En la anterior entrega se dio a conocer de manera breve las acciones que ha tomado la oposición venezolana ante la crisis pandémica del coronavirus y el alcance que ha tenido éste en el país.
Un análisis que concluyó en la necesidad de la derecha fascista de presentar como principal foco de atención ante la Comunidad Internacional un escenario efusivamente crítico en los sectores económico, político y social. Siendo favorecida fundamentalmente por el bloqueo internacional y la construcción de la realidad a través de los medios de comunicación.
>>Análisis del papel de la oposición venezolana ante la pandemia (I)<<
Venezuela, pese a ser una nación que sufre un cerco comunicacional, se mantiene presente en sociedades hiperconectadas en las que en medio de la pandemia, las redes sociales son utilizadas para manipular de manera simbólica lo que sucede a unos cientos metros de nuestras propias casas.
Toodo esto se basa en la doctrina de guerra no convencional, expuesta detalladamente en el manual de Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos TC18-01, donde realizó sus propuestas hace más de cuatro décadas el experto en golpes de la CIA, Gene Sharp. Hoy en día se siguen utilizando, siendo éste uno de los 198 métodos aplicados para derrocar la Revolución Bolivariana.
La aptitud de la oposición, a pesar de la grave situación por la atraviesa no sólo Venezuela sino también el Mundo, gira en torno a desobedecer las leyes que se dictan en la Constitución Bolivariana, crear gobiernos paralelos y sobrecargar los sistemas administrativos del Estado.
Aprovechando, en medio de la vulnerabilidad, la mala disposición conferida por el gobierno Norteamericano bajo la falsa petición de ayuda humanitaria, que sirve como excusa para socavar los recursos económicos con los que hoy los venezolanos pueden contar.
Más sanciones
Por medio de discursos engañosos que colocan el sistema de salud en deterioro, por la supuesta fractura exponencial de las políticas públicas que ha tomado la Revolución Bolivariana, liderada por el presidente Nicolás Maduro, hoy representantes de este sector de la oposición pide que se le apliquen más medidas coercitivas unilaterales al pueblo venezolano.
Admitiendo así que estas agravan más la situación económica, y que afectan tanto a altos funcionarios del Estado como a la mayoría social:
- A la juventud que necesita estar bien alimentada para recibir la educación gratuita que el Estado Bolivariano le proporciona.
- A los mayores que no pueden adquirir un medicamento debido a la retención de buques farmacéuticos por parte del gobierno de Donald Trump.
- A las mujeres que acaba de dar a luz y requiere de una incubadora especial que posee solo repuestos importados.
- A los hoy 175 infectados por coronavirus que reciben la atención médica gratuita gracias a las atenciones otorgadas por el Gobierno Bolivariano.
Estrategia que limita la liquidez para para la obtención de suministros médicos, alimentación o combustible, y que a su vez expone parte de los representantes de este sector político y el trabajo mano a mano que mantienen de manera indiscutible con el gobierno estadounidense.
La otra cara de la moneda
El actual presidente de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, el Diputado Luis Parra, quien representa al sector mayoritario de la derecha venezolana que apoya una posición de respeto a la constitución. Al contrario de su compañero, Juan Guaidó quién planteó la conformación de un Gobierno de Unidad Nacional sin la presencia de Nicolás Maduro, presidente constitucional de la República.
>>Análisis mediático de Luis Parra y Juan Guaidó<<
El diputado opositor, al detectarse los primeros casos de COVID-19 en el país, reiteró como en otras oportunidades, la necesidad del cese de sanciones contra empresas estatales y funcionarios del Gobierno Bolivariano, manifestando su desasosiego por el efecto que las mismas puedan tener en Venezuela.
Parra apela por el camino democrático, manteniendo una posición firme que llama a la unidad y que todos los sectores deberían trabajar en conjunto para lograr el apoyo internacional, para que el Gobierno de los Estados Unidos se vea obligado a levantar las sanciones que pesan sobre el país.
Emitiendo un comunicado en la que llama a la “Unión Nacional” para enfrentar la amenaza del COVID-19, el diputado dice abrir las puertas del parlamento para que todos los venezolanos puedan trabajar “en procura de activar los protocolos y mecanismos, para evitar que la llegada del coronavirus al país se vuelva una tragedia nacional“. Situación que coloca en gran desventaja nacional al equipo opositor que se maneja desde las sedes de Washington.
>>Venezuela: avances de la guerra psicológica y coronavirus<<
A pesar de los esfuerzos realizados por parte de los diputados de la Asamblea Nacional, y la colaboración con la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la Cruz Roja, la brújula internacional sólo apunta en una dirección, a la desestabilización del sistema gubernamental venezolano.
Un aspecto particularmente prominente, dado que pese a los pocos contagios y fallecimientos por el coronavirus que se han producido en Venezuela, los medios internacionales apuestan por el quiebre democrático.
La llevan a cabo exponiendo artículos que envuelven a estos diputados opositores que adversan constitucionalmente a la izquierda, en actos de corrupción o narcotráfico, repitiendo el mismo discurso de directivos estadounidenses contra dirigentes del chavismo. Igualmente sin aportar pruebas.
>>El coronavirus COVID-19 no logra propagarse en Venezuela<<
Además no dejan de señalar el deterioro del sector público como consecuencia de una mala gestión, y falta de políticas públicas eficientes que han llevado a una crisis económica que coloca a Venezuela como la peor inversión.
Son las justificaciones con las que el Gobierno norteamericano representado por Julio Borges y Juan Guaidó usan para arremeter contra las labores hechas por parte del gabinete ejecutivo ante esta pandemia. Y con las que ocultan que el motivo, en su mayor parte, son las sanciones.