Las nuevas startups que se encargan de llevar lo que sea a quién lo pida están teniendo problemas con la legislación laboral vigente en España. Hace unas semanas saltó la noticia de que uno de sus trabajadores vivía en la indigencia a causa del bajo salario y las malas condiciones ofrecidas por este tipo de compañías entre las que destacan Deliveroo, Glovo y UberEats.
Hemos querido hablar con los repartidores que se han organizado con el objetivo de mejorar su situación laboral en esas empresas, para conocer más de cerca su realidad,
¿Cómo y por qué surge Riders X Derechos VLC?
Riders X Derechos VLC surge a raíz del temporal de lluvia y viento de enero de 2017, el mismo que destrozó la costa valenciana. Durante este temporal nos obligaron a trabajar en alerta naranja mediante coacciones, bajo amenaza de despido. Esto bastó para que nos comenzáramos a organizar en torno a nuestra primera reivindicación: el bono lluvia.
También Inspección de Trabajo comenzó a investigar el modelo de negocio de Deliveroo tras una denuncia anónima. Lo que provocó que Deliveroo abandonara el antiguo contrato por el que nos pagaban por horas, y anunciara que a partir de julio entraría un nuevo contrato, rescindiendo los antiguos de forma unilateral. Esta fue la gota que colmó el vaso. En junio de 2017 Victor Sánchez presentó públicamente la plataforma, por lo que fue despedido al poco tiempo, y se anunció la primera huelga en España en una App de comida a domicilio para el mes de julio.
¿Cuáles son vuestros objetivos?
Nuestro objetivo principal es dignificar nuestro sector laboral acabando con la precariedad de nuestras condiciones laborales. Para conseguir esto es necesario reivindicar los derechos que nos corresponden dentro del Estatuto General de los Trabajadores porque entendemos que estamos trabajando como falsos autónomos conforme dicta la Inspección de Trabajo.
¿Qué balance hacéis hasta ahora de lo conseguido con la fundación de Riders X Derechos VLC?
El balance de lo que hemos conseguido hasta ahora es positivo. La resolución favorable del informe de Inspección de Trabajo fue decisiva en una victoria histórica contra Deliveroo, la sentencia obliga a indemnizar por despido improcedente a un compañero nuestro. Con lo que queda demostrado, en sus fundamentos de derecho, que somos trabajadores por cuenta ajena y que nos debemos regir por el Estatuto General de los Trabajadores.
Pero todavía quedan muchas batallas judiciales por luchar. Tampoco podemos cantar victoria antes de tiempo. Deliveroo ha movido ficha firmando un Acuerdo de Interés Profesional con una Asociación fundada ex profeso para tratar de seguir ocultando la relación laboral. No podemos bajar la guardia, seguiremos luchando hasta el final.
¿Qué respuesta habéis recibido por el conjunto de los repartidores?
La respuesta del conjunto de los repartidores ha sido muy heterogénea. Por un lado están los que quieren mejorar sus condiciones laborales en el marco de la relación laboral, por otro lado, los que quieren que les traten como verdaderos autónomos, y luego están los que entienden que para medrar en la empresa tienen que pasar por el aro y tragar con todo para recibir un trato preferente por parte de la empresa. Puesto que Deliveroo no paga traidores pero sí recompensa muy bien la lealtad.
¿Cuáles son vuestros planes para seguir avanzando en la conquista de vuestros derechos?
Nuestros planes pasan por extender la lucha más allá de Deliveroo. Glovo y UberEats utilizan el mismo modelo de falsos autónomos y JustEat lo hace a través de subcontratas que explotan a sus trabajadores. El plan pasa por conseguir el estatuto de trabajador por cuenta ajena para poder organizarnos sindicalmente y luchar por nuestros derechos a través de la negociación colectiva.
¿Cuáles son las condiciones de vuestro trabajo?
Nuestras condiciones de trabajo son tan volátiles e inestables, que es imposible responder a esa pregunta con certeza. Nuestras condiciones son las que quiera Deliveroo, las que se le antoje en ese momento, sin tener ningún poder de decisión sobre nada. Y eso siendo “autónomos”.
Es una vergüenza y un insulto a nuestra inteligencia. Pero se podría resumir en 3€ el pedido más la tarifa adicional del momento. Ofreciendo así nuestra disponibilidad de manera no retribuida y sin tener acceso a los derechos que correspondería como trabajadores.
¿Consideráis que el problema es político?
El problema es político en su base, nuestra lucha es una lucha de clases. Buscan alienarnos a través del mito del esfuerzo y del emprendimiento, desclasarnos y atomizarnos para poder tenernos domesticados y poder controlarnos. Las nuevas startups buscan acabar con el Estado del Bienestar e imponer las normas del libre mercado.
Incumplen las leyes con impunidad y se atreven a amenazar a los Estados. Si no las paramos a tiempo, pronto querrán invadir el espacio público sin pedir permiso con patinetes eléctricos o hacinarnos en ciudades masificadas en pisos colmena de 3 m2… ¡Ah no! Que eso ya está pasando ¡Defendamos nuestros derechos!
¿Habéis encontrado apoyos fuera de vuestro ámbito?
Sí, hemos tenido un gran apoyo por parte de la Intersindical Valenciana y Vamos!, integrados en un espacio donde tenemos cabida todos los colectivos que luchamos contra la precariedad como el gremio de los taxistas, los estibadores, pensionistas, eventuales de correos, intérpretes de signos y los docentes asociados, interinos y de educación especial, así como los sindicatos de estudiantes
¿Creéis que la huelga es un arma efectiva para la consecución de vuestros objetivos?
La huelga siempre ha sido un arma efectiva en la lucha obrera, y aún lo sigue siendo. Porque en una negociación individual de alguien desposeído de los medios de producción, en este caso la app, tiene todas las de perder. Sin embargo, los trabajadores unidos y organizados en una huelga tienen el poder de paralizar la producción o el servicio.
Ésta es un arma muy efectiva que equilibra la balanza de poder entre el empresario y el trabajador. Por eso es un derecho constitucional. Y sirva de ejemplo la victoria reciente de los estibadores en lucha y de los taxistas, en el cumplimiento de la normativa 1-30 ¡La lucha continua!