En ElEstado.net hemos preparado para vosotros un artículo especial. La semana pasada la iniciamos con la primera parte, y ahora ya tenéis disponible la segunda. ¿Qué os encontraréis? Una nueva remesa de diez discos recomendados de rock progresivo.
Como había adelantado en la primera parte del artículo, desde este diario elegiremos un total de 40 discos recomendadísimos de rock progresivo. Como tampoco es cuestión de explicar mucho más, ya que se dijo prácticamente todo la semana pasada, vamos directamente con la selección de obras para esta segunda parte. Eso sí, debo destacar que no se repetirá grupo. Es decir, los que aparezcan lo harán una sola vez. ¿Por qué? Porque de esta manera podremos dar visibilidad a más grupos.
Ahora ya solo queda leer y disfrutar. No olvidéis pinchar en los enlaces, ya que os llevarán a la escucha de alguna composición o de un álbum completo.
Pavlov’s Dog – Pampered Menial (1975; ABC Records, CBS)
Si dentro del círculo progresivo no son tan conocidos y tienen la etiqueta de formación de culto, ya no digamos fuera de él. El caso es que estamos ante una banda de gran calidad. Liderados por David Surkamp, debutaron en 1975 con Pampered Menial, en el que ofrecen un rock progresivo con fuertes inclinaciones hacia el folk y el hard rock. Desde la primera escucha, lo más llamativo es el timbre vocal de David, muy similar al de Geddy Lee (Rush), aunque algo más exagerado.
En cuanto a las composiciones, destacan por encima del resto la balada inicial “Julia”, la fantástica “Late November” y la melódica “Fast Gun”. Sin embargo, “Song Dance”, es la que mejor muestra las virtudes de su propuesta y en la que todos los músicos tienen su momento de protagonismo. Pavlov’s Dog siguieron, publicaron dos álbumes hasta su ruptura en 1977. Regresaron en 1990 con una obra poco inspirada, para después desaparecer de nuevo hasta 2010. A partir de ahí, remontaron el vuelo y aportaron dos nuevos trabajos bastante notables.
Formación: David Surkamp (voces, guitarras), Steve Scorfina (guitarras), Rick Stockton (bajo), David Hamilton (órgano, piano, sintetizador), Doug Rayburn (mellotron, flauta), Siegfried Carver (violín, viola, vitar), Mike Safron (batería, percusión).
Producido por Sandy Pearlman y Murray Krugman.
The Moody Blues – Days of Future Passed (1967; Deram)
Efectivamente, podría decirse que The Moody Blues fue uno de los primeros grupos con elementos progresivos. Es por ello, que no hay unanimidad a la hora de meterlos dentro del estilo, pero sí existen muchos motivos para hacerlo. Al fin y al cabo, con el tiempo se han ido acercando a los amplios parámetros del mismo, según iba evolucionando el rock progresivo. Days of Future Passed es una mezcla de pop barroco y psicodelia pero, como digo, hay muchos elementos, no solo de rock sinfónico, sino también del prog.
Curiosamente, a medio camino de todo, y con mucho por explotar, los británicos dieron en la diana, y parte de culpa la tiene el archiconocido corte “The Night: Nights In White Satin”. Pero ojo, la suite “The Afternoon” también es maravillosa. Entre las composiciones más destacadas también se encuentra la preciosista “Dawn: Dawn Is A Feeling”. Fue número 3 en los Estados Unidos y 27 en el Reino Unido.
Formación: Mike Pinder (piano, mellotron, tambura, gong, voces), Ray Thomas (flauta, piano, percusión, voces), Justin Hayward (guitarras, piano, sitar, voces), John Lodge (bajo, voces) y Graeme Edge (batería, percusión, voces).
Colabora The London Festival Orchestra.
Tangerine Dream – Phaedra (1974; Virgin)
Tangerine Dream es una de las bandas pioneras del movimiento denominado krautrock, una vertiente del rock progresivo surgida en Alemania, y que se caracteriza por la utilización de diferentes elementos electrónicos. En sus primeros trabajos ya se atisbaba el talento de esta formación berlinesa liderada por Edgar Froese, pero Phaedra fue el álbum que los catapultó definitivamente dentro de su estilo. También estamos ante una obra pionera en el uso de secuenciadores como instrumentos.
De marcado carácter ambiental, fue grabado durante enormes sesiones, en las cuales la banda sufrió el deterioramiento de parte de su equipo con el paso de los días. Aún así, supieron sobreponerse, no sin gran esfuerzo, y entregaron una de las piedras angulares de la escuela berlinesa del progresivo. Destacar, sobre todo, la canción que da título al álbum, “Phaedra”, una pieza de más de 17 minutos que aglutina todos los elementos del grupo.
Formación: Edgar Froese (bajo, guitarras, mellotron, sintetizador, flauta), Peter Baumann (órgano, piano eléctrico, sintetizador, flauta) y Christoph Franke (sintetizadores, teclados).
