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Herencia hidráulica del franquismo y sus consecuencias en la actualidad

El franquismo no solo dejó a casi 140 000 de represaliados en cunetas y fosas comunes, también legó su herencia hidráulica y sus correspondientes consecuencias. Embalses, pantanos, construcciones en lugares más que inadecuados, así como planes agronómicos más que fallidos.

Durante la II República, en concreto en 1933, Indalecio Prieto (Ministro de Obras Públicas) encargó a Manuel Lorenzo Pardo (director del Centro de Estudios Hidrográficos) un plan de Obras Públicas. Una vez finalizada la Guerra Civil española, este Plan fue enterrado en un cajón. Y en 1940 el gobierno franquista lo recuperó como suyo al aprobar el Plan General de Obras Públicas.

Pero este plan no se ejecutó como debiera. Iniciativas como el Plan Badajoz solo fueron llevadas a cabo para favorecer a los grandes terratenientes, transformando las tierras de secano en regadío, siguiendo un patrón agronómico totalmente equivocado. Un fracaso total fruto de la incompetencia del gobierno franquista, una herencia hidráulica que a día de hoy sigue teniendo sus consecuencias.

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Consecuencias

Hace no más de un mes, la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA)  pasó por el Litoral Mediterráneo, dejando a su paso importantes daños materiales así como cobrándose vidas humanas. Pero, ¿qué relación tienen estas catástrofes con la herencia hidráulica del franquismo? La mayoría de las viviendas afectadas por el paso de la DANA datan de la época franquista. Estas construcciones están situadas en zonas inundables, todo un error de ingeniería.

Los embalses construidos durante el franquismo, así como numerosas construcciones de viviendas, están llenos de errores. La capacidad, según las precipitaciones de algunas zonas, no es la que pueden albergar muchos embalses que acaban agrietados y con desbordamientos.

Otro caso a resaltar, con graves consecuencias de la herencia hidráulica del franquismo, es el caso de la presa de Tous (Valencia). El 20 de octubre de 1982, tras lluvias torrenciales, la presa no aguantó el caudal y acabó siendo arrastrada. Esto provocó una de las mayores inundaciones de la historia de Valencia. El proyecto de construcción de esta presa comenzó en 1960 y, estaba lleno de irregularidades , tanto desde el punto de vista de la ingeniería como desde la geología.

Durante el franquismo se construyeron numerosos embalses, acequias, y sistemas de regadío en zonas de secano. Pero un elevado número, no es sinónimo de calidad. Hay que tener en cuenta que el ego de un dictador por cumplir sus delirios de grandeza para ser recordado como “el padre hacedor de la patria“, superan a la razón y al trabajo bien hecho.

Por otro lado no se puede obviar que la mayoría de estas obras “faraónicas” las llevaron a cabo mano de obra esclava, esclavos republicanos agotados, hambrientos, algunos enfermos.

Es por ello que la calidad del trabajo realizado no es el que cabe esperar desde la profesionalidad. A todo esto hay que añadir la calidad de los materiales utilizados.