Parte de las evoluciones mundiales en el tema financiero y bancario ha sido desde hace tiempo atrás, la implementación y masificación de medios de pago electrónicos o digitales. Así como también varias ha sido las opciones que se han usado tanto por la banca publica y privada a nivel mundial en la implementación de dichos sistemas.
Tan suigeneris como variadas son las razones para promover la utilización de dinero electrónico o billeteras virtuales como por ejemplo la falta de población bancarizada o la gran distancia y falta de comunicación entre las ciudades. Quien creería que esta alternativa nacería hace más de una década en África, haciendo que una operadora telefónica transforme su negocio principal de la telecomunicación al negocio financiero de transacciones interbancarias.
El Ecuador varios años atrás comenzó esta iniciativa pública de introducción en el sistema financiero del dinero electrónico teniendo de manera general dos razones: Primero, la insuficiente bancarización de los ciudadanos y segundo la restricción del país de emisión de dinero físico.
Es así como el banco central aperturó cuentas virtuales para los ciudadanos y para motivar el uso de estas, decidió devolver entre el 1 al 4% del IVA de las transacciones virtuales realizadas. Y así también desincentivar el uso de dinero físico.
Como era de esperarse la propuesta fue rechazada antes de su concepción, tanto por los grupos financieros privados así como por “analistas” económicos y “lideres de opinión” de siempre. Aduciendo que tras la iniciativa se escondía una perversa intensión del gobierno de una emisión ficticia de dólares lo que llegaría a poner en riesgo la propia dolarización. Y así fue como una de las primeras acciones del nuevo gobierno fue eliminar dicho proyecto.
Es así como llega hoy la banca privada con bombos y platillos obviamente aplaudidos por los mismos “analistas” y “lideres de opinión” a presentarnos el nuevo edén financiero para el país. El mismo dinero electrónico de antes. Pero claro las condiciones han cambiado porque como “cuando no se cobra no es bueno” según ellos entonces para “incentivarnos” se va a cobrar más en los cajeros por el retiro de dinero físico (45 ctvs.) y adicional cobraran por cada una de las transacciones que se realicé en dinero electrónico (9 ctvs.).
De manera practica hemos presenciado la primera privatización que se ha dado en nuestro país, donde un servicio publico casi sin costo se ha vuelto un excelente negocio privado.