Cuando se habla del “imperialismo” a menudo, para la gente que permanece bajo la influencia de los medios de comunicación en posesión de oligarquías, -tanto nacional como extranjeras, ya que dictaduras árabes y grandes fondos de inversión norteamericanos poseen acciones en diferentes medios de comunicación alrededor del Mundo, por poner un par de ejemplos-, se lo considera como un concepto viejo, usado de manera anacrónica por quienes no han superado la caída de la Unión Soviética.
No existe pues el imperialismo, es el relato de los medios de comunicación en manos de los poderosos, y por tanto, no se dan golpes de estado ni hay injerencia en los asuntos internos de los países con gobiernos que no se comportan de acuerdo a los intereses de la poderosa nación del Norte.
¿Cómo se entiende eso en el caso de Venezuela? Juan Guaidó dio un golpe de estado en cuanto se proclamó presidente sin pasar por las urnas y EEUU lo apoyó. Apareció meses después acompañado de algunos militares amenazando con el inicio de una actividad violenta que podría haber desembocado en una guerra civil, EEUU asedia económicamente a Venezuela provocando decenas de miles de muertes.
Es una injerencia a un país que incluye golpes de estado, otra cosa es que se queden en intentos. ¿Se justifica porque el gobierno de Venezuela es “malo“? Como esos mismos medios lo califican como “dictadura“, ¿es lícito aplicar esos métodos? Esos medios de comunicación tienen accionistas de dictaduras árabes que condenan a muerte a opositores por una foto en las redes sociales, ¿es creíble que puedan acusar a Venezuela de merecer medidas coercitivas por la acción del gobierno bolivariano? ¿Ha habido alguna sentencia de muerte en el país caribeño a algún opositor?
La oposición en Venezuela ha alcanzado un acuerdo de seis puntos con el gobierno, lo que implica un reconocimiento y respeto mutuo de ambas fuerzas. De los cuales tres son peticiones de la oposición, dos son reclamaciones históricas y la última una petición del chavismo en el gobierno.
Aún así solo se recuerda el Chile de Allende pero antes lo sufrieron Juan Jacobo Arbénz y Juan Velasco Alvarado.
Pero ¿y después? EEUU estuvo detrás del golpe de estado a Aristide (Haití) en 2006, a Manuel Zelaya (Honduras) en 2009, de los golpes mediante lawfare (judicialización de la justicia, es decir, crear una excusa legal cierta o no, con la que promover la destitución de un presidente sin tener en cuenta la constitucionalidad del país) sufridos por Fernando Lugo (Paraguay) en 2012 y Dilma Rousseff (2016) en Brasil.
Los golpes electorales que impidieron la victoria del mexicano López Obrador en 2006 y 2012. El intento de golpe en Nicaragua para impedir la construcción del Canal en 2018. El actual intento en curso en Venezuela, con precedentes en 2002, 2003, 2014 y 2017. El intento a principios de la actual década en Ecuador.
Los diferentes gobiernos turnistas de Estados Unidos tuvieron papeles más o menos protagonistas en todos esos golpes, pero siempre apoyaron el resultado de los mismos, es decir, no importó la degradación democrática que supone romper la voluntad de las urnas para imponer un gobierno diferente al elegido por los ciudadanos. Por lo que cabe una nueva pregunta ¿es la democracia el objetivo de EEUU en Venezuela?