Producido por Edgar Froese.
Yes – Close to the Edge (1972; Atlantic)
Un álbum que define muy bien lo que es el rock progresivo, con todas sus virtudes y excesos. Los primeros discos de Yes se caracterizaban por un minutaje bastante corto en sus canciones, algo que fue cambiando, primero, en The Yes Album (1971), y después en los aclamados Fragile (1971) y en el que nos ocupa. A partir de ahí, casi siempre sería igual. Y digo casi, porque también tuvieron tiempo de embarcarse en discos más comerciales. Esta colosal obra reúne, básicamente, tres grandes composiciones con diferentes movimientos.
En ellas podrás percibir diferentes cambios de ritmo, gran técnica y estructuras complejas, y un trasfondo filosófico dentro de un ambiente casi festivo. No te asustes por la extensión de la inicial “Close to the Edge”, la percepción es diferente si disfrutas de todas sus partes. En “And You and I” y “Siberian Khatru”, tampoco hay momentos de relleno y sí mucha melodía con tintes fantásticos.
Formación: Jon Anderson (voces), Steve Howe (guitarras, sitar, coros), Chris Squire (bajo, coros), Rick Wakeman (teclados) y Bill Bruford (batería, percusión).
Producido por Yes y Eddie Offord.
Amon Düül II – Yeti (1970; Liberty)
La segunda evolución de Amon Düül fue, desde luego, mucho más prolífica e interesante que la primera. El oscuro pasado hizo que reformasen la banda y remozasen el nombre. Debutaron así con el gran Phallus Dei (1970), pero sorprendentemente se superaron con Yeti. No por nada son uno de los abanderados del krautrock y el rock psicodélico. Estos alemanes nunca han tenido miedo de experimentar, de ofrecer shows con improvisaciones varias, y ese carácter musical se puede percibir aquí.
Si quieres comenzar a escucharlos, prueba con el tema “Archangels Thunderbird”, todo un hit en el que muestran sus principales rasgos identificativos. Hay riffs crujientes, voces casi demoníacas, una base rítmica solvente, y una gran capacidad creativa. También es obligatorio mencionar “Soap Shock Rock”, principalmente su movimiento llamado “Halluzination Guillotine”, así como la densa y extraña “Eye Shaking King”.
Formación: Renate Knaup (voces, pandereta), John Weinzierl (guitarra, guitarra de doce cuerdas, coros), Chris Karrer (violín, guitarra, guitarra de doce cuerdas, coros), Dave Anderson (bajo), Falk Rogner (órgano), Christian Thierfeld (bongos, coros) y Peter Leopold (batería).
Colaboran Rainer Bauer (guitarras, voces), Ulrich Leopold (bajo) y Thomas Keyserling (flauta). Producido Olaf Kübler.
Jethro Tull – Thick As A Brick (1972; Chrysalis)
Al líder de Jethro Tull, no le gustó que la crítica especializada dijese que Aqualung era un álbum conceptual. A raíz de esto, Ian Anderson declaró que los críticos iban a tener su ansiado álbum conceptual, y así ha sido, puesto que Thick As A Brick está basado en una historia desarrollada en dos partes. Y son dos, porque había que hacerlo obligatoriamente, si no estaríamos hablando de una sola. Está basado en un poema escrito por un niño ficticio llamado Gerald Bostock.
La banda británica, fue una de las más respetadas e ingeniosas del rock progresivo fusionado con el folk acústico, y todo gracias a álbumes como el que nos ocupa, aunque hay que remarcar que la década de los 70 fue tremendamente prolífica para ellos. Las voces de Anderson, de las más inspiradas de su carrera, y las melodías, simplemente fantásticas. Todos los músicos aportaron su granito de arena al realizar un trabajo memorable. Fue número 1 en los Estados Unidos.
Formación: Ian Anderson (voces, guitarra acústica, flauta, violín, trompeta, saxofón), Martin Barre (guitarras, flauta), Jeffrey Hammond (guitarras, partes habladas), John Evan (órgano, piano, clavecín) y Barriemore Barlow (batería, percusión).
Colabora David Palmer (arreglos orquestales). Producido por Ian Anderson y Terry Ellis.
Banco del Mutuo Soccorso – Darwin! (1972; Ricordi)
Quizá sea el grupo más importante del rock progresivo italiano, junto a Premiata Forneria Marconi y Le Orme. La década de los 70 ha sido la época más importante de la banda, y esta la iniciaron con tres obras excelentes: Banco del Mutuo Soccorso (1972), Darwin! (1972) y Io Sono Nato Libero (1973). Podría haber puesto cualquiera de los tres y no me habría equivocado. Sin embargo, he optado por Darwin!, un álbum conceptual basado en la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Musicalmente está ubicado dentro del rock sinfónico-progresivo, con cierta tendencia a la pomposidad y el dramatismo, muy habitual en la escena prog italiana. La primera parte del álbum, está compuesta por “L’evoluzione” y “La conquistta della possizione eretta”, las dos principales composiciones del mismo, y ambas rondando o superando los diez minutos. El álbum está plagado de enormes desarrollos instrumentales, tan complejos como inventivos.
