Ecuador: les salió el tiro por la culata
Ay los banqueros, ¡cuándo no! Si nos descuidamos un ratito, nos meten mano en las cuentas con el cuento de seguros que jamás contratamos; y cuando se les sorprende con el botín, retiran a Eduardo Jurado de la Secretaría de la Presidencia y para ellos asunto arreglado.
Que cometen anatocismo cobrando interés sobre interés en las tarjetas de crédito y débito de sus víctimas, digo de sus clientes, se les encuentra en rojo y en vez de devolver lo mal llevado, alegan que es muy difícil calcular la restitución y así pretenden quedarse con nuestra plata. ¿Y la prensa libre e independiente? No es con ella y mira para otro lado.
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Ahora están que baten palmas porque se bajaron la Ley de Comunicación, ya no tienen ninguna responsabilidad por lo que dicen, por lo que callan, se van a autorregular, dicen. O sea que vuelven a la impunidad de sus oscuros intereses. Nadie podrá defendernos; y si alguien se atreve a reclamar y protestar, que vaya a la justicia ordinaria con abogado en mano y bien pagado.
Quien no tenga plata que no se meta y se aguante cualquier calumnia, cualquier desinformación. No quieren rectificar nada. Esta Ley fue un expreso mandato constitucional; pero eso les vale a los odiadores, en su afán por borrar del mapa al correísmo.
Que por disposición del Ejecutivo y en razón de que cuestionó la constitucionalidad y legalidad de la consulta inconsulta, el CNE resolvió no invitar a la Misión de Observadores de la OEA, incluso borraron la calificación internacional que se había ganado la función electoral por su gestión.
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Ante la presión ciudadana tuvieron que recular e invitar; pero con un absurdo reglamento que le impide precisamente a la Misión de Observadores: observar. ¿Entendieron? Ni yo. Y hay una bronca entre los vocales por la hegemonía en el manejo electoral que pone en grave peligro un proceso que de por sí genera fundadas dudas sobre los resultados de la voluntad popular…
…Pues hay voces destempladas que pretenden deslegitimar la elección de los nuevos integrantes del CPCCS con el demencial pretexto de que los postulantes dizqué son correístas, o sea personas sin derechos, según la aberración de los odiadores. Y por eso están invitando a anular el voto; o por lo menos a anular con tiempo todas sus facultades para que asuman el mandato del pueblo sin competencias y cubrir así la retirada de los transitorios. Con miedo se les ve, asustados están. ¿Será que se arrepienten?, no creo, el odio les obnubila como para que reconozcan sus atropellos.
Interrumpo aquí, pues acabo de recibir la cruel noticia del fallecimiento de mi sobrina más querida, Esthelita. Perdón.
