Es el 150 aniversario del triunfo de la Revolución China. La actual situación de la China Popular consiste en un trabajo profundo de dar de comer, sacar de la pobreza, defender la paz de los pueblos atacados por el imperialismo, y alcanzar la democracia popular.
A día de hoy enfrenta las protestas terroristas en Hong Kong tras varias zancadillas hechas a EEUU en Venezuela, Siria. Y el boicot al dólar.
Una revolución que ha tenido aciertos y errores durante su evolución tras el triunfo del socialismo contra el KMT. Sus alianzas con la burguesía nacional en la lucha por la defensa y la vida del pueblo chino contra la barbarie del Imperio Japonés supusieron un reto, que actualmente sigue asumiendo el PCCh en pos de un proyecto político antiimperialista y de desarrollo económico.
La Revolución China sigue dejando en evidencia constante a las democracias occidentales y a los hoxistas y maoistas amigos útiles del imperialismo, que se posicionan contra los proyectos del PCCh con los que alcanzar las vías de desarrollo correcta en una economía con factores capitalistas vigilados y supervisados por el partido.
Un camino que llevó adelante con Deng Xaioping a la cabeza, el cual sabía que China debía afrontar este desafio y no dejarse levar por desvíos políticos que les dejó la GRCP, y que a su vez había mellado mucho al PCCh, dando excusas suficientes para intentar un golpe de estado como fue en los sucesos de Tiananmen.
Gracias a su liderazgo, los comunistas chinos pudieron organizarse socialmente en la policía para terminar con las actitudes machistas, para luchar contra el tráfico de drogas, contra los feudos del Tíbet, para abolir la esclavitud y reforzar el trabajo sindical del partido, fortaleciendo así los derechos de los trabajadores contra empresas internacionales y sus convenios.
La RPCh sigue adelante superando nuevos retos, sorprendiendo a sus amigos y dejando K.O. a sus enemigos.
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