En el año 1942 en la URSS se creó el regimiento que fue conocido por los nazis como “Las brujas de la noche”. Este estaba formado exclusivamente por mujeres, las cuales fueron la peor pesadilla de la Luftwaffe o fuerza aérea alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
La orden del 8 de octubre de 1941 decretada por Stalin pedía mujeres voluntarias para ir a combatir en una guerra en la que los nazis iban ganando terreno. Más de un millón de mujeres se presentaron para cubrir puestos de francotiradoras, zapadoras y tanquistas. Pero no sería hasta 1.942 cuando una coronel pionera de la aviación femenina propusiera algo impensable hasta entonces: la creación de tres regimientos sin presencia masculina.
Marina Raskova
Fue la primera aviadora del ejército ruso. Sus buenas relaciones con Stalin consiguieron que se crearan a petición suya tres regimientos femeninos de combate aéreo: la división 586, la división 587, y la más famosa de todas, el regimiento 588º de Bombardeo Nocturno:”Las Brujas de la Noche“, que la misma Raskova dirigiría.
Raskova, graduada en químicas, empezó en la Fuerza Aérea Soviética en el año 1933. Llegó a ser la primera mujer instructora en la Academia Aérea Zhukovskii. Tras alcanzar varias hazañas como piloto y haber participado en la batalla de Stalingrado fue nombrada Heroína de la Unión Soviética y Stalin le otorgó el grado de Mayor. Su lema fue: “Podemos hacerlo todo”.
Yevdokía Bershánskaya
Fue la comandante del Regimiento. Cuando empezó en el 588º ya contaba con más de diez años de experiencia.
María Smirnova
Fue comandante del escuadrón y condecorada como Heroína de la URSS. Su primera misión fue el 8 de junio del 1942. Al morir su jefe de escuadrón ella tomó el relevo.
Polina Guelman
Navegante. Empezó su carrera militar en el año 1941. Ella sola completó 860 misiones antes de la rendición del ejército nazi. También recibió la condecoración de Heroína de la URSS.
Serafima Amosova
Comandante adjunta del regimiento. Completó 555 misiones en la guerra. Le fueron otorgadas la Orden de la Bandera Roja, la de Alejandro Nevski, de la Guerra Patria y la de la Estrella Roja.
Guerra psicológica
Aunque el regimiento 588º estaba en clara desventaja armamentística respecto a la Luftwaffe, los pilotos nazis terminaron por coger verdadero pavor a estas pilotos. Consiguieron ganar a los alemanes con guerra psicológica, ya que aparecían por la noche de sorpresa y no temían a nada ni a nadie, arrasando así con todo lo que se les ponía delante. Jugaban con el cansancio del enemigo y ganaban.
Tal era el odio que les provocaban a los alemanes que Hitler concedía una cruz de hierro por cada bruja abatida en combate. Para ellos, que no contaban con ninguna mujer entre sus filas, era incluso una deshonra que una de esas “brujas” pudiera con ellos y más teniendo en cuenta la ventaja que les llevaban en cuanto a armamento.
“Nos era simplemente incomprensible que los pilotos soviéticos que nos daban tantos problemas eran, de hecho… mujeres. Estas mujeres no le temían a nada: venían noche tras noche, en sus destartalados aviones (Polikarpov U-2), impidiéndonos dormir…”. Johannes Steinhoff, piloto de la fuerza aérea alemana.
Los aviones de combate de los que disponían esas mujeres eran los Polikarpov-2 (Po-2), biplanos de los años 20 hechos de madera y lona. Unos artefactos muy inferiores a los de los nazis que ardían muy fácilmente y no superaban los 150km/h. Estaban en inferioridad de condiciones y por eso la tasa de bajas en combate era de las más altas de la guerra.
Salían en misiones casi suicidas y demostraban una valentía fuera de lo común. La velocidad de sus aparatos era muy inferior al de los nazis y si eran alcanzadas por ellos ni siquiera disponían de paracaídas. Si eran capturadas con vida eso significaba muerte segura a manos del enemigo.
Lanzaron hasta 3.000 toneladas de bombas, sumaron hasta 24 000 misiones al final de la guerra (diez al día), y hasta 24 de sus integrantes recibieron la distinción de Heroínas de la Unión Soviética.