Formación: Francesco Di Giacomo (voces), Marcello Todaro (guitarras), Renato D’Angelo (bajo, bajo doble), Vittorio Nocenzi (órgano, clavecín, sintetizador), Gianni Nocenzi (piano, clarinete) y Pier Luigi Calderoni (batería).
Producido por Alessandro Colombini.
Mike Oldfield – Ommadawn (1975; Virgin)
Antes de que Mike Oldfield comenzase un viaje por multitud de estilos musicales, comenzó su carrera rindiéndose a las mieles del rock progresivo que tan en boga estaba en la década de los 70. Es cierto que Tubullar Bells (1973) fue un álbum debut sensacional, pero Ommadawn proporciona una paleta sonora mucho más sofisticada y efectiva. A caballo entre el rock progresivo, la new age y el folk, el álbum se divide en dos partes, simplemente tituladas “Part One” y “Part Two”.
Aunque en otros estilos sí que ha publicado algún disco más que notable, hay que decir que, en creatividad y elaboración, pocos pueden competir con este trabajo. A pesar de contar con músicos de sesión, es Mike el que se ocupa de tocar prácticamente todos los instrumentos. No consiguió el número 1 en el Reino Unido, como sí logró con sus dos primeros trabajos, sin embargo, la obra tampoco estaba enfocada para ello.
Formación: Mike Oldfield (arpa, guitarras, bajo, mandolina, bodhrán, buzuki, banjo, espineta, pianos, sintetizador, glockenspiel, percusión), Don Blakeson (trompeta), Christopher “Herbie” (gaitas), The Hereford City Band (sección de bronces), Leslie Penning (director de la sección de bronces), David Strange (violonchelo), Eddie Tatane, Ernest Mothle, Julian Bahula y Lucky Ranku (percusión africana), Terry Oldfield (flauta de pan), William Murray (percusión), Pierre Moerlen (timbal), Bridget St. John, Clodagh Simonds, Sally Oldfield y The Penrhos Kids (voces).
Producido por Mike Oldfield.
Focus – Focus II (Moving Waves) (1971; Imperial)
Focus es una de las formaciones más importantes de los Países Bajos. Además, han conseguido una merecida repercusión internacional. Precisamente, Focus II es el álbum con el que comenzaron a triunfar en otros países, sobre todo en el Reino Unido, donde lograron escalar hasta el puesto número 2 de sus listas. En Estados Unidos lograron un meritorio disco de oro. ¿Y a qué se debe tal crecimiento? Principalmente a la calidad de sus composiciones, todas ellas empapadas de rock sinfónico-progresivo y ciertas dosis de jazz rock.
El buque insignia del álbum es “Hocus Pocus”, uno de los himnos más representativos del grupo. Quizá el que más, junto a “Sylvia”, que aparecería en el siguiente trabajo y ayudaría a cimentar una sólida carrera musical. Otro de los cortes importantes es “Eruption”, suite extraordinaria de algo más de 23 minutos de duración, en la que destaca magistralmente la guitarra de Jan Akkerman.
Formación: Thijs Van Leer (órgano Hammond, armonio, piano, mellotron, flauta, voces), Jan Akkerman (guitarras, bajo), Cyril Havermans (bajo, voces) y Pierre van der Linden (batería, percusión).
Producido por Mike Vernon.
Procol Harum – Shine on Brightly (1968; Regal Zonophone)
Es probable que Procol Harum haya sido preso del éxito de “A Whiter Shade of Pale”, un hit de talla mundial que les dio la fama al comienzo de su carrera. Muchas personas aún creen que los británicos son un grupo one hit wonder, pero realmente no es así. Entre finales de los 60 y mitad de los 70, la trayectoria de la banda fue sumamente sólida. Debutaron con un notable primer y homónimo trabajo, pero un año más tarde mostraron una mayor madurez en Shine on Brightly, trabajo en el que destacan canciones como la que da nombre al álbum, que al fin y al cabo fue la que más trascendió.
También sobresalen “Quite Rightly So” y “Skip Softly (My Moonbeans)” en la primera parte de la obra, y la extensa “In Held Twas In I”, que en formato vinilo, ocupa prácticamente la totalidad de la segunda cara. Mencionar que Procol Harum tenían un letrista específico llamado Keith Reid, para apoyar el buen hacer de músicos como Gary Brooker, o el excelente guitarrista Robin Trower.
Formación: Gary Brooker (voces, piano), Robin Trower (guitarras, voces), Dave Knights (bajo), B. J. Wilson (batería), Matthew Fisher (órgano, voces, piano) y Keith Reid (textos).
Producido por Denny Cordell.