Estamos sin duda ante la prostitución del periodismo libre e independiente, que cada día se esfuerza más en degradar una profesión, cuya práctica es harto relevante para la sociedad y la democracia.
El linchamiento mediático, las medias verdades, las calumnias, las cínicas mentiras, y su actitud demagógica con la que pretenden mediante sus titulares eufemísticos justificar cada medida antipopular del gobierno, es pan de todos los días en los medios privados de Ecuador.
Periodistas o activistas políticos
Una de los hábitos del periodismo privado es autodenominarse “libres e independientes”. Pero ¿libres de qué?¿Independientes de qué?
Otra de las ideas repetidas en el discurso de muchos periodistas es que son agentes cuestionadores del poder; pero ¿de qué poder exactamente? ¿A todo poder o solo al poder que va en contra de sus ideologías personales?
¿Se puede llamar libre al periodismo que se acomoda descaradamente hacia un lado del poder? ¿Se puede denominar independiente a quien en su praxis periodística se muestra selectivo ante el poder, puesto que solo cuestionan a los políticos que les desagradan y no son de su línea ideológica de afinidad. ¿Es eso periodismo? No
Mientras que aquellos que sí son de su preferencia los alaban, los promocionan, les hacen publicidad, trabajan para ellos, se silencian y no emiten crítica ni investigación alguna. Y claro hasta premios reciben de estos políticos, puesto que mientras no los toquen con su labor periodística, para ellos son los adalides de la prensa.
De todo esto hay mucho: Carlos Vera, por ejemplo, quien dice ser periodista, no esconde su simpatía por el Partido Social Cristiano, del que ya fue candidato perdedor en las elecciones de 2013.
Basta ver sus redes sociales que en estos últimos días han sido una oda al alcalde socialcristiano, a quien ha elogiado, ha compartido sus publicaciones en twitter y hasta se ha tomado fotitos.
Hace ya varios días, el excalde de Quito Mauricio Rodas concedió un premio a los periodistas Janeth Hinostroza, Diego Oquendo y Jorge Ortiz.
¿Han escuchado alguna crítica de parte de estos personajes hacia Rodas por la gestión de la alcaldía en Quito como sí lo han hecho de forma tan marcada y grotesca con el gobierno de RafaelCorrea? No.
Dependientes del poder
Acaso no hay por ahí un medio digital llamado “La Posta” y un programa de entrevistas llamado “Castigo Divino”, en Youtube, dirigido por un periodista, que supuestamente tiene o tuvo contratos con el Estado (municipios, prefecturas y gobierno). ¿Es que puede ese medio digital, y esos periodistas, ser objetivos con respecto a quienes pagan por la publicidad y la promoción de videítos? No.
Ya se sabe que ese medio digital tiene apatía por todo lo que huela a “correísmo”, por tanto es lógico que tenga contratos con los políticos adversarios, o sea, con Jaime Nebot y Lenín Moreno. La entrevista que le realizaron a Nebot en Castigo Divino fue el manual de lo que no se tiene que hacer como periodista.
Todas las entrevistas que le han realizado los periodistas ecuatorianos al exburgomaestre de Guayaquil han sido inocentes, vacías y complacientes. Pareciera que le tuvieran miedo. Ni una sola pregunta de todas sus acciones infames en el país.
¿Quién financia los medios digitales (4pelagatos, Plan V, Fundación Mil Hojas, La fuente, etc.) que se crearon en época de Correa y cuyo fin era criticar duramente y sobre todas las cosas al gobierno? Todos estos medios se declaran libres e independientes, pero ¿en realidad lo son?
El periodismo no puede ser neutral, pero sí tiene que ser imparcial, porque de lo contrario deja de ser periodismo y se convierte en activismo político. Y no se trata de que no se tenga preferencias, porque como humanos, es casi imposible no decantarse por alguna u otra ideología.
El problema está en mezclar sus preferencias políticas con su profesión, porque su profesión no admite parcialidades. El periodismo es generador de opinión pública, y los ciudadanos precisan recibir de los medios (periódico, radio, tv, la web y las redes sociales), insumos completos de la noticia o coyuntura actual desde varias aristas y perspectivas.
No solo lo que yo considero malo, lo que me conviene, lo que quiero que los demás escuchen, sino también lo que no quiero decir. Lo que oscila al otro extremo de la orilla y donde mi lente no quiere llegar, lo claroscuro, lo que me desagrada porque no se ajusta a mi cosmovisión.
La realidad también tiene mixturas, tonalidades y matices que requieren de mi intención, de mi honestidad intelectual, de mi visión absoluta, sin atajos cognitivos ni perceptivos.
El periodista no puede ser neutral, tiene que estar del lado de la verdad, de la justicia, en contra de la corrupción, de la calumnia, de la infamia, de la demagogia. Tiene una responsabilidad social y ética con los ciudadanos.
No sé si cabe la analogía, quizá no, pero el periodista en general es aquel que está en el palco viendo el partido, tiene su preferencia y apasionamientos por uno de los dos equipos, pero se los guarda para sí, no hace barra por ninguno ni tiene la camiseta puesta.
Si el equipo de sus amores jugó mal, lo acepta y lo dice. Si el equipo contrario jugó bien también lo acepta y lo dice. No hace la vista gorda y pretende no ver lo evidente. No se mete al campo de juego a jugar en favor de algún equipo. Es alguien que mira todo desde afuera, pero que no desea tampoco ocupar la posición de árbitro para hacer justicia.
