Estados Unidos: ¿es compatible la democracia con la pobreza y la desigualdad?
Un cliché habitual del cine de propaganda norteamericana se refiere a la calificación de Estados Unidos como “la mayor democracia del mundo“. Evidentemente se olvida de la cantidad de dictadores asesinos y torturadores que ha entrenado, promocionado y/o financiado, desde nuestro cercano Francisco Franco hasta Batista, Pinochet y Videla por decir solo algunos de una larga lista.
Estados Unidos como adalid de la democracia propia y propagador de la muerte y destrucción ajena tiene muchos puntos oscuros. Porque, ¿cuál es el objetivo máximo de una democracia? En el caso de EEUU es la libertad, palabra con la que se llenan la boca fácilmente sus líderes pero, ¿puede considerarse libre un pueblo que sufre el mayor índice de población reclusa del mundo? Yo creo que no.
Porque en eso es indudable que el imperio estadounidense es el campeón mundial, es el país con mayor ratio de presos por habitante, no en número absoluto, sino en ratio. Tiene mayor porcentaje de población reclusa que la temibles China, Rusia, Cuba o Venezuela. 655 de cada 100.000 habitantes de EEUU son presos.
Así pues, la mayor democracia, el país más libre es el que más encarcela por encima de terribles dictaduras según el informe de ‘World Prison Brief‘. Lo curioso es que en 2018 Estados Unidos presentó su mayor ratio en los últimos 20 años. No es casual tampoco, que la población de origen más humilde sea quien llene esas cárceles.
Por otra parte, ¿qué hay peor que la cárcel? ¿Cuál es la mayor privación de libertad que pueda sufrir un individuo? La privación de la vida. Pues bien, aquí también EEUU se sitúa entre los campeones mundiales en aplicación de la pena de muerte. Es el séptimo país del mundo en ejecuciones, por detrás de China, Irán, Arabia Saudita, Irak, Egipto y Vietnam. Por tanto, la primera democracia y el primer país occidental, según Aministía Internacional.
¿A qué se debe que sea el país más industrializado, y con el mayor PIB mundial, el más punitivo con su propia población? Las causas pueden ser múltiples y cada uno argumentará los motivos que mejor encajen con sus convicciones. Para ello podríamos analizar más datos. Podríamos mirar el nivel de desigualdad social.
Según el coeficiente Gini de la ONU, Estados Unidos es el país número 108 en igualdad de ingresos, siendo 0 la igualdad total y 1 la desigualdad absoluta, donde toda la riqueza pertenecería a una misma persona. EEUU tendría un coeficiente de 0,41, lo que le sitúa por detrás de Cuba, Filipinas, Bulgaria y muy lejos de todos los países de Europa occidental.
Por lo que se refiere al nivel de pobreza, Estados Unidos tiene a un 15% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, lo que significa 46 millones de personas, prácticamente como toda la población del Estado español. Contrasta el dato con el índice de paro que se sitúa por debajo de un 4%, eso indica que, en el país en el que se miran todos los ideólogos liberales del mundo, las condiciones de contratación son extremadamente precarias y los beneficios para los trabajadores mucho menores que en la Europa del “bienestar”.
Tener trabajo no es garantía de abandonar la pobreza, ni mucho menos. Reino Unido tiene una cifra de paro similar pero un nivel de desigualdad mucho menor, además de mejores servicios sociales para sus ciudadanos.
¿Toda esta desigualdad es compatible con la democracia y la libertad? Tener gente pobre, trabajadores pobres en el país más desarrollado no genera una revolución, el sistema está muy poco cuestionado en EEUU.
El sistema de vida americano no se debate excepto matices. ¿Por qué? Primero, por un lado está un nacionalismo vinculado al orgullo de haber construido un país, de haberlo levantado de cero (después de exterminar a los pueblos índigenas), y haber redactado una constitución con el objetivo de ser un faro de libertad, y por otro la salida que ofrece un Estado que se encuentra inmerso en, como mínimo, un conflicto bélico por generación.
Estados Unidos ofrece una salida a la pobreza y la miseria haciendo carrera militar, ofrece formación, salario y pensiones. Una de las mayores partidas prespuestarias de la Casablanca va destinada a los veteranos de guerra, pero el presupuesto de defensa de EEUU no es que sea solo el mayor del mundo, no, es que es el 41% del presupuesto militar mundial. China, Rusia y la Unión Europea juntas no suman el presupuesto del ejecutivo que ahora lidera Donald Trump según los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo.
¿Por qué es necesario este presupuesto desmesurado? El ejército americano es el mayor promotor de mercados de las empresas estadounidenses, gracias a derrumbar democracias y poner dictadores a sueldo, estas organizaciones pueden copar mercados y acceder fácilmente a materias primas. Uno de los primeros motivos por el que EEUU es la mayor potencia económica del mundo, es por su carácter imperial y la capacidad de funcionar como una sola unidad con las principales multinacionales.
Las bases americanas extranjeras suman 800 unidades donde hay desplazados 150.000 efectivos, la mitad entre Corea del Sur y Japón, cerca de la segunda potencia económica, China, el nuevo gran enemigo. Mantener esta estructura es caro y rentable a la vez, pero obliga a sostener una actitud belicosa, invasiva e imperialista constante que justifique el gasto. La rueda no puede parar. Por este motivo, cada presidente americano ha tenido como mínimo un conflicto bélico hasta llegar a cuarenta guerras en el siglo XX.
La pobreza, el paro y la represión interna de EEUU tienen como función mantener la predominancia mundial de la primera potencia, y encajan en un engranaje que permite el desarrollo y la exportación de un sistema de vida que fomenta la desigualdad y la miseria en el mundo.