El rock melódico lleva instalado en la música desde mitad de los 70, si bien es cierto que su mayor auge fue en los 80, decayó en los 90 con la aparición de nuevas tendencias y en la actualidad está viviendo una revitalización del sonido mediante grupos de diferentes partes del mundo. El mismo lleva muchas veces asociada la etiqueta AOR (Adult Oriented Rock), no confundir con otros acrónimos de ámbito musical con distintos significados, y aunque esto fue un invento inexacto por parte de la prensa musical de los Estados Unidos, que fue donde surgió inicialmente y se difundió hasta la extenuación en sus emisoras, ha perdurado en el tiempo aportando bandas de reputación mundial.
¿Qué es el AOR?
Todo esto del AOR es muy relativo, con una definición como digo inexacta y a veces injusta, pues al final no deja de ser rock con clara tendencia a los estribillos pegadizos con vocación de radiofórmula, aunque no todos suenen en ella, a los teclados inflamados y a las voces agradables, pero claro, todo depende de cada grupo y de las evoluciones musicales, ya que sus características han impregnado de una forma u otra a grupos de rock progresivo, hard rock y sus diferentes etiquetas asociadas, de pop rock, del rock sureño e incluso del heavy metal y, obviamente, cada uno le ha dado su sello personal cuando han querido acercarse a él, por eso muchos al final prefieren llamarlo simplemente rock melódico.
¿Qué bandas han dado fama y han enriquecido al rock melódico? Pues nombres como Boston, Foreigner, Styx, Journey, Survivor, REO Speedwagon, Toto, Bon Jovi, Cheap Trick, Bad English, Loverboy, Bryan Adams, Aldo Nova, Def Leppard (aunque inicialmente estaban asociados a la NWOBHM), Asia, Europe, etc. Muchos han vivido pegados al rock melódico y otros artistas se subieron al carro cuando era difundido por la radiofórmula en sus días de gloria.
Recomendaciones
Lo que yo pretendo con este artículo es recomendar una serie de álbumes que reúnen las características adecuadas para englobarlos dentro del citado sonido, y que por diversas circunstancias no han llegado a las cotas de popularidad deseadas que sí merecerían por calidad. He creído oportuno hacerlo así porque no tendría sentido seleccionar discos de bandas muy reconocidas en diversas partes del mundo.
Serán un total de 20 discos en esta primera parte y habrá de diferentes décadas para que haya representación en todas las que el rock melódico ha tenido y tiene presencia, por lo que no cabrán todas las bandas y muchas se quedarán en el tintero, pero no por ser precisamente peores. Será un paseo visual, conciso y ameno en el que en ningún caso pretendo hacer un ranking, sino más bien servir de recomendación para aquellos que quieran descubrir más allá de los Boston, Foreigner o Toto. Siéntense pues y disfruten.
Andy Taylor – Thunder (MCA; 1987)
Andy Taylor inició aquí su carrera en solitario, tras abandonar por primera vez el puesto de guitarrista en la afamada banda de synthpop Duran Duran. Lo hizo para publicar un álbum de rock melódico producido por Steve Jones, quien fuera el bajista y guitarrista de los Sex Pistols. El propio Jones colabora con Taylor en materia de composición y ejerce de guitarrista adicional. Thunder es un trabajo que aúna trazas de AOR, hard rock y pop rock, con una elegancia pasmosa y buen gusto por las melodías. Aunque a veces puede pecar de monótono en su base rítmica, las canciones brillan con luz propia por muchísimos otros factores.
Canciones destacadas: “I Might Lie”, “Brigin’ Me Down”, “Nigh Train” y “Thunder”.
