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Bad Bunny y la mercantilización del feminismo

Si hablamos de la mercantilización del feminismo, la industria de la música está dentro de ella. Claro que el género musical no es malo, lo calificado como malo es la letra de algunas canciones.

La mayor parte de los jóvenes han sido atraídos por la música urbana, sobre todo los jóvenes latinoamericanos. No hay fiesta, reunión, discoteca donde no pongan un reggaetón o trap. Aunque tengan esa letras en las que se hacen referencia a la mujer como un objeto sexual, con las palabras más groseras que pueden existir, la diversión no para.

Hace meses atrás, uno de los más grandes exponentes de trap, el conocido Bad Bunny, sacó su canción llamada “Yo perreo sola”. Podemos fijarnos que todo el contenido le hace un honor al feminismo pero ¿su objetivo es realmente promover el feminismo, o llegar comercialmente a una audiencia más amplia de jóvenes?

Es importante analizar todo, desde el inicio hasta la actualidad. Pues aunque muchos aplauden las últimas posturas del artista, es necesario recordar sus antecedentes.

El autor de “Diles que tú eres mía, mía. Tú sabes que eres mía, mía. Tú misma lo decías cuando yo te lo hacía”, nos muestra una gran contradicción a aquello con la letra de “Solo de mí”. Podemos mencionar también la letra de “Soy peor”: “Sigue tu camino que sin ti me va mejor. Ahora tengo a otras que me lo hacen mejor”.

Pero luego aparece un Bad Bunny en escenarios usando faldas, reclamando por los derechos de mujeres y grupos LGBTI. Diciendo “que ningún baboso se le pegue”, y meses atrás decía “pero tú estás más dura, te hiciste el culo, las tetas y la cintura”.

No es por atacar a Bad Bunny, esto solo es un análisis para recordar cómo en muchas ocasiones los artistas usan ciertas luchas sociales en sus plataformas para poder alcanzar mayor audiencia y por ende, vender más. Tenemos claro que no es el único artista que hace uso de una ideología, de una bandera de lucha para comercializar, pues existen muchos más, y no solo artistas, sino también marcas de ropa por ejemplo.

Ya es cuestión de cada uno entender si esto es un caso más de purplewashing o si el cantante está siendo sincero y reivindicativo. Pero dentro de estas industrias del comercio, del dinero, de la fama; es muy probable que sea oportunismo y nada más.

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