Análisis histórico y contexto político de la Toma de Granada
¿Qué se celebra el Día de la Toma? La celebración del Día de la Toma, y en particular su proyección a muchos asistentes de fuera de la ciudad andalusí, se entiende como la creación de España como estado, tras la conquista del último territorio peninsular. Se entiende que, al tomarse el Reino de Granada por parte de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, esto cierra la unión de las coronas de Castilla y Aragón.
Sin embargo, el 2 de enero de 1492 el Reino de Navarra no estaba anexionado a Castilla, y estas dos coronas mantenían costumbres y leyes perfectamente diferenciadas. En realidad, no se llega a hablar de España como estado nacional hasta inicios del siglo XIX.
Dado que no podemos hablar de Estado español en este contexto histórico, se podría argumentar que se trata de la expulsión del invasor islámico, o bien de la unificación de la fe cristiana en la península. Tampoco serían correctas estas afirmaciones, puesto que las capitulaciones antes mencionadas garantizaban el respeto “por siempre” a la religión, la lengua, posesiones y cultura de la parte vencida a cambio de una rendición pacífica.
¿Se trata, acaso del fin de la Reconquista? Muchos historiadores aducen que el término Reconquista es incorrecto. Por una parte, porque los cristianos no pueden considerarse herederos directos de los visigodos, y por otra, porque los casi 800 años no permiten hablar históricamente de reconquista, sino de una nueva conquista de la península.
Pero el argumento que quizás tenga más peso es que se trata de un término moderno, acuñado en el Renacimiento por el nacionalismo español en torno al año 1.800. Aun así, la fecha es equivocada, dado que fue el 25 de noviembre de 1.491 cuando oficialmente la Corona de Castilla se anexiona el Reino de Granada mediante las Capitulaciones de Granada.
“Fue un momento malísimo, aunque digan lo contrario en las escuelas. Se perdieron una civilización admirable, una poesía, una astronomía y una delicadeza únicas en el mundo.” Federico García Lorca, sobre la conquista de Granada. Mayo de 1936.
¿Qué repercusiones tuvo la Toma de Granada?
Pese a las condiciones a las que los Reyes Católicos se atuvieron y firmaron en las Capitulaciones de Granada, a los pocos años sucesivas pragmáticas fueron recortando los derechos de los moriscos, tanto religiosos, como culturales, lingüísticos… Pero también económicos, pues determinados impuestos, como las fargas – con la excepción de la Farga del Mar– eran pagados exclusivamente por los moriscos. Andalucía llegó a pagar el 34.8% de las rentas de Castilla. Al poco, los auditores comenzaron a pedir a los moriscos títulos de propiedad de las tierras que la corona de Castilla nunca había emitido, sufriendo graves multas o incluso la su expropiación.
La seda alpujarreña, que fabricaban los moriscos, sufrió durísimas tasas para potenciar en su lugar otras del territorio peninsular, procesada por cristianos. Todo esto desembocó en las conocidas como Guerra de las Alpujarras -término inexacto, pues geográficamente se extendió mucho más allá-, o Levantamientos Moriscos.
Para sublevar estos levantamientos, la corona utilizó el sistema de tierra quemada, destruyendo multitud de medios de producción, sembrando campos de sal y destruyéndolos durante generaciones. Finalmente, se decreta la expulsión de los moriscos entre 1609 y 1613, si no tenemos en cuenta los esclavos y siervos que permanecieron. Los terrenos que les pertenecían se ofrecieron a nobles o militares castellanos.
Cabe destacar que esto da inicio al latifundismo andaluz, ya que antes de la Toma de Granada, el 70% del suelo andaluz pertenecía a pequeños o medianos propietarios, y sólo el 10% a grandes terratenientes. En este punto, la situación del suelo da una vuelta completa y nunca volverá a haber una repartición igual.