April Wine – The Nature of the Beast (Aquarius, Capitol Records; 1981)
Aunque ya habían destacado con Stand Back (1975), su mejor trabajo no llegó hasta 1981, cuando publicaron The Nature Of The Beast. Fue aclamado por la crítica y el público, con el que incluso lograron trascender en los Estados Unidos. Aquí abrazaron directamente el hard rock y el AOR que ya emplearan anteriormente, pero esta vez con mucho más criterio y haciendo convivir temas directos como “Big City Girls”, con otros más estilizados de la talla de “Just Between You And Me”. Casi todas las canciones fueron compuestas por su líder Myles Goodwyn, guitarrista, teclista y uno de sus vocalistas principales.
Canciones destacadas: “Sign Of The Gypsy Queen”, “Just Between You And Me”, “All Over Town” y “Big City Girls”.
Aviary – Aviary (Epic, Park Line Records; 1979)
Aviary debutaron con este trabajo homónimo en 1979 para después desaparecer, hasta que en 2003, decidieron regresar tímidamente. Ya en 2015 publicaron su último álbum hasta la fecha. Demasiadas interrupciones en el tiempo para un grupo estadounidense al que la suerte le fue esquiva, o bien no fue apoyada lo suficiente. Lo cierto es que este álbum ofrece una buena dosis de AOR fusionado con art rock, glam rock y algunos aportes progresivos. La voz de Brad Love es sobresaliente en muchísimos momentos, alcanzando falsetes imposibles mientras se acomoda en una pomposa instrumentación que ejerce de perfecto colchón para sus cuerdas vocales.
Canciones destacadas: “Soaring”, “Feel The Heart”, “Puddles” y “Mystic Sharon”.
The Babys – Broken Heart (Chrysalys; 1977)
Apenas se mantuvieron en activo durante cuatro años, más allá de un descafeinado regreso décadas más tarde, pero ofrecieron unos cuantos discos a tener en cuenta como Broken Heart (1977) o Union Jacks (1980). The Babys tenían en aquel momento en su haber a uno de los vocalistas más solventes del rock como es John Waite, más conocido por ser posteriormente el frontman de Bad English o por su carrera en solitario, y eso lo han sabido aprovechar muy bien. Broken Heart es un disco ecléctico, con concesiones al rock clásico, al pop y al soft rock, bajo una producción acertada a cargo Ron Nevison, el mismo que trabajó con UFO en Lights Out.
Canciones destacadas: “Isn’t It Time”, “And If You Could See Me Fly”, “A Piece Of The Action” y “Give Me Your Love”.
Cruzh – Cruzh (Frontiers; 2016)
Desconozco si estos suecos darán continuidad a este notable debut. Lo digo porque el sello italiano Frontiers, uno de los culpables a la hora de reavivar la llama del rock melódico, sobre todo en Europa, tiene en plantilla a montones de bandas cualificadas que, sin alcanzar los tres discos, ya se han disuelto o han acabado formando otros proyectos. Sería bueno ver cómo evolucionan, puesto que este álbum, aunque por momentos demasiado edulcorado, posee suficientes alicientes como para pensar en ellos en una posible esperanza dentro del estilo. El disco ha sido producido por ellos mismos y contiene un puñado de canciones que podrían funcionar en las emisoras si hubiesen visto la luz en los 80.
Canciones destacadas: “In N’ Out Of Love”, “First Cruzh”, “Aim For The Head” y “Hard To Get”.
Dare – Out Of The Silence (A&M Records; 1988)
Quizá estemos ante uno de los grupos de rock melódico más infravalorados. Los británicos Dare están liderados por el que fuera teclista en una etapa concreta de los brillantes irlandeses Thin Lizzy, y con Out Of The Silence iniciaron una prolífica carrera en la que no ha habido demasiados altibajos. El disco que nos ocupa plantea todos los ingredientes característicos del AOR, bien enfocados en composiciones de la talla de “Abandon” o “Into The Fire”. En obras posteriores han ido añadiendo a su música elementos folk, enriqueciendo aún más una propuesta musical muy elegante y con gran gusto por la melodía.
Canciones destacadas: “Abandon”, “Into The Fire”, “Under The Sun”, “King of Spades” y “Heartbreaker”.