Si el periodista ve una injusticia, la debe denunciar venga del lugar que venga. Si se tiene que denunciar la corrupción, la denuncia no tiene que ser selectiva ni con dedicatoria. Los favoritismos y las parcialidades les restan credibilidad a los periodistas. En ese preciso instante en el que muestra sus parcialidades y afinidades deja de ser periodista y se transforma en un simple militante o activista político.
¿Periodismo de investigación?
Si alguna organización no gubernamental financia alguna investigación a determinado periodista, bien por ello, pero no mientan diciendo que ejercen periodismo de investigación cuando en la praxis cotidiana solo investigan lo aquello que se ajusta a su conveniencia, o lo que quizá les ordenan, o lo que se conjugue a su línea política afín.
En el caso del portal La fuente de Fernando Villavicencio, hemos visto el sinnúmero de investigaciones de la gestión del gobierno de Rafael Correa, la supuesta offshore del presidente Lenín Moreno, Ina Investment, y ahora último el supuesto financiamiento de Odebretch a la campaña de Correa y Glas: Arroz Verde 502.
No obstante, ¿alguna vez han investigado por lo menos algo, solo algo de la gestión en la alcaldía del alcalde Nebot? ¿Hicieron alguna investigación sobre el metro de Quito, Odebretch y el exalcalde Mauricio Rodas? No.
Hablemos del programa de Ecuavisa, Visión 360, que también realiza periodismo de investigación. La mayor parte de sus programas que iniciaron en época del régimen gobierno de Rafael Correa, son destinados a criticar los errores de su gobierno. Pocas veces emitieron reportajes a su favor.
No es ninguna sorpresa que Ecuavisa al igual que Teleamazonas (del banquero Fidel Egas) sigue una línea editorial clara y bastante obvia hacia la ideología de derecha.
De ahí que, cuando Guillermo Lasso quiso ser presidente en 2017, Ecuavisa mostró su apoyo, a tal punto que ya lo estaban declarando presidente antes de que el CNE emitiera el comunicado oficial.
¿Han visto algún reportaje de investigación sobre el feriado bancario? ¿Han visto algún reportaje sobre la gestión del alcalde de Guayaquil? ¿En serio no hay nada que investigar en 20 años de alcaldía?
Cuando alguien dice realizar periodismo de investigación e investiga de forma selectiva porque obedece a intereses específicos o una línea política en particular está errado en su concepción del periodismo investigativo. Lo más lógico y ético es que se investigue todo, sin sesgos, sin preferencias o afinidades.
La investigación selectiva no es ética porque a la opinión pública le interesa saber la corrupción de todos los lados y personajes políticos, no solo los que ustedes, medios de comunicación, han decidido.
¿Son ustedes conscientes que al investigar de forma sesgada solo a ciertos personajes de la política, están favoreciendo a unos y no a otros? ¿Es ético satanizar a unos y santificar a otros? Ni ético ni democrático.
Lavandería de Políticos
Si a usted lo contratan para blanquear el nombre de algún político al que su imagen se ha visto afectada por algún escándalo de corrupción, del gobierno, o de su vida personal, eso por ningún motivo es periodismo.
Eso también se llama periodismo mercenario, donde usted como periodista se está vendiendo para lavar la imagen y engañar a la opinión pública. Mentirle al ciudadano por dinero no es ético.
Quisieron lavar la imagen de Jamil Mahuad aduciendo que nos dejó la dolarización y la paz con el Perú; pero, y la descomposición social y económica que eso causó?
¿La gente que se quedó sin sus ahorros, los que se suicidaron, los niños que se quedaron y se criaron sin sus papás, en serio pretenden que el pueblo olvide eso?
Es conocido el viaje de Janeth Hinostroza a África a entrevistar a María Fernanda Espinosa, Presidenta de La Asamblea General de las Naciones Unidas. No se puede afirmar que le pagaron por esa entrevista, no se tiene evidencia de ello. Sin embargo, genera muchas dudas, puesto que la entrevista coincide cuando Espinosa está a punto de pasar por un juicio político.
¿Estuvo Teleamazonas vinculado directamente con esta entrevista? ¿Hubo algún acuerdo entre la entrevistada y la entrevistadora? Solo ellas lo saben.
Sin embargo, la periodista no duda en defenderla en las redes sociales, al igual que lo hizo con Ana Galarza, asambleísta de CREO. Abogados del diablo es otro de los roles de algunos periodistas ecuatorianos.
Assange y la doble moral de los medios privados en Ecuador
No me sorprende la posición de los medios privados con respecto a la detención de Julián Assange. Ahí quedó comprobado que la defensa de la libertad de expresión es solo una mentira.
Es un periodista y mostró al mundo las injusticias de las guerras perpetradas por Estados Unidos, pero de nada sirvió que Assange cuestionase y desenmascarase al poder estadounidense.
Para el periodismo “libre e independiente” basta con que Rafael Correa le haya dado asilo para que lo aborrezcan y estén en contra de todo lo que Assange ha hecho por el periodismo. Además de que al estar ser Estados Unidos del otro costado, lógicamente ellos tomarían partido a su favor.
En conclusión, si a cierto periodismo lo financian los banqueros, el gobierno, las ONGs internaciones, alguna municipalidad; si silencian para imponer el cerco mediático, si se venden a cambio de favores, propaganda… si intentan blanquear a los actores políticos que le hacen daño al país, ese periodismo no es independiente ni tampoco libre. Eso es periodismo mercenario.