”La Conquista (de Granada) estuvo marcada por una extrema humanidad y amor”. – Francisco Javier Martínez, Arzobispo de Granada, 2 de enero del 2011.
¿Desde cuándo se celebra el Día de la Toma?
Hasta donde sabemos, el Día de la Toma se celebra desde poco después de la misma, pero decae con el tiempo. El Defensor de Granada, en su número 4 de enero de 1886 afirma que es “una fiesta tan mezquina como de costumbra”.
El Ayuntamiento de Granada en 1890 (legajo 2085 del Archivo Municipal) solicita al conservador de la Alhambra que se designe a una persona para animar a los granadinos a asistir a la fiesta, que parece haber perdido todo lustre. Antonio Joaquín Afán de Rivera deja ya en 1.911 constancia de su casi desaparición.
Referente a la historia moderna, se conservan documentos desde 1886 hasta 1911 que atestiguan la casi nula asistencia a este evento, que va cayendo en el olvido hasta que, finalmente, durante la II República, es substituido por el Día de Mariana Pineda, la heroína liberal que retratara Federico García Lorca en su obra de teatro, el 26 de mayo.
Aunque las batallas de la Guerra Civil se extendieron cruentamente por las sierras que rodean a la capital granadina, esta ciudad se sometió en el 36 al alzamiento franquista, y el Día de la Toma fue reimplantado de inmediato, con especial interés por parte del General Franco, que la consideraba una pieza vital de su ideario para con el Estado español y la historia que se había de enseñar. Se trataba, a su parecer, del inicio de la España única e indivisible.
Tras el final del franquismo fue, inesperadamente, un concejal del PCE, José Miguel Castillo Higueras, quien realizó el más notorio intento de revitalizar esta celebración.
Actualmente, esta festividad granadina atrae a grupos de fuera de la provincia y de fuera de Andalucía en gran medida, y sigue sirviendo de punta de lanza para el ideario de la derecha y para un pretendido seguimiento masivo y apoyo nostálgico – que se dice hoy día – de los días de la dictadura.
Pese a la amplia difusión que tiene esta celebración, varias fuentes señalan que el número de asistentes no es tan grande como a menudo se nos pretende hacer ver. Se calcula entre 1.500 a 3000 asistentes, contando con que un gran número de estos vienen de fuera. En una ciudad que supera ampliamente los 200.000 habitantes, y que ha reunido a unos 5.000 manifestantes contra el fascismo en el 3D, quizás no sea una festividad con seguimiento tan amplio por parte de la ciudad de Granada.
¿Desde cuándo ha habido oposición a la celebración del Día de la Toma?
Tenemos constancia de protestas contra la celebración del 2 de enero desde finales del franquismo. En los años 80 se conforma una corriente detractora y se llevan a cabo las primeras protestas en la Plaza del Carmen. Al concentrarse la extrema derecha en esta fecha y en esta ciudad, durante los años 90 se mantiene y aumenta la oposición. S.O.S. Racismo se hace eco y remarca las posturas xenófobas que de ella emanan.
En 1.996, José María Aznar llama “necios” a los afines a la protesta, entonces agrupados mediante el Manifiesto 2 de Enero. En 2.002 se denuncian agresiones y presiones de las Fuerzas de Seguridad del Estado, supuestamente por impedir que se puedan expresar opiniones contrarias.
En 2.011 se multa a 17 opositores por un total de 5.100€ por motivo de “generar reacciones en el bando de ideología contraria”, si bien el juicio acaba dando la razón a los manifestantes.
En 2.012, el periodista Carlos Ramiro es agredido por elementos de la extrema derecha tras el desfile y los actos. El agresor nunca fue localizado ni identificado.
Actualmente, es la Plataforma Ciudadana Contra el 2 de Enero quien organiza la protesta en la Plaza del Carmen. Múltiples asociaciones humanitarias, antifascistas, antixenófobas y de izquierdas se han sumado año tras año a estas protestas.
