Ecuador vulnera su legalidad para escoger a Otto Sonnenholzner como nuevo vicepresidente
La Asamblea Nacional de Ecuador ha escogido a Otto Sonnenholzner como el nuevo vicepresidente de Ecuador con 94 votos a favor, 27 en contra y 7 abstenciones. La nueva autoridad que está usurpando desde hace unos minutos el cargo que le corresponde a Jorge Glas -en la cárcel de Latacunga llevando adelante una huelga de hambre para regresar a la Cárcel 4 de Quito– es un joven de treinta y cinco años, que dispone de suficientes fondos económicos como para tener una empresa en uno de los principales paraísos fiscales de América (Panamá).
La derecha ecuatoriana ha sumado sus votos para cumplir lo que diferentes analistas políticos han calificado como una cuota impuesta por los empresarios al gobierno de Lenín Moreno. Otto Sonnenholzner va a ser otro de los hombres fuertes de la patronal en el Estado ecuatoriano, que tras las purgas en justicia y la ruptura política con la izquierda por parte del presidente, concentra los tres poderes en el ejecutivo.
Han surgido pruebas suficientes en las últimas horas como para expulsar de la terna a Otto Sonnenholzner, sin embargo el régimen de Lenín Moreno está acostumbrado a saltar por encima de la jurisprudencia de Ecuador -la consulta popular y el referéndum se convocaron sin cumplir los cauces constitucionales, y las autoridades judiciales encargadas ocupan los puestos sin haberse sometido a los cauces que impone la ley-, por lo que las dos acusaciones más graves se han pasado por alto.
Una de ellas la ha formulado el ciudadano Juan Francisco Morales Suárez, quién presentó ante la Asamblea Nacional de Ecuador, pruebas que supuestamente demostraban que Otto Sonnenholzer habría cometido fraude fiscal, por otra parte se ha señalado que el nuevo vicepresidente tenía fondos en paraísos fiscales, lo que según las leyes vigentes del país, lo anula para desempeñar cualquier cargo público.
Tras estas denuncias, el régimen de Lenín Moreno se ha movido en dos direcciones, una parte de la derecha lo negó -sustentándose en el silencio cómplice del propio Otto Sonnenholzer-, mientras que el gobierno, mediante María Paula Romo, ministra del Interior, ha expresado que el nuevo usurpador de la vicepresidencia ha abandonado el directorio de la empresa que tenía en Panamá.
La política de ultraderecha ha vuelto a mentir públicamente al pueblo de Ecuador, una práctica que Romo ha ido llevando a cabo como ministra del Interior para justificar la persecución a dirigentes de la Revolución Ciudadana como Fernando Alvarado, y el maltrato institucional a Jorge Glas.
Lo que Otto Sonnenholzer ha hecho ha sido designar como testaferros a dos abogados panameños, Rogelio Bustamante y Geraldine Rodaniche, tal y como ha comprobado el Observatorio de la Dolarización. Esta práctica pseudolegal también está contemplada en la ley ecuatoriana como un supuesto que no permite al empresario y radiodifusor optar al cargo.
Con este movimiento no solo se demuestra que el nuevo vicepresidente lo es vulnerando la legislación de Ecuador, sino que parte de su fortuna está en el extranjero para no pagar impuestos que servirían para sostener el gasto público en sanidad y educación, ambos sectores públicos afectados por los recortes neoliberales de Lenín Moreno.
La legisladora Lira Villalba, de la bancada de la Revolución Ciudadana, cuestionó la idoneidad de los tres postulantes a la vicepresidencia, remitida por Lenín Moreno. Ironizó que la lista enviada parece haber sido sacada del SERCOP (Servicio de Contratación Pública), pues todos tienen contratos con el Estado y con el Municipio de Guayaquil. La bancada de la Revolución Ciudadana se opuso a la terna por inconstitucional e ilegal.