El 6 de febrero saltaba la alarma en Euskadi, el vertedero de Zaldibar -una localidad vizcaína que se encuentra cerca de Eibar y Ermua– se había derrumbado sepultando a dos operarios, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, bajo kilos y kilos de escombros. Un mes y pocos días después nada se sabe aún de ellos. Este suceso -y su gestión- han culminado en una crisis para Euskadi basada en tres ejes principales: sanitaria, medioambiental y política.
Cronología de un desastre
Según fuentes oficiales, el vertedero recibía una cantidad total de media tonelada de residuos al año. Estas mismas fuentes especificaban que se trataba de residuos no urbanos (restos siderúrgicos, materiales de construcción). Aún hoy se desconoce la razón del derrumbe. El mismo jueves del derrumbe comenzaron con los trabajos de rescate. Tanto los bombero y la ertzaina participaron en el rescate usando palas. A la una de la madrugada del viernes, el rescate se paró, ya que se había confirmado la presencia de amianto. Una sustancia que inhalada es cancerígena.
Aquel fin de semana las labores de rescate fueron intermitentemente suspendidas, una de las razones fue que la ladera era inestable. El 8 de febrero se sumó el incendió en la parte alta del vertedero. Las nubes de humo tóxico se extendieron por los alrededores, algo que preocupó a los vecinos por el riesgo de la contaminación.
Mientras, las familias y los allegados se mostraban preocupados tanto por la situación, como por la gestión de la misma. El lehendakari Urkullu, guardó silencio los cuatro primeros días desde el derrumbe. Apareció en público el 10 de febrero, para convocar las elecciones del próximo 5 de abril. Respondiendo a la crítica hecha desde sectores de la sociedad por la ausencia de información por parte del Ejecutivo, afirmó que habían activado la mesa de crisis en el mismo momento que se dio el desprendimiento. Al disolver el Parlamento, dejó a la oposición sin la opción de acceder a los datos relativos a la crisis.
Ese mismo día los vecinos de Ermua, Zaldibar y Eibar salieron a la calle para mostrar su enfado ante la mala gestión institucional.
Irregularidades
El 11 de febrero, el Juzgado de Durango abrió diligencias para investigar el derrumbe y las posibles responsabilidades. Son varias las instituciones que se presentan a la causa. El Gobierno Vasco por su parte, dio siete días a la empresa propietaria, Verter Recycling 2002, para que presentará un plan de acción. La empresa contrató a un gabinete de prensa para que hicieran frente a la “crisis”.
No fue hasta el 12 de febrero, cuando Iñigo Urkullu se reunió por primera vez con las familias de los dos operarios sepultados. También fue ese el día en el que el Gobierno Vasco realizó la primera reunión con la empresa. Después le abrieron un expediente. Al día siguiente, se retomaron las labores de búsqueda.
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El 14 de febrero, recomendaron a los vecinos de Zaldibar, Eibar y Ermua que cerraran las ventanas, puesto que los análisis habían detectado dioxinas y furanos en el aire en proporciones cuarenta veces superiores a las mediciones normales. Esta medida también trajo la suspensión del partido de fútbol entre el Eibar y la Real Sociedad.
Zaldibar Argitu orain
El 15 de febrero una multitudinaria manifestación, en la que los vecinos de Elgeta, Eibar, Ermua y Zaldibar (pueblos limítrofes de Gipuzkoa y Bizkaia) salieron a la calle, recorrió las calles bajo el lema “Zaldibar Argitu orain” (Esclarecer Zaldibar ahora). Exigieron transparencia y precisión en las informaciones y un plan concreto de actuación. Tampoco se olvidaron de reclamar responsabilidades. A los gritos de “Zaldibar argitu!” se sumaron los gritos que exigían la dimisión de Iñaki Arriola (PSE) e Iñigo Urkullu (PNV), el consejero de Medio Ambiente y el presidente del Gobierno vasco, respectivamente.
Helene Alberdi, representante de los familiares de los trabajadores desaparecidos, fue la última persona en tomar la palabra. Agradeció la asistencia, el apoyo y el cariño recibidos desde el suceso, y finalizó deseando que la presión hecha en la manifestación fuera suficiente para que se tomaran en serio el trabajo y sacaran a sus familiares de ahí en la mayor brevedad posible.
Mesa de crisis de Zaldibar
Los únicos que están presentes en la mesa técnica que gestiona la crisis son los departamentos implicados del Gobierno vasco y los alcaldes de Ermua, Zaldibar y Eibar. Aunque el municipio de Elgeta se encuentra a tan solo 200 metros del vertedero, el alcalde denunció no haber sido invitado, sería el único miembro de EH Bildu. Los partidos de la oposición también han denunciado la relación existente entre dos miembros de la mesa y lobby de las incineradoras.