A finales del presente año se celebrarán las elecciones legislativas de Venezuela. La Asamblea Nacional se renovará por completo, lo que supone un cambio radical en el escenario político venezolano, al girar gran parte de su realidad cotidiana en torno a lo que sucede en el palacio legislativo y con sus diputados.
En un primer momento, la izquierda venezolana hoy en el poder, vería el ocaso definitivo de Juan Guaidó, algo que ya ha sucedido dentro de las fronteras de la nación caribeña, pero no fuera de ellas, ya que pese a no tener apoyo social, ni político -sus antiguos compañeros de la oposición votaron por Luis Parra para la presidencia de la AN- ni militar; Estados Unidos (EEUU) lo sigue sustentando con fondos de su agencia estatal USAID, porque mediante sus medios de comunicación, de manera artificial, han conseguido que el golpista mantenga una alta popularidad, que usarán para boicotear el proceso electoral, y acusar de fraude incluso antes de que se produzca la jornada electoral.
- Credibilidad democrática. El hecho de que el gobierno de Nicolás Maduro haya sido capaz de interpelar a la mayoría de la oposición para que se plieguen a la agenda democrática pactada en el proceso de diálogo que él mismo impulsó, permitirá elegir una nueva directiva del poder electoral, lo que abrirá la puerta a la participación de la mayoría de la oposición. La credibilidad democrática de la nueva Asamblea Nacional está asegurada. Que la Comunidad Internacional no disponga de argumentos para no reconocer el poder legislativo dotará de credibilidad democrática al conjunto de la institucionalidad venezolana, incluido al ejecutivo de Nicolás Maduro, pondrá en mayor evidencia el bloqueo de la administración de Donald Trump, que estaría en riesgo de resquebrajarse, y mantendrá vigentes los acuerdos del diálogo, que pasan por que la oposición se sume, con hechos, a la petición del fin de las medidas coercitivas.
- Fin político de Juan Guaidó. Una vez se celebren las elecciones, Juan Guaidó no tendrá razón política para ser dirigente ni siquiera de manera abstracta en los medios de comunicación, ya que la AN que él presidió será parte del pasado sin poder conectar con el presente, ya que los argumentos que él usa para perpetuar en el tiempo el actual escenario, se romperán por la realidad, que mostrará que el fraude supuestamente hecho por el Consejo Nacional Electoral, en base a acusaciones de que éste es chavista, no será creíble porque hay una nueva directiva elegida, surgida mediante unos mecanismos en los que participa la oposición. Tampoco podrá aferrarse a la idea-fuerza de que él tiene legitimidad democrática porque lo votaron, ya que la estrategia de EEUU que él sigue le impide participar. Ni siquiera podrá responsabilizar a la Asamblea Nacional Constituyente, que se disolverá una vez se celebren las elecciones.
- Iniciativa parlamentaria. Las legislativas no son solo importantes por el hecho de terminar con el último liderazgo de una oposición que tendrá problemas por la falta de cuadros políticos que sean capaces de interpelar a una base social de gran tamaño, que se encuentra actualmente desmovilizada y dividida en base a odios internos, y también por la batalla electoral que sufrirá para determinar quién lidera una posible unidad, sino porque le permitirá al chavismo recuperar la iniciativa parlamentaria. Han sido cinco años con la Asamblea Nacional en desacato, una estrategia de la oposición, que al no tener agenda política con propuestas para mejorar la situación del país, decidió mantener el fraude electoral de tres de sus diputados para que la justicia venezolana no tuviera más remedio que bloquear sus competencias, con lo que sostener un posición creada artificialmente en la que denunciaban una inexistente represión institucional que justificase sus pretensiones golpistas. Además, de esta manera impedían la aprobación de leyes urgentes necesarias para salir de la crisis inducida por Estados Unidos mediante las medidas coercitivas apoyadas por gran parte del sector privado.
Salir de esa limitación institucional, y poder usar el poder legislativo para hacer frente al bloqueo, hacer valer las leyes que han sido aprobadas para garantizar los derechos básicos, e investigar la corrupción y los posibles delitos cometidos por Juan Guaidó y sus colaboradores, o lo que es lo mismo, manejar la Asamblea Nacional con métodos democráticos para alcanzar fines constitucionales, conseguirá una rápida mejoría de las condiciones de vida materiales de la mayoría social de Venezuela.