Mi experiencia con Sea Of Thieves
Mi primer contacto con el Sea Of Thieves (SOT) fue hace seis días. Eso es, el día de lanzamiento. Durante su desarrollo tuve varias oportunidades de probarlo ya que Rare, el estudio desarrollador, lanzó varias betas. Pero no quise porque no pensaba que el juego fuera de mi estilo, no quise darle ni una sola oportunidad.
Nunca lo hubiera hecho si no fuera porque mi compañero de cuenta en Xbox One se lo compró en formato digital, por lo que pude probarlo. Lo inicié con una actitud negativa, con la mente cerrada con un candidato de irracionalidad. En la primera partida ya estaba disfrutando. Seis días después tengo ganas de muchísimo más, siento que acabo de empezar y llevo unas 30 horas.
Me gusta que haya diferentes tipos de barcos dependiendo de los jugadores que formen tripulación. Me gusta que no haya progresión del personaje y que los niveles sean solo para las facciones. De esta manera puedes jugar con un amigo que acabe de empezar en el Sea Of Thieves sin que se frustre.
Me parece todo un acierto que no haya viaje rápido, ¡se supone que los piratas navegaban! Gestionar el barco es un puntazo. Tanto antes de iniciar una travesía cargando los barriles con lo necesario para sobrevivir en el mar, como durante ella arriando las velas, llevando el timón o soltando el ancla durante la navegación. Controlar el barco en mitad de una tormenta requiere cooperación de todos los jugadores, oír al Kraken hace que te estremezcas, luchar contra él te abre el alma.
Mientras navegas también puedes encontrarte con otras tripulaciones. Momentos de divertida tensión ya que su barco puede llevar tesoros. ¿Qué hacer? Podemos abordarlo y robar las calaveras y los cofres, arriesgándonos a que nos maten y nos roben a nosotros. Nos podemos cruzar con pecios hundidos custodiados por tiburones hambrientos que podremos investigar si queremos.
Existen fuertes defendidos por diferentes tipos de esqueletos que nos disparan y crean vías en el barco. Debemos taparlas y achicar el agua si no queremos hundirnos mientras los atacamos para terminar con sus disparos. Las raids son emocionantes no solo por la batalla brutal que se desencadena contra hordas de diferentes enemigos, o por los tesoros que podemos conseguir, sino también por otros piratas que pueden venir a matarnos y recoger el fruto de nuestro trabajo.
Explorar islas en busca de tesoros escondidos con la brújula en una mano y el mapa en la otra, o de animales que debemos capturar es muy divertido, sobre todo cuando las facciones que nos encargan esas misiones tienen más nivel, con lo que las horas de diversión crecen sin parar.
Mención especial para el mar de SOT. Espectacular cómo se ve el oleaje, increíble el efecto de las mareas en el barco durante la navegación, de lo mejor, en lo que a gráficos se refiere, que he visto en bastante tiempo. Lo último que me dejó tan impresionado fue el Ryse: Son Of Rome.
Personalmente el Sea Of Thieves me parece un videojuego muy divertido, que gana mucho cuando lo juegas con tres amigos en cooperativo. Cientos de horas de diversión por ahora, ya que al paso de las semanas Rare irá metiendo nuevo contenido que expandirá las horas de disfrute. ¡Qué corra el grog!