El General Kalimán aparece en público a “sugerir” al presidente Evo Morales que dimita del cargo, en medio de la convulsión política que sacude Bolivia, quién emulando a Túpac Amaru responde diciendo: “aquí estoy para que me castiguen, para que otros queden con vida y yo solo en el castigo“, dando la talla de un estadista como pocos, esto es rendirse para que acabe el derramamiento de sangre, la violencia y el vandalismo promovidos por Camacho, el Guaidó Boliviano.
Esto sin lugar a dudas tiene un antecedente -negro por cierto-, la denostación y el odio hacia los gobiernos progresistas y revolucionarios de Latinoamérica de un tal Almagro secretario de la más desprestigiada e inconsecuente organización “Americana”, la OEA. Obedeciendo los dictámenes del imperialismo yankee que ya trató de hacer lo mismo en Venezuela y Ecuador, pero no tuvo eco en Venezuela porque Guaidó no tiene “perro que le ladre” y en Ecuador porque Boltaire tiene comprada la lealtad de los milicos y chapas.
Hoy, con el golpe producido en Bolivia, a más de los pescadores a río revuelto del actual escenario político anárquico en Bolivia, quien sale ganando es este tal Almagro, logrando con la traición de las FFAA y la complicidad de la prensa y los fanáticos fascistas despreciados por el pueblo en las urnas, la decapitación de Evo, presentando de esta manera -cual hija de Herodías- en bandeja de plata la cabeza política del heredero de Bartolina Sisa, Túpac Katari y Túpac Amaru, ante su patrón imperial en EEUU, un trofeo con el que espera réditos personales, como por ejemplo la reelección.
Lo que no se han esperado los golpistas, es el respaldo a Evo y el repudio del golpe de estado manifestado por la comunidad Internacional, y sobre todo por el pueblo de Bolivia quien reclama por su legítimo presidente, que aunque haya públicamente renunciado a su cargo, dicha renuncia es nula, pues es producto de la intimidación y la amenaza vedadas en la frase “sugerimos al presidente que dimita del cargo”, ya sabrán los estudiosos que los vicios del consentimiento de una persona son el error, la fuerza y el dolo, esto es en buen romance que la renuncia del presidente Evo Morales es nula, de nulidad absoluta.
Los titulares de la prensa corrupta no se hacen esperar: “Evo renuncia” en lugar de golpe de estado, “protesta social” en lugar de violencia y vandalismo, todo promovido por los resentidos perdedores crónicos de elecciones apoyados por el departamento de estado del imperio, y claro por la bailarina que en premio a su danza pidió como premio la cabeza del Mártir de La Paz.
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