EEUU no logra culminar su último ataque contra Venezuela en la OEA
La derecha del continente liderada por el gobierno de los Estados Unidos (EEUU) ha sido incapaz de obtener una victoria diplomática en la OEA frente a Venezuela. El expresidente Barack Obama retomó la Organización de Estados Americanos (OEA) como una herramienta para impulsar y reconocer golpes de estado. Una estrategia que ha mantenido, e incluso profundizado, el presidente Donald Trump.
En un primer momento se intentó aplicar la Carta Democrática en Venezuela, un mecanismo por el que la OEA puede invadir militarmente cualquiera de sus países miembros con el objetivo que determinen la mayoría de sus integrantes. Para la aplicación de esta herramienta son necesarios 24 votos de los 33 posibles. Un número que EEUU siempre ha estado lejos de alcanzar (el máximo número de votos a favor de aplicar la Carta Democrática ha sido 19).
Con el fracaso del chantaje violento a Nicaragua y la victoria de López Obrador en México esa posibilidad quedó descartada, por lo que el nuevo objetivo es aprovechar la matriz de opinión asentada por los medios de comunicación afines que se refiere a una “crisis migratoria” en Venezuela, provocada según esas informaciones por la “deriva dictatorial” de Nicolás Maduro y la “miseria devenida por su mala gestión”.
La derecha continental aprovechó la reunión de la OEA que tuvo lugar ayer para aprobar una resolución en contra del Gobierno de Nicolás Maduro. En el texto de la misma se volvía a abrir el escenario golpista de la invasión militar. Los números para aprobar la resolución favorecían a Estados Unidos, pero por discusiones entre sus aliados, el texto fracasó.
Los países que integran el Grupo de Lima, una alianza de países con gobiernos de derecha que siguen las directrices de la Administración de Donald Trump, encontraron diferencias sobre la manera de repartir los fondos económicos que EEUU les reparte, y no pudieron superarlas, por lo que no lograron la unidad en la votación de la OEA, haciendo fracasar un nuevo intento de injerencia contra la nación bolivariana.
Tras fracasar la aprobación de la resolución, Carlos Trujillo embajador de EEUU ante la OEA, amenazó al presidente Nicolás Maduro y aseveró que no sería su nación la que invadirá Venezuela, sino una fuerza militar multinacional integrada por Brasil, Chile, Perú y Colombia, desvelando de esta manera posibles planes de su nación.