La credibilidad y apoyo a la gestión del gobierno de Ecuador, representado por Lenín Moreno, va en caída libre. Una reciente encuesta de la empresa Cedatos da cuenta de que el 51,4% de ecuatorianos desaprueba la gestión del mandatario, el 59,3% dice no creer en su palabra, y el 51,7% desaprueba la actitud y la forma de ser del gobernante que parece basar su administración en acentuar (casi al límite de lo patológico) en remarcar las supuestas culpas de su predecesor, Rafael Correa.
Moreno, quien parece gobernar por inercia, llegó al poder en mayo de 2017 aupado por el proyecto de la Revolución Ciudadana. Inició su gestión con un envidiable apoyo popular de 78% que empezó a decaer en 2018 sin visos de recuperarse.
Otros datos que arrojó la encuesta difundida por Cedatos es que la mayoría de los consultados (el 25,6%) considera que la crisis económica es el principal problema del país, sumado al desempleo y subempleo (24,6%); la corrupción (10,8%) y la migración extranjera (10,8%).
La percepción sobre una mejora en la situación del país andino ha empeorado: el 36,4% cree que el futuro del Ecuador será peor y se muestran preocupados, frustrados, tristes (69,3%).
Enfocado en lo político, el gobierno, con 17 meses en funciones, no parece tener brújula económica y va –acorde a su estilo- de tumbo en tumbo. Una de las principales oferta de campaña, la creación de 250 mil empleos por año no se ha cumplido.
El ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, admitió que no se ha cumplido con esta meta, “aún seguimos trabajando, Hubo que reformular y se atrasó el cumplimiento de las ofertas de campaña”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) existen 332.818 desempleados en el país. La semana pasada, el organismo estatal informó que 5.759 personas salieron del desempleo, pero 29.102 perdieron su empleo pleno entre septiembre del año pasado y septiembre de 2018.
Otro dato que reveló el INEC es que ha crecido el número de personas que realiza tareas en negocios familiares sin sueldo, en septiembre del año 2017 registró 823.329 ciudadanos en esa situación, en tanto que para septiembre de este año la cifra aumentó a 879.552.
En el mes de julio, el director del organismo estadístico fue removido del cargo luego de que se divulgara al público que 161.689 ecuatorianos perdieron sus empleos adecuados o plenos. Esto generó discrepancias con el ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, quien salió al paso a asegurar que se habían creado 243 mil empleos nuevos, información que luego él mismo tuvo que rectificar.
Lo cierto es que la situación no parece tener visos de mejora, al menos no en el mediano plazo, pues el gobierno de Moreno redujo la inversión pública, motor de empleo en la administración de Rafael Correa, y el impulso que se esperaba desde el sector privado al que el régimen actual ha dado envidiables incentivos no se concretan.