Erika – Cold Winter Night (Lionheart Records; 1990)
Si Estados Unidos es la cuna del llamado AOR, desde luego Reino Unido y Suecia son dos de los máximos exponentes de tal sonido en Europa. De hecho, los nórdicos no paran de aportar más y más nombres al panorama más melódico del rock. He aquí el debut de Erika Norberg, cantante sueca que contó con músicos de la talla de Håkan Almqvist o Bobby Ljunggren para plasmar Cold Winter Night, un delicioso trabajo con grandísimas melodías que se ajustan como un guante a su voz. Señalar que en una de las canciones colabora el guitarrista Yngwie Malmsteen, quien por aquel entonces era la pareja de la artista.
Canciones destacadas: “Together We’re Lost”, “Lione On Fire”, “Living Like A Hurricane” y “Emergency”.
Harem Scarem – Mood Swings (WEA; 1993)
Estuvieron a punto de saborear las mieles del éxito, de trascender por su calidad musical dentro del hard rock melódico, pero quizá el momento en el que aparecieron no fue el más idóneo. El grunge, el rock alternativo y otras tendencias musicales estaban barriendo la parte más melódica y nítida del rock, y ello hizo que discos tan importantes como Mood Swings acabasen siendo saboreados casi exclusivamente por los más acérrimos seguidores del estilo. La banda tiene cartel, desde luego, pero tras un notable debut homónimo con el que trascendieron en las listas canadienses, se presuponía que este discazo les reportaría mejores resultados comerciales.
Canciones destacadas: “Saviors Never Cry”, “No Justice”, “Sentimental Blvd.” y “Stranger Than Love”.
Hartmann – Out In The Cold (Frontiers; 2005)
Hartmann es un magnífico vocalista alemán y un solvente guitarrista. Ha militado en bandas como At Vance y colabora en proyectos como Genius y Avantasia. En 2005 inició su carrera en solitario con este álbum homónimo, en el que da rienda suelta a su faceta más melódica, exhibiendo su poderío vocal muy influido por gente como David Coverdale (Whitesnake), algo que se aprecia desde las primeras líneas vocales de la inicial “Alive Again”. El álbum está producido por él mismo junto a Sascha Paeth, y se nota la búsqueda por las guitarras crujientes sin sobresaltar al oyente. Aquí se ha atrevido a versionar uno de los clásicos de Skunk Anansie.
Canciones destacadas: “Alive Again”, “Out In The Cold”, “I Will Carry On” y “What If I”.
Houston – III (Livewire; 2017)
Quizá uno de los grupos actuales que más se acercan a lo que muchos comenzaron a llamar AOR en los Estados Unidos. Houston, banda sueca con una corta pero interesante trayectoria, ofrecen una serie de canciones pegadizas, cristalinas, elegantes y muy aptas para la radiofórmula si éeta tuviese algún sentido cultural y artístico a día de hoy. Las líneas vocales tienen querencias del pop rock de antaño, del de calidad, y están aderezadas con guitarras nada estridentes y colchones de teclados. Hank Erix es el líder de una banda que, a pesar de ser todavía algo desconocida, está componiendo muy buenos discos con gran sentido melódico.
Canciones destacadas: “Cold As Ice”, “Everlasting”, “Glass Houses” y “To Be You”.
Khymera – The Greatest Wonder (Frontiers; 2008)
Khymera es una banda italiana muy del gusto del sello Frontiers. De hecho, hubo años en los que dicha discográfica no paraba de lanzar proyectos y más proyectos, muchos de ellos compartiendo músicos y con una sonoridad similar. Por suerte, de su extenso catálogo se pueden extraer bandas formidables como la que nos ocupa, teniendo el sello personal del teclista, bajista y guitarrista Daniele Liverani, el mismo que creó la ópera rock llamada Genius. Con la ayuda del pluriempleado y aquí bajista y vocalista Dennis Ward, el batería Dario Ciccioni y el guitarrista Tommy Ermolli, se saca de la chistera un discazo de hard rock melódico sin fisuras.
