Museo Sorolla (II): cazando impresiones
Volvemos a donde solíamos.
Nos habíamos quedado al comienzo de esta magnífica exposición, que sobre las más de dos mil obras que el pintor realizó en este pequeño formato nos muestra la Fundación Sorolla a la que agradecemos, en primer lugar la enorme generosidad de la viuda y los hijos del pintor, que legaron al estado sobre 1.300 pinturas y más de 5.000 dibujos. Y gracias también Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del artista y actualmente vocal de libre designación en la Fundación, de la que se nota el cariño, imprescindible y necesario en este tipo de actividades, si queremos que el museo siga conservando esa calidez, esa presencia familiar, y por qué no decirlo sin ponernos un poco ñoños, ese amor familiar y esa paz, esa tranquilidad, que realmente se siente emanan de las obras expuestas. Y de la casa en general.
De verdad que sin ello el Museo seria mucho mas frío, como otros museos al uso. Pero en este, de verdad, pese al tiempo transcurrido desde la fecha de fallecimiento del pintor, realmente han conseguido que se note su presencia.
Gracias por ello.
Hay que decir que Sorolla, tras su paso por la Academia de Bellas Artes de Valencia, se estableció en Roma (becado), y desde allí viajó a París, donde queda maravillado y recibe la influencia de la pintura (entonces vanguardia), de la época.
Ya viviendo en Madrid, se presenta a los más importantes certámenes, y la obtención entre otros del Grand Prix en 1900 de la Exposición Internacional de París supone su definitiva consagración internacional.
El pintor los llamaba “apuntes”, y a veces, “manchas” (que explicito), o “notas de color”.
En todas sus exposiciones cuidó de que figurasen en las mismas una cantidad significativa de estas pequeñas obras maestras.
El París que le deslumbró
Parece Teruel
Parece sencillo pero os confieso que enamorado de ese mar lo he intentado “fusilar” sin éxito.
Parece Monet
Una foto de la época de su exposición en la Hispanic Society en 1909
Sorolla enmarca a partir de entonces estas obras con un marco dorado, preocupándose de que los espectadores interesados pudiesen acercarse a su contemplación lo más posible, lo que demuestra la enorme importancia que el propio pintor concedió a estas obras.
A los toros. Me repito; parece fácil…
Creo que es Biarritz; la gente iba así a la playa.
Genial. Los contrastes, el triángulo, la luz…
Hasta lo utilizó para escribir la lista de la compra.
San Sebastián. Masas de color, en la plenitud del artista. Utiliza el tono del soporte, las formas, conceptuales. La sublimación final del genio.
Espero os haya gustado; difícil va a ser superar este nivel.
Delenda est Moscardó.