Al mismo tiempo, la Plataforma Granada Abierta promueve actos culturales alternativos que no entran en conflicto directo con los asistentes a la Toma de Granada.
“Fuera los moros, gritan los loros. Y yo tan campante en mi elefante, con mi chilaba y mi turbante”
– Moros y Cristianos, de Carlos Cano.
¿Qué ha pasado este año?
En 2.019 el ayuntamiento favoreció que se abrieran los comercios (intercambiándose por un día en verano) para fomentar la asistencia. Esto no favorece a los pequeños comerciantes, puesto que les priva de vacaciones en días que prefieren estar con sus familias, y les hace competir en las épocas de mayor consumo con las grandes superficies, las grandes beneficiadas y con mayor presencia en el centro de la ciudad, al tiempo que les otorga un día de vacaciones cuando ya lo suelen tomar.
Previo a los actos de la Toma, la Junta de Seguridad establece los parámetros de la llamada Operación Reno, en la que se dan las órdenes a la policía para que se evite la exhibición de símbolos extremistas. Esta orden se hace extensiva desde las campanadas, que este año se retransmiten desde Granada por Canal Sur, hasta la cabalgata de reyes.
Durante el 2 de enero, la policía nacional prohibió en diversas ocasiones la exhibición de banderas andaluzas sobre la valla que bordea la plaza durante los actos. Unos vídeos que lo ilustran se han hecho virales. En ellos, la policía afirma que solo obedece órdenes mientras impiden a un militante del partido político andalucista Nación Andaluza poner una bandera andaluza -sin distintivos- sobre la valla, pese a las protestas de éste al haber banderas de todo tipo, incluyendo las de la agrupación de extrema derecha Hogar Social.
Diferentes agrupaciones y colectivos han hecho comunicados y manifiestos protestando por el hecho. Maribel Mora, senadora por Podemos en el Congreso, ha hecho una batería de preguntas al respecto, que parecen haber caído en saco roto. No obstante, hay que señalar que, quizás debido a que Podemos Granada no asistió a la protesta del acto, algunos de los datos parecían inexactos, como el hecho de que afirmara que las banderas fueron incautadas -cosa que no ha pasado este año, pero sí en ocasiones anteriores-.
Sin embargo, nada de esto parece haber calado mucho y, como de costumbre, parece que los partidos con representación parlamentaria no van a hacer mucho más allá de hacer ver que están en contra de lo llevado a cabo por la Junta de Seguridad.
¿Qué repercusiones está teniendo la prohibición de la bandera?
Las declaraciones de la Plataforma Ciudadana Contra el 2 de Enero, protagonistas de los hechos, dejan claro que responsabilizan a la Junta de Seguridad por las órdenes dadas por el alcalde de Granada, Paco Cuenca, y la subdelegada del gobierno.
Este pasado día 10 de enero se han concentrado frente a la delegación de gobierno, pidiendo la dimisión de ambos y una rectificación de los hechos. Al rato de comenzar la protesta, se les ha unido un grupo del movimiento antifascista 3D, que el pasado mes de diciembre acamparon en la misma plaza donde posteriormente se realizan los actos de la toma.
Nación Andaluza y la asociación juvenil Jaleo, presentes en esta última protesta, afirman que es una vulneración clara del Estatuto de Andalucía, que declara en su artículo 3 que “La protección que corresponde a los símbolos de Andalucía será la misma que corresponda a los demás símbolos del Estado”. Habiéndose incumplido claramente el Estatuto precisamente por parte de quienes deberían hacerlo cumplir, Nación Andaluza Granada ha pedido que se apoye su reivindicación para que se respete la bandera andaluza, cosa que, afirman, no se hubiera saldado de manera impune en ningún otro lugar del estado español. Asimismo, deploran la actitud de parsimonia o colaboracionismo con la extrema derecha por parte del aparto del estado y esperan que el resto de la izquierda se movilice para evitar estos actos de ataque contra Andalucía.