En Ecuador se ha impuesto una realidad que se ha demostrado paralela a la del resto del Mundo. El gobierno del presidente Lenín Moreno ha vulnerado la Constitución de Montecristi de 2007 para volcar la institucionalidad del país suramericano en una labor principal, la encarcelación del expresidente Rafael Correa.
El motivo de esta intención es evitar que los cambios neoliberales que está aplicando su gobierno no sean reversibles en el corto plazo, algo imposible de conseguir si Rafael Correa sigue liderando a la izquierda que trabaja por el regreso de la Revolución Ciudadana.
En ese empeño, el presidente Lenín Moreno ha acabado con la separación de poderes, eligiendo él mismo a dedo a las principales responsabilidades de la justicia, que se han embarcado en un juicio conocido como el Caso Balda que no cuenta con las garantías constitucionales mínimas, según ha reconocido la INTERPOL y expertos internacionales en materia de derecho.
En este clima social de persecución, la derecha ha emergido como el sostén de Lenín Moreno, quién ha permitido el regreso de los peores vicios del Ecuador pre Revolución Ciudadana. Los banqueros y empresarios han vuelto a tomar el espacio mediático, sintiéndose impunes para manipular y acosar a quienes se oponen al giro hacia la derecha autoritaria de Moreno.
Su impunidad es tal que han terminado por creerse la realidad que han inventado para justificar la persecución a Rafael Correa. El periodista Ramiro Cueva, propietario de la Cadena Ecotel, viajó hasta Bélgica, lugar de residencia actual del expresidente, para continuar con la persecución.
Se sintió tan protegido por el régimen de Lenín Moreno que amenazó e intimidó al líder de la Revolución Ciudadana y a miembros de su familia. Tras una denuncia por parte de Rafael Correa, la justicia belga ha sentenciado con una condena al periodista Cueva, avisándole de que la próxima vez que cometa un delito en su territorio, habrá posibilidad de que entre en la cárcel. Ramiro Cueva, de una manera totalmente involuntaria, ha servido como demostración de los argumentos de la izquierda ecutoriana.
- Lenín Moreno y sus aliados de la derecha sostenían que Rafael Correa manejaba a su antojo la justicia ecuatoriana durante su gobierno, y que por eso su supuesta corrupción no había sido investigada. Han trabajado en el argumento de que el expresidente es un mentiroso patológico y que una justicia independiente lo demostraría. Ramiro Cueva ha conseguido romper esos argumentos gracias a su viaje a Bélgica. La justicia belga, independiente, le ha dado la razón a Rafael Correa.
- De rebote, la sentencia contra Cueva también ha puesto de manifiesto la cooptación de la justicia ecuatoriana por parte del presidente Lenín Moreno, ya que Rafael Correa se ha expuesto a la justicia del país europeo habiendo una orden de captura contra él, saliendo libre tras el proceso.
La victoria del expresidente Correa supone abrir una nueva brecha en el argumentario que usa la derecha ecuatoriana liderada por el exprogresista Lenín Moreno. Tras la sentencia de la justicia belga, el gobierno de Ecuador no puede volver a usar los argumentos con los que señalan la supuesta dependencia de la justicia durante el ejecutivo de la Revolución Ciudadana, ni tampoco señalar como un mentiroso a Correa, porque con el baño de realidad recibido en Europa, esas palabras se volverán contra quienes la pronuncien, provocando severos daños políticos y electorales.