Ya va siendo hora de que alguien se pronuncie sobre lo de Hong Kong. Todo esto ha pasado por una simple cuestión delictiva: un sujeto que asesinó a su compañera embarazada. Se usó el caso de la presión de Pekín para que la se llevase a cabo la extradición del delincuente, puesto que Hong Kong tiene autonomía propia y solo extradita delincuentes de países con los que tiene relaciones bilaterales.
Con todo ello, en Hong Kong existen un montón de delincuentes, especialmente cuando se trata de temas de corrupción, fraude fiscal…Casi todos los empresarios perseguidos por el PCCh (por corruptelas, por violar convenios, por traición) residen en Hong Kong y llegan desde la isla de Taiwan. Pues bien ¿Qué pide China para poder solucionar esto? Una nueva legislación y convenio para atrapar a asesinos de embarazadas, entre otros. Las protestas en Hong Kong, según la prensa, se llevan a cabo por manifestantes “pacíficos”. De nuevo aquí entra el juego mediático usado por las primaveras árabes y revoluciones de colores en el este de Europa contra el bloque socialista. Los manifestantes exigen que, China deje de intervenir en Hong Kong, llevando en sus marchas (aún a petición de los grupos que insisten en que no están influenciados ni aliados con nadie) banderas de la antigua colonia británica y las de EE.UU.
Todo amante de la historia del Asia, se exacerbaría ante tales actos. Estas personas, vendiéndose a espúreos intereses, han ensuciado el nombre del pueblo chino y los habitantes de Hong Kong asaltando el parlamento de la ciudad y poniendo banderas criminales del Imperio Británico. La Unión Jack no solo simboliza la hambruna y la eliminación total de independencia, significa el opio, los burdeles, las matanzas, la persecución política, uno de los más racistas y peores colonialismos europeos.
Esto no es más que una vendetta de EE.UU para atormentar a China por su boicot al dólar, la creación de Huawei, la ayuda al pueblo sirio...Trump está dando su apoyo al nuevo terrorismo contra la ciudad de Hong Kong y la China Popular. Los que ondean banderas yankis en una ciudad china, son los que echan de menos los latifundios, la vuelta al señorío y la eliminación de todo rastro del poder popular. Mientras los medios de comunicación que tachaban a Rusia y China de estar involucrados en estar en toda guerra de manera ilegal y bajo manga, quieren tildar a la República Popular China de paranoica denunciando esta situación desde sus medios oficiales: la involucración de EE.UU en la ciudad para violar la soberanía de Hong Kong y China. Usando la misma mentalidad que se empleó durante la guerra fría.
¡Apoyemos a Xi Jinping y la ciudad de Hong Kong que resiste contra la barbarie occidental, la criminalidad y los intereses de Trump!