Nicaragua: Masaya y León regresan a la calma tras la derrota del fascismo
Tras el fracaso del Diálogo Nacional debido a que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), la patronal y los partidos de la derecha se negasen a pedir el fin de la violencia fascista, y la erradicación de todos los tranques, el gobierno de Daniel Ortega decidió enfrentar con fuerzas policiales a los grupos terroristas que mataban, secuestraban, daban palizas y saqueaban en esa ciudad con total impunidad.
Tras varios días de enfrentamientos, que han causado decenas de detenidos, la paz ha regresado a Masaya, una ciudad que junto a Managua, la capital del país, había sufrido los peores embates del fascismo. Pese a que la CEN viajó allí para impedir que las fuerzas policiales terminasen con la violencia ejercida por delincuentes comunes, el ejecutivo sandinista no frenó sus planes, prefiriendo apoyar a la población.
Precisamente los ciudadanos de Masaya y de León han salido a las calles juntos a los funcionarios del estado y de la alcaldía para despejar los tranques y volver a colocar los adoquines que quitaron los grupos radicales financiados por diferentes agencias dependientes del gobierno de Estados Unidos liderado por Donald Trump.
Las actividades cotidianas de los habitantes de las urbes han vuelto a producirse sin temor a resultar heridos o asesinados. El tráfico se desarrolla sin problemas, por lo que los trabajadores pueden acudir a sus puestos de trabajo, uno de los puntos vitales para el gobierno de Nicaragua, que había perdido 430 millones de dólares por la violencia.
Esta victoria frente a la injerencia estadounidense en el país centroamericano, aleja las posibilidades de la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Venezuela, ya que Nicaragua, sin presiones de la administración de Donald Trump, volvería a votar en contra de la iniciativa.
Sin embargo todavía quedan pequeños conatos de violencia, por lo que los nicaragüenses siguen saliendo a las calles a diario en Managua, expresando su apoyo a la paz y pidiendo que se solucionen las diferencias entre los distintos sectores mediante el diálogo.