Miles de personas salieron a las principales rotondas de Nicaragua para evitar una posible segunda oleada de tranques, una posibilidad abierta tras la filtración de las declaraciones del obispo Silvio Báez, quién también expresó su deseo de llevar al presidente Daniel Ortega al paredón para fusilarlo.
Tras haber dejado atrás la violencia golpista que provocó un caos en las calles del país durante los meses que van desde abril hasta septiembre del presente año, la mayor parte de la ciudadanía de Nicaragua no quiere volver atrás. Asesinatos, secuestros, palizas, violaciones, tiroteos, incendios tanto de personas como de edificios públicos y privados, violencia de las maras salvadoeñas que pretendían reactivar el narcotráfico surgido con Violeta Chamorro, y cortes de carreteras fueron las principales actividades de los terroristas que los nicaragüenses no desean volver a ver.
Precisamente por eso durante el pasado fin de semana, miles de personas afines al gobierno de Daniel Ortega tomaron las principales rotondas del país para impedir el regreso de la violencia golpista en forma de tranques, que funcionaron durante los pasados meses como centro de mando de los grupos terroristas, de los que hoy se saben que estuvieron financiados por Estados Unidos (EEUU), dirigidos por la oposición política (Félix Maradiaga), y apoyados por la Iglesia Católica.
Daniel Ortega consiguió terminar con la violencia gracias al despliegue de la Policía Nacional por todo el país. Tras la captura de la mayoría de los fascistas, se han iniciado unos procesos judiciales muy pedidos por la población. Tras el fin de la violencia tras el despliegue policial, se produjeron decenas de manifestaciones masivas no solo para apoyar los esfuerzos del gobierno sandinista en favor de la paz, sino para pedir justicia por los cientos de asesinados por la derecha golpista y los miles de heridos.
Desde entonces se han celebrado varios juicios que han terminado con los terroristas entre rejas, lo que ha sido celebrado por la sociedad de Nicaragua, que se sigue manifestando en las calles para defender lo conseguido en las últimas semanas; la paz y el fin de la violencia.