericano, no la real donde decide la mayoría.
Criptobro con alto apoyo
Gracias a un manejo audaz de su imagen pública, Nayib Bukele tiene números de popularidad entre el 80 y 86%.
A pesar del aura totalitaria que desde hace algunos años le rodea, Bukele no ha dejado de crecer. Su juego con los medios involucra salirse de las líneas sin ir por las cuestiones de fondo, por eso se le revela a los EEUU, pero mantiene sus prácticas anticomunistas.
El NY Times le critica por querer cargarse la democracia y no resolver los problemas económicos con la adopción del Bitcoin, pero Forbes lo reseña como el presidente más popular de América Latina.
Quizás no tanto
No hay que negarlo, Bukele ha sabido mostrarse a favor de ofrecer certezas en un país que ha vivido azotado a lo largo de décadas por la delincuencia organizada.
Este anunció en abril de 2022 que dejaría morir de hambre a los pandilleros presos, si sus compañeros en las calles saboteaban su régimen de excepción.
“Y no me importa lo que digan los organismos internacionales”, resaltó Bukele.
No obstante, algunas organizaciones sociales consideran que se trata de espejismos.
Espejismos
La organización Crisis Group, precisó que en el 94% de los municipios de El Salvador siguen operando al menos 60 mil pandilleros.
Igualmente, el hostigamiento a la prensa, a políticos opositores a su gobierno y a profesores universitarios, revelan que esa popularidad no es tan alta, ni tan cierta.
“Han sido tantos los retrocesos en tan poco tiempo… Es preocupante la situación a la que ha sido sometido el pueblo” afirma el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular de El Salvador.
Desde que Bukele instauró el régimen de excepción en El Salvador, se han producido 3.000 denuncias por violaciones de los DDHH.
El permiso para reelegirse
Desde principios de este año, Nayib Bukele ha venido impulsando cambios en el seno del poder judicial, para influir con mayor intensidad en las decisiones de los tribunales.
El 1o de mayo de 2022, cinco magistrados de la Sala Constitucional fueron destituidos. Este hecho se consideró un movimiento que favorecería a Bukele, con vista a la decisión que le ha permitido optar a la reelección.
Inconstitucional pero firme
La decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de El Salvador, permite a los presidentes optar a una reelección, aun cuando la Constitución de ese país prohíbe a una persona que haya ocupado el cargo por más de seis meses en el mandato anterior, o en los últimos seis meses anteriores al inicio del periodo presidencial.
Entre los argumentos a favor de esa decisión, está el hecho de que optar a la reelección no significa necesariamente ganar, y que la población tendrá mayores opciones.
EEUU reclama que se trata de algo inconstitucional, al igual que organismos especializados por Human Rights Watch. Sin embargo, no anuncia medidas coercitivas de ninguna clase como las que impone a Venezuela, Nicaragua o Cuba.
Por el momento, Nayib Bukele puede hacer lo que quiera y no esperar ninguna consecuencia por ello, salvo alguna que otra reprimenda, y más likes o comentarios a favor o en contra.