Tal día como hoy, un 28 de noviembre de 1820 nacía en Barmen (Antigua Prusia y actual Alemania) el filósofo y ensayista socialista Friedrich Engels. Hijo de un poderoso industrial textil alemán y heredero del imperio de hilados de algodón, Engels comenzó a forjar sus ideales políticos socialistas cuando se vio de frente con las míseras condiciones laborales de los trabajadores de la fábrica familiar y el trato que estos recibían. Destinado a ocupar un puesto en un trabajo que no le agradaba a la edad de 18 años, el pensador alemán comprendió que para cumplir sus objetivos políticos debía llevar una doble vida ocupada entre la filosofía y su deber de gestionar el negocio paterno.
Sin embargo, no fue hasta que conoció a su mejor amigo y eterno compañero Karl Marx, cuando Friedrich Engels decidiría volcarse del todo en elaborar teorías revolucionarias. Por este motivo y por la falta de tiempo que tenía para elaborar sus tesis debido a sus largas jornadas como patrón de fábrica, la figura de Engels parece haberse quedado subordinada para siempre en la de Marx, quien sí pudo dedicarse plenamente a escribir. Por este motivo, en este natalicio, trataremos de analizar la obra literaria y las ideas del autor más allá de la sombra de Karl Marx.
Engels y el socialismo científico
Aunque no sea información muy popular, el primer borrador del Manifiesto Comunista fue escrito por Friedrich Engels. Sin embargo, Karl Marx modificó y corrigió lo elaborado por su compañero para terminar firmando con su nombre, añadiendo y quitando las ideas que creyó pertinentes para redactar la versión definitiva del libro. Pero fue precisamente en aquella primera versión del manifiesto donde Engels acuñó el término “socialismo científico” para denominar a la renovada teoría que se diferenciaría de su tesis progenitora: el socialismo utópico, nacido durante la década de 1820 y obsoleto poco tiempo después. A diferencia de este anterior socialismo, el socialismo científico marxista se basaba en la realidad económica y social de los obreros subyugados al capitalismo, procurando reglas de acción propias destinadas a abolir este mal. El Manifiesto Comunista fue publicado finalmente en Londres el 21 de febrero de 1848. Años más tarde de su publicación, en 1888, Friedrich Engels describía la tesis principal del manifiesto del siguiente modo:
[…] en cada época histórica el modo predominante de producción económica y de cambio y la organización social que de él se deriva necesariamente, forman la base sobre la cual se levanta, y la única que explica, la historia política e intelectual de dicha época; que, por tanto (después de la disolución de la sociedad gentilicia primitiva con su propiedad comunal de la tierra), toda la historia de la humanidad ha sido una historia de lucha de clases, de lucha entre explotadores y explotados, entre clases dominantes y clases oprimidas; que la historia de esas luchas de clases es una serie de evoluciones, que ha alcanzado en el presente un grado tal de desarrollo en que la clase explotada y oprimida — el proletariado — no puede ya emanciparse del yugo de la clase explotadora y dominante — la burguesía — sin emancipar al mismo tiempo, y para siempre, a toda la sociedad de toda explotación, opresión, división en clases y lucha de clases.
Dicho de otro modo, la teoría fundada por Friedrich Engels y Karl Marx proponía un enfoque basado en el materialismo histórico y reconocía el análisis crítico del socialismo utópico. No obstante, al contrario que este, buscaba atacar el problema capitalista, ya que entendía que la realidad histórica había estado basada siempre en la lucha entre clases sociales. Los cambios no se podrían producir sin esta lucha y, por lo tanto, identificaba al proletariado industrial con una revolución socialista. Cabe destacar, que para escribir esta obra se basaron en sus experiencias en la Liga de los Comunistas, una organización cofundada por Marx cuyo objetivo era derrocar a la burguesía para llevar al proletariado al poder, además de predicar por la abolición de la propiedad privada y las clases sociales.
