El próximo día 28 tengo un compromiso. Uno de esos compromisos absolutamente ineludibles. De los que siempre estás hablando pero que a medida que se acerca dan cierta pereza. Elegir lo que nos vamos a tener que comer durante los próximos 1460 días no es tarea sencilla. Además soy de las que se hacen muchas ilusiones y que luego si no se cumplen o no se cumplen del todo me siento desilusionada.
Podría no ir, claro. Pero si no voy o no tomo la decisión más acertada sé que voy a estar los próximos cuatro años no arrepintiéndome, que eso es muy católico, sino sufriendo en mi día a día. Y no solo yo. También mi madre, mi hija, mi amiga, mi compañera y hasta mi vecina. Así que como decía aquella publicidad de detergente me toca buscar y comparar para encontrar lo mejor.
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Me han enviado a casa diferentes propuestas. Catálogos de buenas intenciones llenos de colores y sonrisas. Hay quien elige al cocinero (porque excepto la opción vegana de PACMA todos son hombres), hay quien elige la receta pero pocas y pocos revisan la carta completa de sugerencias. Llámame rara pero yo soy de esas a las que les gusta dar un repasito sobre todo a lo que nos tendríamos que tragar las mujeres a partir del día 29.
Ahora mismo tengo delante de mí tres opciones aparentemente diferentes que se ve a la legua que son todas de la misma escuela de “cocina”.
Empecemos con la primera opción: Menú “igualdad a la naranja”
Con este menú hay que estar atentas porque cambian bastante la carta. Depende de con quién gobiernen o lo que pase en la calle. Es lo que se viene a llamar “cocina de mercado”. Liberal.
Para ir abriendo boca
“Impulsaremos la actualización de nuestra Constitución para garantizar que España sea una nación de ciudadanos libres e iguales“
Mira que bien, son feministas y van a procurar la igualdad entre hombres y mujeres. Ah no, espera que esto se refiere solo a que me puedan violar igual en Cataluña o en Extremadura.
“Reforzar las competencia del Estado para garantizar la igualdad entre todos los españoles y la unidad de mercado“
Porque hombres y mujeres somos iguales… si tenemos el mismo dinero.
Y para acompañar, una coronita:
“Eliminar la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión de la Corona”.
Esto sí que es feminismo, ya puedo ser reina. ¿Dónde me tengo que apuntar?
Vamos con algo más contundente:
“Apoyaremos a las mujeres que se reincorporen al trabajo tras la maternidad. Bonificaremos durante 2 años las cotizaciones sociales”.
Para que las mujeres paran más, subvencionamos a los empresarios. Todo en orden.
“Que en casos de separación o divorcio en los que se acuerde la custodia compartida, ambos padres conserven los beneficios de familia numerosa”.
Teniendo en cuenta que las mujeres sufrimos más el desempleo y cobramos pensiones más bajas, con esta propuesta de Ciudadanos para dar de comer a nuestros hijos, tenemos que renunciar a nuestros hijos.
Ahora que me tienen con la boca abierta, su plato estrella:
“Aprobaremos una Ley de Gestación Subrogada altruista y garantista para que las mujeres que no pueden concebir y las familias LGTBI puedan cumplir su sueño de formar una familia“.
O sea que el horno lo pongo yo. ¿En serio una mujer va a alquilar su cuerpo y destrozar su vida gratuitamente por un desconocido? Si, aquella en situación de desesperación.
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Si os ha gustado la especialidad de la casa con este os vais a comer los dedos:
“Impedir la discriminación por razón de sexo en el acceso al empleo y la promoción profesional, teniendo en cuenta la situación de las mujeres pertenecientes a grupos vulnerables y promoviendo, entre otras medidas, el uso del ‘currículum neutro’ en los procesos selectivos de las empresas”
O sea que para que contraten a más mujeres, hay que ocultar que somos mujeres. Menos mal que el patriarcado no existe…
A este menú degustación lo acompañan otras medidas que ni carne ni pescado:
“Fomentar la transparencia salarial en las empresas, incentivando la publicación de estadísticas salariales desglosadas por sexo en sus memorias de cuentas anuales y, en el caso de las cotizadas, también en su página web”.
No se escatima en absurdez, pues ya la ley impide pagar menos a las mujeres por el hecho de serlo. El problema es si el puesto se corresponde con las funciones reales que realizan.
“Promover una mayor presencia de mujeres en puestos visibles de responsabilidad, garantizando la presencia equilibrada de mujeres y hombres en las Administraciones Públicas y fomentando la presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas”.
Qué bonito. Salvo que aquí, como hasta ahora, no hay ninguna medida concreta.
De postre
“Garantizaremos el cumplimiento del Pacto de Estado contra la Violencia Machista. Garantizaremos el cumplimiento de los compromisos alcanzados por España con la adhesión a la CEDAW. Estableceremos controles rigurosos y mecanismos de evaluación para garantizar que todos los fondos que se destinan a luchar contra la violencia machista son utilizados para tal fin y tienen resultados”.
O sea que vamos a ver si las feministas gastan bien el dinero, porque si sigue habiendo violencia machista será culpa de ellas porque no son eficaces, no de quien ejerce la violencia.
Y para acabar un chupito
“Propondremos una Ley para la prevención, asistencia y protección de la mujer frente a la violencia sexual. Cumpliremos las obligaciones contraídas por España con la firma del Convenio de Estambul. Ampliaremos las competencias de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer para que juzguen todos los delitos que supongan violencia machista, entre las que se incluyen los de violencia sexual”.
>>La gestación subrogada desde el punto de vista de sus protagonistas<<
Bonitas palabras que se desinflaran como buñuelos si no hay dotaciones económicas. Un dinero que difícilmente se conseguirán si los naranjas aplican las medidas económicas que proponen.
Mañana al mediodía, se lanzará la segunda parte de este análisis, en el que nos centraremos en la propuesta programática de PP y VOX.