Canciones destacadas: “Borderline”, “Burn Out”, “Beautiful Lie” y “Stay Forever”.
Magnum – On A Storyteller’s Night (FM; 1985)
Los de Birmingham llevan más de cuarenta años en el mundo de la música, y lejos de decaer en los últimos tiempos, se mantienen en plena forma y muy activos en materia discográfica. Durante toda su carrera han empleado elementos del hard rock, el AOR y el rock progresivo, combinándolos en mayor o menor proporción dependiendo de su etapa. Entre su extenso catálogo hay mucho material para escoger, pero mentiría si no dijese que On A Storyteller’s Night es su obra más importante. Con él lograron el puesto número 24 en las listas británicas y el álbum se convirtió en disco de oro, un dato muy meritorio para una banda tan ambiciosa.
Canciones destacadas: “How Far Jerusalem”, “Just Like An Arrow”, “On A Storyteller’s Night” y “Two Hearts”.
Mark Free – Long Way From Love (Now & Then; 1993)
El estadounidense Mark Free, conocido también por haber sido el vocalista de bandas de cierta reputación como King Kobra, Signal, Arrival, y actualmente en Unruly Child, editó un único álbum bajo el nombre antes citado. Y digo esto porque poco después de publicarlo se sometió a una operación de cambio de sexo, por lo que se cambió el nombre a Marcie Free, y es que al parecer, el artista estuvo buena parte de su vida padeciendo disforia de género, algo que terminó cuando por fin se sintió a gusto consigo misma. En Long Way From Home confirmó todo el talento mostrado hasta el momento con un conjunto de canciones realmente sublimes.
Canciones destacadas: “Someday You’ll Come Running”, “Hard Heart to Break”, “High Life” y “State of Love”.
Mitch Malloy – Mitch Malloy (BMG Music; 1992)
Primer trabajo del estadounidense Mitch Malloy con mucho contenido interesante en su haber. De hecho, para su grabación se han empleado multitud de músicos adicionales y algunos reputados compositores de AOR como Marc Ribler y Desmond Child, con el que ayudar en dicha faceta a nuestro protagonista. Canciones como “Anything At All”, “Mission of Love” o el medio tiempo “Nobody Wins In The War”, habrían tenido muy probablemente mayor aceptación si este trabajo se hubiese publicado tan sólo unos tres o cuatro años antes. La voz de Malloy, muy agradable y de buen registro, está más que capacitada para embelesar al oyente.
Canciones destacadas: “Anything At All”, “Mission of Love”, “Nobody Wins In The War” y “Stranded In The Middle of Nowhere”.
Only Child – Only Child (Rampage Records; 1988)
Grupo originario de Los Ángeles (Estados Unidos) que probó suerte con este álbum homónimo al final de la época dorada del AOR y el hard rock melódico. A pesar de haber plasmado un buen puñado de temazos de impecable factura, quedaron relegados al olvido y sin remedio. Paul Sabu, vocalista, guitarrista y líder de la banda, lo intentó de nuevo en 1996, pero ni el disco llegó a ser la mitad de bueno que este ni recibieron la atención esperada. Típico grupo de hard rock estadounidense que se arrimó a la faceta más melódica del mismo, y que a pesar de haber mostrado más que la media, vieron como otros menos creativos alcanzaban el ansiado cielo musical.
Canciones destacadas: “Just Ask”, “Always”, “I Wanna Touch” y “Rebel Eyes”.
Place Vendome – Place Vendome (Frontiers; 2005)
No parece que haya sido catalogado como tal, pero viendo los músicos que componen Place Vendome, lo cierto es que podría atribuírsele la etiqueta de supergrupo. El exvocalista de Helloween, Michael Kiske, el aquí bajista Dennis Ward (en mil y un proyectos), el guitarrista Uwe Reitenauer, el teclista Günter Werno y el batería Kostas Zafiriou, dieron el pistoletazo de salida del proyecto con este debut homónimo. El rock melódico brilla con luz propia gracias a la experiencia de sus músicos y a una voz reconocible como pocas. Kiske llevaba mucho tiempo fuera de los círculos de la élite del rock hasta que aceptó ser la voz de este proyecto.
