El esperpento, concepto inventado por Ramón María del Valle-Inclán en los felices 20, aunque con claros antecedentes en el XIX, propone algo tan genuinamente español como abordar la realidad desde una deformación exageradamente grotesca.
La exposición Esperpento. Arte popular y revolución estética aborda también el potencial rebelde, rupturista y revolucionario de esta idea a partir de sus dispositivos visuales y de su hondo arraigo con la cultura popular, además de coincidir en el tiempo con algunos (muy pocos), artistas en Europa o América Latina.
Pasen y vean, sin olvidar donde proviene nuestro congénito esperpento: el romance de ciego y las aleluyas, la prensa satírica, el teatro de revista y la zarzuela, los títeres, las sombras chinescas y las primeras películas.
Eugenio Lucas Velázquez
La avaricia
Óleo sobre lienzo
Eugenio Lucas Velázquez
Aquelarre
Óleo sobre lienzo
Eugenio Lucas Velázquez
Episodio de la Revolución de 1854 en la Puerta del Sol
Óleo sobre lienzo
Autor desconocido del XIX
Escena taurina
Óleo sobre lienzo
Figuras
Cerámica
En esta sección, hay varias curiosas anamorfosis:
Y sombras chinescas
Revistas satíricas, Gil Blas, La Gorda y La Flaca
Viñetas
Angeles Santos
Alma que huye de un sueño
Óleo sobre lienzo
Ramón Acín
Escena alusiva a la Primera Guerra Mundial
Técnica mixta
George Grosz
Gott mit uns (Dios con nosotros)
Litografías
Y el teatro de marionetas (y aquí es inevitable echar de menos los sabrosos comentarios de nuestro querido y admirado Pedro, que a buen seguro ya ha disfrutado con esta colección), teatro en el que como en la vida real, algo o alguien mueve los hilos.
El propio Valle-Inclán declaró en 1921: «Estoy haciendo algo nuevo, distinto a mis obras anteriores. Ahora escribo para muñecos. Es algo que he creado y que yo titulo ‘Esperpentos’. Este teatro no es representable para actores, sino para muñecos, a la manera del Teatro dei Piccoli en Italia».
Marionetas del teatro dei Picoli de Vittorio Prodecca
Técnicas mixtas
Castelao
Cousas da vida
Tinta sobre papel
Castelao
Apunte de un tonto de aldea
Óleo sobre lienzo
José Gutiérrez Solana
El cartel del crimen (el ciego de los romances)
Óleo sobre lienzo
Nicolau Raurich
Fantasía de carnaval
Óleo sobre lienzo
Máscaras de la antigua colección de Jose Gutiérrez Solana
Pintura al agua sobre cartón piedra
Rosario de Velasco
Mascarada
Óleo sobre lienzo
José y Alfonso Silvent
Títeres de la barraca de barriga verde
Tallas de madera policromada, cuero, tela, puntilla y plástico
Laxeiro (José Otero Abeledo)
Mascarón
Óleo sobre lienzo
Xoxé Conde Corval
Taberna de Pica lagartos (de la serie “Luces de bohemia”)
Latex con acrílico sobre acetato
Maria Blanchard
L´ivrogne
Óleo sobre lienzo
Ramón Calsina Baró
Carga de la Rambla
Óleo sobre lienzo
Antonio Filol Granell
Después de la refriega
Óleo sobre lienzo
Autor desconocido
Boda de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia
Collage y bordado
José Gutiérrez Solana
El espejo de la muerte
Óleo sobre lienzo
Fotografía del estreno de Mann ist mann de Beltroch Brecht en Berlín, 1931
Diseños para Trommel in der Natch de Beltroch Brecht, 1922
Acuarela y tinta sobre papel
Xoxé Conde Corval
La rosa de papel. Llanto por la muerta, que acabará en reconocimiento de sus galas ( de la serie Etnografía galega)
Látex con acrílico sobre acetato
Sandalia Simón
Selección de pinturas y esculturas
Técnica mixta: yeso, escayola, cal, madera, cuerda, alambre, cañizo, pintura, textil, cartón y papel
Nada tan esperpéntico como los exvotos
Exvotos
Baldomero Romero
Los arlequines y el torero
Óleo sobre lienzo
Francisco Mateos Gonzalez
El sitio de Madrid
Litografía
Ismael González de la Serna
Les Asturies 1935
Óleo sobre lienzo
El ruedo ibérico, última sección de la muestra, resume una interpretación trágica de la historia de España: guerra, posguerra y dictadura. El ruedo ibérico es una alegoría taurina de la historia nacional. El franquismo tuvo a bien recuperar la tauromaquia como fiesta nacional, celebrándose el 25 de junio de 1939, una corrida en la plaza de toros de Badajoz donde dos años antes se había perpetrado una masacre, pintada por Joaquim Martí-Bas, Fusilamientos en la plaza de toros de Badajoz.
Joaquín Martí-Bas
Fusilamientos en la plaza de toros de Badajoz en 1937
Óleo sobre lienzo
En Los cuernos de don Friolera (1921), Valle-Inclán enfocará la historia a través del romance del ciego y el bululú. La figura de José Gutiérrez Solana es aquí fundamental, y en lo referido específicamente al carnaval, donde se produce la subversión de las convenciones sociales.
En Luces de bohemia, Max Estrella, el protagonista, nos dice: «los héroes clásicos reflejados en espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada».
La exposición casi concluye con Tirano Banderas, donde a través de la historia de un tirano, vemos una crítica tanto al imperialismo como a la pervivencia de los regímenes despóticos.
José Clemente Orozco
El tirano
Óleo sobre lienzo
Creo que hemos podido encontrar en la exposición sobre el esperpento, burla, sarcasmo, ironía, crueldad, cierta resignación, e incluso unas gotas de algo tan fundamental y por otra parte tan nuestro como la mala leche.
Y la tristeza de constatar que, por ejemplo, una obra de Sorolla hubiese resultado aquí tan fuera de lugar como el optimismo que casi todas las suyas desprenden.
Y es que por desgracia, ese sentido trágico de la vida y de nuestra historia, que nos ha marcado en demasiadas ocasiones en los últimos siglos impregna esta exposición y nos acompaña hasta mas allá de la salida; por muy brillante e incluso genial que nos haya parecido, confiemos en que el futuro que espera a nuestro estupendo país esté más acorde con la alegría y la luminosidad de Sorolla que con la fatalidad que nos trasmite Solana.
Y creo que eso depende en gran medida de todos y cada uno de nosotros.
Sed buenos, tolerantes, y no os enfadéis demasiado.
Saludos