El actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha logrado vencer en la disputa por el relato que ya se ha impuesto en la sociedad venezolana, oposición incluida.
El diálogo que fue capaz de impulsar con la facción democrática de la oposición, tras previamente haber vencido las pretensiones golpistas de Estados Unidos expresadas en Juan Guaidó, ha conseguido lo impensable hace solo unos meses: la participación de toda la oposición en las próximas elecciones que se celebrarán en el país, las legislativas de 2020.
>>¿Por qué Nicolás Maduro resiste en Venezuela?<<
La participación de una gran parte de la oposición en los diálogos se dio por la falta de concreción de los objetivos golpistas de Juan Guaidó, impedidos por la estrategia de Nicolás Maduro, que en el interior de Venezuela consistió en no tocar al dirigente de la organización Voluntad Popular (VP, ultraderecha), ni reprimir sus, cada vez más pequeñas, manifestaciones. A la vez que era capaz de sostener el poderoso sistema de protección social establecido por Hugo Chávez.
En el plano exterior, la diplomacia bolivariana pudo evitar las aspiraciones militares de Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos (OEA).
>>Venezuela: el acuerdo entre oposición y gobierno lleva a Juan Guaidó a la irrelevancia política<<
Al ver pasar el tiempo sin que ninguna de las promesas de Juan Guaidó se cumplieran, sin observar un apoyo social importante a su plan, ni tampoco un respaldo militar, conjuntamente con el incumplimiento del plazo que el propio golpista se dio para lograrlo y abandonar el cargo usurpado inconstitucionalmente, y con sus vínculos con el narcoparamilitarismo colombiano, una gran parte de la oposición decidió apostar por el diálogo ofrecido por Nicolás Maduro.
De esas conversaciones salieron varios puntos, algunos de los cuales deben cumplirlos el gobierno de Maduro, como la liberación de políticos presos por colaborar en actos golpistas, de sabotaje y violentos, una situación que ya se está dando (el pasado 17 de octubre sucedieron 24 liberaciones), y el importante acuerdo que llama a la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE).
>>Un gobierno bien raro el de Venezuela<<
Como una muestra de que la voluntad del gobierno es real, y respeta la separación de poderes, es la Asamblea Nacional controlada por la oposición, el lugar institucional desde el que se está decidiendo cómo proceder con los cambios acordados.
Este desarrollo real del acuerdo, ha favorecido que desde todos los sectores de la oposición, tanto de los democráticos que han participado en el acuerdo, como de los radicales que apostaron por la vía golpista, le hayan comunicado al presidente Nicolás Maduro, que de culminar el proceso que se está adelantando, todos inscribirán a sus candidatos en las próximas elecciones legislativas, lo que supone un reconocimiento de facto a su ejecutivo y al sistema democrático bolivariano.