Canciones destacadas: “Cross The Line”, “I Will Be Waiting”, “Place Vendome” y “Right Here”.
Skagarack – Hungry For A Game (Polydor; 1988)
Grupo danés formado oficialmente a principios de los 80. Sorprendió desde sus primeros pasos por su enorme facilidad para encontrar melodías con gancho. Skagarack estaban liderados por Torben Schmidt, y digo estaban porque se disolvieron en mitad de la década de los 90, y puedo decir que es una enorme pérdida porque entre sus cuatro álbumes publicados no recuerdo ninguno mediocre. Sin duda, uno de los más inspirados es Hungry For A Game, de llamativa portada, aseada producción y con una colección de canciones que ya les gustaría haber compuesto a muchos de los grandes del estilo.
Canciones destacadas: “Hungry For A Game”, “Somewhere in France”, “She’s A Liar” y “This World”.
Strangeways – Native Sons (RCA; 1987)
Banda escocesa que ha vivido a la sombra de los grandes del estilo, quizá porque tras sus tres primeros álbumes perdieron el rumbo. Tras un debut prometedor en 1984, abandona el barco el vocalista Tony Liddle y en su puesto entra Terry Brock, un solvente vocalista con buena mano para las tareas de composición, ayudando así al guitarrista Ian James Stewart en la tarea. Con él al frente vivieron sus mejores años, aquellos que comenzaron con este flamante Native Sons, el cual contiene varias de las mejores composiciones de la banda. Su continuación, Walk In The Fire (1989), fue igualmente magnífico, pero después Brock se marchó y nada volvió a ser igual. Regresaron en 2010.
Canciones destacadas: “Only A Fool”, “So Far Away”, “Goodnight L.A” y “Empty Streets”.
Streets – Crimes in Mind (Atlantic; 1985)
Los estadounidenses Streets están formados por varios integrantes bien conocidos por los seguidores del rock melódico. El vocalista y teclista Steve Walsh, quien hasta 1981 militó en las filas de los afamados Kansas, inició este proyecto musical junto al guitarrista Mike Slamer (ex-City Boy), el bajista Billy Greer y el batería Tim Gehrt. Debutaron con muy buen pie en 1St (1983), pero este segundo álbum se antoja todavía más convincente. Con un sonido asociado a la corriente AOR reinante en las radiofórmulas, probaron suerte sin más éxito que el de demostrar ser capaces de estar a la altura de los mejores, sin embargo comercialmente pasaron desaparecidos.
Canciones destacadas: “Don’t Look Back”, “The Nightmare Begins”, “Crimes in Mind” y “Desiree”.
Treat – Organized Crime (Vertigo; 1989)
Antes de que los suecos Treat se embarcaran en un hard rock que, aunque igualmente melódico, posee un armazón más metálico en los últimos tiempos, tuvieron tiempo para estar en la onda del rock melódico y el glam metal (o pop metal, hair metal, como ustedes quieran…) ochentero reinante. De esa primera etapa, Organized Crime brilla con luz propia y se erige como uno de sus trabajos clave en el que la faceta compositiva recae sobre el guitarrista y teclista Anders Wikström, y el vocalista Robert Ernlund. No han conseguido ventas millonarias, pero es una de las bandas de hard rock melódico más respetadas de Europa aún a día de hoy.
Canciones destacadas: “Party All Over”, “Conspiracy”, “Get You On The Run” y “Mr. Heartache”.
Recordad que estáis ante la primera parte del artículo, y que la segunda aparecerá más pronto que tarde con otra colección de veinte álbumes cuidadosamente seleccionados.