La situación de la clase trabajadora en Inglaterra: una obra propia
El fundador del socialismo científico escribió su primera obra particular durante el año 1845. El ensayo, titulado La situación de la clase trabajadora en Inglaterra se trata de un estudio detallado de las condiciones laborales de los trabajadores británicos durante la época victoriana. Engels escribió este libro durante su estancia en Manchester, donde fue a trabajar obligado por su padre, el cual vivía angustiado por la ideología proletaria de su hijo. El patriarca poseía una fábrica problemática en la ciudad y pensaba que destinar a su hijo a dirigirla le haría cambiar su visión. Sin embargo, el ambiente de revolución industrial contribuyó a radicalizar aún más las ideas del joven. El pensador alemán basaría su escritura en observar lo que sucedía a su alrededor y en compararlo con hechos históricos anteriores.
En La situación de la clase trabajadora en Inglaterra, Friedrich Engels trata dramas como las muertes de trabajadores debido a la exposición a ambientes contaminantes, la mortalidad infantil derivada de las mismas causas y las enfermedades que asolaron las grandes ciudades en aquella época. Engels demostró que los fallecimientos provocados por viruela, sarampión, escarlatina y tos ferina superaban en cuatro a los ocurridos en las zonas rurales y que eran significativamente más frecuentes en las industrializadas Manchester y Liverpool que en el resto de Inglaterra. Por otra parte, Engels evidenció que los salarios de los trabajadores en las etapas industriales eran más bajos que en las etapas anteriores. En conclusión, los obreros de las fábricas vivían en condiciones degradantes e insalubres a cambio de sueldos de miseria. La obra supone una dura crítica a la industrialización y a la crueldad de los dueños de las fábricas. No fue traducida al inglés hasta 40 años después.
El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado
El título completo de este ensayo publicado en 1884 es El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado: a la luz de las investigaciones de Lewis H. Morgan. Es precisamente en la obra de Morgan Ancient Society en la que se basa este libro, además de en unas pocas anotaciones de un ya fallecido Marx. Si en Ancient Society Lewis Henry Morgan define una serie de periodos étnicos que explican el desarrollo de la civilización humana desde los orígenes del hombre hasta la Primera Revolución Industrial en occidente, la obra de Engels recalcará la importancia de las relaciones sociales de poder y el control de los recursos materiales, lo cual influye ampliamente en el desarrollo de las nuevas tecnologías. Con esta obra considerada un hito del materialismo histórico, Friedrich Engels amplía los horizontes de lo definido en el Manifiesto Comunista y sostiene que el motor de la humanidad es la lucha de clases.
Fallecimiento y legado revolucionario
Friedrich Engels murió en Londres un 5 de agosto de 1895, a causa de un cáncer de estómago que llevaba arrastrando desde hacía tiempo. El filósofo murió sin familia, ya que tanto su primera novia y amor más duradero, Mary Burns, como su hijo, Frederick Lewis Demuth, habían muerto hacía décadas, ambos muy jóvenes. Lo mismo sucedió con su única esposa y hermana de su primera pareja, Lizzie Burns, que falleció en 1878, aunque a la edad de 71 años. La posterior pérdida de Marx en 1883 causó también una profunda desolación en el filósofo, que toda su vida había mantenido y seguía manteniendo a la familia de su mejor amigo y camarada.
La extensa producción literaria de Engels incluye también otros títulos importantes en solitario tales como: Anti-Düring (1878) o Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana (1888) y algunos en coautoría con Marx tales como La Sagrada Familia (1844) o El Capital (1867), obra fundamental de la teórica comunista. Pero Engels no solo tuvo un papel fundamental como teórico socialista, sino que también contribuyó a llevar la revolución a pie de calle. El autor alemán fue secretario de la Primera Internacional desde el año 1870 y colaboró con la creación de la Segunda Internacional. También tuvo una dilatada acción política y se involucró tanto a nivel práctico como teórico con los partidos afiliados a la Internacional en países como España, Portugal, Italia, Rumanía y Rusia.
Friedrich Engels fue un hombre que nos dejó su huella escribiendo, pero también pisando fuerte. A pesar del ligero giro a la derecha que pegó al final de su vida, Engels peleó para defender sus convicciones revolucionarias y anticapitalistas hasta el punto de ser perseguido y castigado por ello en diversas ocasiones.
No se puede decir que nunca sacase los puños.