Viernes negro
Que hubo crisis de gabinete, no porque sus integrantes sean una calamidad, sino para que los interesados aprovechen el Black Friday y ofrezcan a mitad de precio el valor de un ministerio, a decir del bocón de Rubén Flores, ex de Agricultura. Cosas del neoliberalismo que a todo le pone costo, todo titulariza y lo vuelve negociable en las bolsas de valores. Es la esencia del egoísmo capitalista disfrazado de iniciativa aunque su plusvalía mate de hambre a la gente. Por ello vivimos en el continente más inequitativo del planeta, pero eso a los usurpadores del poder les tiene sin cuidado. ¡Cuidado!
La INTERPOL está en la picota de los persecutores, porque “se atrevió” a incumplir su alerta roja. Es que lo confundieron con sus mandaderos locales. Los actos de ese organismo internacional no responden a las reacciones viscerales de los odiadores, sino a rígidos protocolos que velan celosamente por el respeto y vigencia de los derechos humanos de todos y en su aplicación descubrió el sesgo politiquero local y el terrible Lawfare que está asolando a la Patria Grande y progresista. Fue la razón por la que una vez más se abstuvo de reducir a prisión al Presidente Correa, provocando la frustración de quien expresó en Perú la esperanza de tenerlo preso. Ya mismo le cae a la Interpol un fuerte linchamiento mediático de esos que acostumbra la “prensa libre e independiente” y la correspondiente andanada de insultos del transitorio que odia a Rafael Correa con todas las pocas fuerzas que le quedan y a todo aquél que defienda sus derechos.
Ah, la última, al fin aceptó lo que todo el país sabe: que su gobierno es de los empresarios. Así clarito: ¡de los empresarios! Lo demás le importa un bledo. Pero el 2 de abril de 2017 no votamos por el programa de los empresarios ni de los banqueros, sino por el plan para toda la vida, que la voluntad popular ratificó en las urnas para más Revolución Ciudadana con el estilo de la ternura. Ha sido ternura para Lasso, Nebot, los Bucaram, reparto entre la gallada derechosa y reaccionaria de la partidocracia que acaba de festinarse la función electoral, hasta con bronca interna, para recordarnos el fétido pasado de la troncha a dentelladas. Los rígidos procesos de selección, con veeduría e impugnación incluidas, no son para los pelucones ni cúpulas. Con ellos: dos cucharadas de caldo y ¡mano a la presa!
Perdonaron impuestos, se abrieron a la voracidad de los importadores, permitieron que los ricos de los ricos lleven sus caudales a paraísos fiscales. ¿Qué está prohibido por el pueblo en consulta? ¡Les importa un bledo! La Proforma Presupuestaria se cuadra con ingresos provenientes de “organismos desconocidos”, así como leen, cual si se tratara de la lista doméstica de la comida. Y las asignaciones son para las concesiones, camino directo a las privatizaciones. ¿Para educación, salud, seguridad, vivienda?, por allí alguna cosita, lo demás al gran capital. Ya retornaron las aves de rapiña.