El sector más radical de la oposición venezolana decidió abandonar los cauces democráticos cuando observó que no era capaz de vencer electoralmente ni siquiera en las elecciones presidenciales de 2013, el momento más bajo del chavismo, con Chávez recién fallecido y Nicolás Maduro aprendiendo a marchas forzadas a liderar la Revolución Bolivariana.
El ala fascista de la oposición venezolana puso en marcha las guarimbas, guerrillas de delincuentes comunes matando, pegando palizas, quemando a ciudadanos vivos, atacando depósitos de medicinas y camiones públicos cargados de alimentos entre otras actividades, como cortes de carreteras en los que obligaban a pagar peajes y ataques a edificios públicos y privados. Estos ataques se dieron en dos oleadas, la primera en 2014 y la segunda en 2017.
A la vez que las guarimbas sembraban el caos, esa facción ultra de la oposición venezolana comenzó a recorrer el mundo para pedir sanciones contra Venezuela, lo que ha terminado en escasez de medicinas y alza descontrolada de los precios de los alimentos y otros productos básicos.
Tras fracasar con esos intentos de desestabilización, ese sector de la oposición liderado por Julio Borges, intentó un magnicidio el pasado mes de agosto. Con unos drones cargados con explosivos, intentaron asesinar al presidente Nicolás Maduro, una situación que pudo evitarse por la actuación de los francotiradores de la seguridad presidencial.
Sin embargo en las últimas semanas Maduro ha conseguido volver a superar el ataque de la oposición. Si con la Asamblea Nacional Constituyente pudo terminar con la violencia, parece que con las nuevas medidas económicas está comenzado a vencer las sanciones estadounidenses y el boicot de los empresarios. Una muestra de ello es que los venezolanos no solo han dejado de abandonar el país, sino que la tendencia se está revirtiendo: en las últimas semanas miles están regresando al país acogiéndose al Plan Vuelta a la Patria. Esta vuelta de decenas de miles se ha comenzado a producir tras las medidas económicas anunciadas por el presidente Nicolás Maduro.
Por otra parte Maduro ha recibido un espaldarazo del relator independiente de la ONU Alfred de Zayas. Fue enviado a Venezuela por las presiones internacionales de la oposición y de EEUU para valorar la situación. Sin embargo su informe no fue el esperado. Tras estar más de dos semanas recorriendo el país con libertad, Alfred De Zayas ha determinado que la mala situación que vive Venezuela responde a las sanciones impuestas por Donald Trump.
Con esta situación, el fascismo venezolano ha decidido volver a atacar. El periodista venezolano José Vicente Rangel, del canal privado Televen, ha dado a conocer unas informaciones de la inteligencia venezolana que señalan la preparación de atentados contra líderes del chavismo pero también de la oposición. Los primeros serán vendidos en la prensa internacional como hartzago popular y los segundos como revancha política de los chavistas.
La preparación de estos ataques terroristas se dan justo después de que un grupo de políticos de la oposición liderados por Julio Borges se reunieran hace unos días en Washington con John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Coincidiendo con este encuentro, varios oficiales militares han informado que han sido contactados por representantes de la oposición para tentarlos a apoyar un golpe de estado contra la democracia.