El pasado domingo 26 Iruña volvió a ser un clamor contra la última condena a los jóvenes de Altsasu, que fue publicada el 9 de este mes. Como es habitual, el baile de cifras respecto a los asistentes ha sido enorme; la Delegación de Gobierno cifró la convocatoria en 7500 mientras que Altsasu Gurasoak (la plataforma conformada por los padres de los jóvenes) calculó más de 50 000 personas.
La concentración, que comenzaba a las 5 de la tarde, vino precedida por una manifestación que protagonizaron los asistentes provenientes desde diferentes puntos del Estado. Esta fue uno de los puntos a tener en cuenta, ya que diferentes plataformas organizaron viajes a la capital navarra con el fin de mostrar su rechazo a la sentencia. Autobuses y marchas ciclistas, y tanto desde Madrid como viniendo de cantidad de pueblos de Euskadi, la solidaridad con Altsasu estuvo patente.
El acto, que tenía por lema “Esto no es justicia” comenzó a las 5 de la tarde delante del Palacio de Justicia de Navarra (otra de las reivindicaciones mostradas es que nunca se dejó a este ente actuar, delegando en el Tribunal Supremo), y transcurrió con total normalidad y civismo. Como suele ser habitual en las protestas con respecto a este caso, el ambiente fue de lo más tranquilo y alegre durante las horas precedentes, con calles abarrotadas de gente de todas las edades que portaban camisetas con el lema “Altsasukoak Aske”
La concentración comenzó con diferentes lecturas en euskera y en castellano por parte de miembros de Altsasu Gurasoak. En principio, leyendo tanto las distintas condenas que han tenido los jóvenes (en primer lugar de hasta 13 años y rebajadas hasta 9 en la última sentencia), como las desorbitadas peticiones que hubo en un principio por parte de la fiscalía (hasta 62 años por terrorismo, una brutalidad que fue desestimada por diferentes organismos).
Las palabras finales estuvieron cargadas de fuerza y consiguieron emocionar a cantidad de personas presentes: “Seguimos aquí y no nos vamos a rendir”, “Han sido tres años en los que hemos escuchado mentiras y hemos gritado verdades”, “Dijimos que no era terrorismo, y no lo era; dijimos que no era discriminación ideológica, y no lo era“.
Tras las continuas interrupciones obligadas por los gritos del público de “Libertad para los de Alsasua”, “Esto no es justicia” y “Vosotros, fascistas, sois los terroristas” y las continuas ovaciones, Gorka Urbizu, del icónico grupo de Lekumberri Berri Txarrak interpretó una bonita canción en euskera en cuyos versos se podía escuchar “Otra vez este dolor, dura mucho…”. Una vez desconvocada la concentración, retronó la canción Aurrera Altsasu, que se ha convertido desde su salida en 2017 en el himno de este movimiento en apoyo a los 8 jóvenes.
Cabe destacar que este caso siempre ha estado acompañado de muchísima polémica. Desde partidos políticos hasta organizaciones como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (quien desempeñó un papel muy importante en la criminalización del caso) han intentado sacar rédito de la situación.
Ante la controversia despertada, es importante remarcar ciertas cosas; antes de conocer la sentencia Adur, Jokin y Oihan ya habían pasado más de mil días y mil noches en prisión provisional, concretamente dentro del Régimen FIES (el más restrictivo y criticado por su posible vulneración de derechos en muchos casos).
Por otro lado, la descripción de las brutales lesiones que denunciaron los guardias civiles involucrados en la trifulca se podría cuestionar viendo el siguiente vídeo, posterior a la pelea y que curiosamente no fue admitido por la fiscalía como válido.
En él se puede observar a uno de los guardias civiles salir en perfecto estado y con la camisa prácticamente impoluta. Para finalizar, cabe recordar esta noticia: en Sevilla un detenido quedaba en libertad tras romper la nariz a un Guardia Civil y morder a otro.
Son tres puntos, pero hay muchos más que invitan a la reflexión sobre el posible intento de criminalización y de despertar ciertos fantasmas del pasado que pueden ser de utilidad para según qué entes políticos y que pueden apreciarse en este caso.