Juan Guaidó pierde peso en la OEA
Una verdadera derrota al intervencionismo en la más reciente votación sobre Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA). Juan Guaidó pierde claramente su peso hasta en ese escenario.
Juan Guaidó pierde peso en la Organización de Estados Americanos. El escenario predilecto del gobierno paralelo que intentó montar la derecha en Venezuela, parece inclinarse por lo más razonable: olvidar el experimento de EEUU y seguir adelante.
Venezuela no es parte de la OEA desde el 2019, cuando se cumplieron todos los pasos luego de que este país denunciara su Carta Fundacional, en virtud de su clara vocación intervencionista y del apoyo de esta instancia al feroz bloqueo contra ese país.
Pero fue precisamente en el 2019 cuando apareció Juan Guaidó desde las entrañas de la Asamblea Nacional. Se autojuramentó presidente y su gobierno de ficción devolvió al escenario de la OEA a Venezuela. Lo ha hecho con una representación que hasta el momento no otorga suficientes certezas como para considerarle, legalmente, una delegación diplomática.
En la última votación, 19 países decidieron ir en contra de Juan Guaidó. Con ello queda bastante claro que pierde peso, y con él, también el intervencionismo imperial de los EEUU.
¿De qué trató la votación?
En la sesión más reciente de la OEA, la representación de Antigua y Barbuda propuso la expulsión de la delegación de Juan Guaidó del escenario de la OEA.
Colombia, Panamá, Perú, Argentina y Chile respaldaron la propuesta de Antigua y Barbuda. Mientras tanto, Paraguay, EEUU, Canadá y Guatemala votaron en contra.
Si bien la moción no llegó a los 23 votos necesarios para su aprobación, estuvo bastante cerca. Y ojo, sin mencionar la evidente merma en el apoyo que se restringe apenas a cuatro países.
Cuando la derecha tiene que reconocer
Enrique Ochoa Antich, aunque activista de DDHH, ha sido vocero de la derecha venezolana, con una trayectoria bastante larga y con quizás el doble de tiempo que el propio Juan Guaidó.
Ni cerca de ser una figura progresista, ha tenido que reconocer que la vigencia de Juan Guaidó, y también de las medidas intervencionistas, han llegado a su fin.
“Si 19 votos en contra de Juan Guaidó y EEUU en la OEA y solo 4 a favor, no es una derrota clara del intervencionismo, no sé qué lo es”, sentencia Ochoa Antich.
Este político venezolano señala también al actual “embajador” de Venezuela ante la OEA, el experimentado diplomático Gustavo Tarre Briceño.
Embajada de ficción
Gustavo Tarre Briceño es un político socialcristiano formado en las filas del Partido COPEI, brazo político más antiguo del Opus Dei, que compartió con Acción Democrática la época dorada del bipartidismo en Venezuela.
Actualmente, Tarre Briceño funge como representante del gobierno de Juan Guaidó ante la OEA. Un cargo que su amigo, el activista Enrique Ochoa Antich, ha asegurado que se trata de una embajada ficticia.
“Ojalá mi amigo Tarre Briceño tenga el prurito de renunciar a esa embajada de ficción que ejerce”, afirma Ochoa Antich.
Lo real, es que además del poco peso que tiene Guaidó en la OEA, una embajada en ese órgano no debería existir legalmente. Venezuela no pertenece a esa instancia porque cumplió todos los pasos para su salida, según lo que establece el Derecho Internacional Público.
Por algo, Gustavo Tarre Briceño ni siquiera se presentó a la sesión donde 19 países votaron contra su jefe Juan Guaidó.