Las víctimas entran en campaña de la mano del PP

Las víctimas entran en campaña electoral. Pero no todas. Solo las que el PP decide que son victimas. Porque claro, nadie sabe más de víctimas que los verdugos.

Pablo Casado dijo ayer que Pedro Sánchez quiere gobernar con los que tienen las manos manchadas de sangre. Está a dos telediarios de decir que Pedro Sánchez es etarra, hagan sus apuestas. Pero esa derecha hoy vanagloria al Felipe González de los GAL.

Se ve que no las tenía manchadas de sangre, era solo de cal.

Pero es que esas víctimas no contaban, porque eran vascas. Y no se me escandalicen que nos conocemos, y para morderme la lengua me quedo en mi casa.

>>Perfil político de Pablo Casado, líder del PP<<

El uso macabro de las víctimas del terrorismo esconde algo aún más peligroso, y es la criminalizaciòn de todos los partidos independentistas, el dejar entrever que Bildu, ERC y PDeCat tienen menos legitimidad que ustedes. Aunque ninguno de esos partidos esté condenado y el suyo sí Señor Casado.

Pero íbamos a las manchas. Y de manchas saben ustedes más que nadie.

De manos manchadas de sangre saben sus fundadores, que un día firmaban sentencias de muerte y al día siguiente firmaban la sagrada Constitución mientras les goteaba aún por los dedos.

De manos manchadas de sangre saben ustedes mientras quieren impedir que otros se manchen las manos de tierra para rescatar de esas malditas cunetas a sus abuelos.

Las carcajadas de Pablo Casado hablando de ellas sí que es una mancha a la dignidad, a la memoria y a la justicia. Algo que ustedes no se han manchado nunca porque nunca las han usado.

Las manos manchadas de sangre las tienen ustedes con 192 víctimas de una guerra que nunca fue nuestra sino de aquel infame trío para el que el petróleo es más valioso que la sangre.

Y sus mentiras diciendo que fue ETA también es una mancha a sus familiares. Pregunten a Pilar Manjòn. O mejor no, que luego les responde y la censuran.

Y otra mancha es que mientras aún había cadáveres en los andenes ustedes estaban realizando 12 operaciones de blanqueo esa misma mañana.

Me paro a vomitar.

Sigo.

Las manos manchadas de sangre son las suyas mientras negaban a los enfermos de Hepatitis C sus medicamentos. Porque eran caros. La vida de aquellos que murieron esperando no se recupera. La dignidad de ustedes tampoco.

Las manos manchadas de sangre las tiene ETA, sí. Sin duda. Pero ningún etarra tiene medallas al mérito como Billy el Niño, impuestas por ustedes, con su correspondiente aumento de pensión Ellos están condenados, cumpliendo condena o habiéndola cumplido, y sus víctimas están reconocidas y honradas.

Las manos manchadas de sangre las tienen ustedes cuando mintieron y ocultaron documentos a los jueces sobre el accidente del Metro de Valencia que costó la vida a 43 personas. Pregunten a las víctimas. Aunque estos tampoco son víctimas para ustedes.

Y por favor, no me hagan decirles de qué tienen las manos manchadas ustedes cuando les entregaron ataúdes vacíos o restos de otros cuerpos a los familiares de los muertos en el vuelo Yak-42. Las risas de Federico Trillo aún resuenan en los oídos de los que tenemos alguna memoria.

Las manos manchadas de sangre y agua salada tienen ustedes las manos con las que disparaban pelotas de goma a quien se ahogaba intentando huir del hambre.

Y de sangre y óxido las manos con las que instalaron cuchillas en las vallas de Melilla contra quien tiene la piel más oscura que ustedes. La piel, porque el alma es imposible.

>>El discurso ultraderechista de Pablo Casado aviva las llamas del odio contra los inmigrantes<<

Y las manos muy manchadas tienen ustedes de la sangre de mujeres que murieron esperando que pusieran dinero y medidas para protegerlas del terrorismo machista.Y ahora manchan su memoria y la lucha de las que quieren seguir vivas mientras pactan con quien las humilla.

No, señor Casado, nadie tiene las manos más manchadas de sangre que ustedes. No solo son víctimas los que ustedes deciden. Ustedes y esas asociaciones de víctimas para las que sólo importan los muertos que dan beneficios.

Aunque sean los suyos.