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Julio Anguita: el Califa Rojo se ha ido

Sobre las once de la mañana de hoy, se conocía la noticia del fallecimiento de Julio Anguita, el líder histórico de Izquierda Unida. Convivía con un frágil estado de salud que le impedía salir de casa, apenas salía de su domicilio.

El histórico líder de IU y quien fuera alcalde de Córdoba, sufrió un paro cardíaco hace una semana. Fue ingresado en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Reina Sofía de Córdoba y hoy ha fallecido a sus 78 años de edad.

El Califa rojo, una vida a la izquierda

Julio Anguita nació en 1941 en Fuengirola, Málaga, en una familia de militares. Se sacó la licenciatura en Historia en la Universidad de Barcelona. Fue docente de profesión y en su juventud (1972) se afilió al Partido Comunista de España (PCE), que en aquel entonces era un partido clandestino.

Su personalidad carismática y el estilismo lingüístico usado en sus discursos, paulatinos y agudos, le ayudó en el camino que le llevó a la cima de la política.

Julio Anguita pasa a la historia como el maestro comunista que creó Izquierda Unida y como uno de los líderes que guió a la izquierda a la después de la dictadura.

>>Diccionario Político: Julio Anguita<<

Tras su primer infarto, volvió a la política para guiar la constitución de la “nueva izquierda” surgida del movimiento conocido como el 15-M. De ello nació Unidas Podemos.

Liderazgo desde la intelectualidad

Respetado por la mayoría de sus oponentes políticos, quienes pese a sus discrepancias con él, valoraban de manera positiva su liderazgo desde la intelectualidad.

Julio Anguita se ha ido, tras una vida de lucha política. Respetado por su honestidad y por su integridad política, se ha ido en un momento en el que más falta hacen su coherencia y su compromiso.

Descanse En Paz Maestro

“Mientras haya un pirata enfrente como EEUU, violando el derecho internacional y apretando a una pequeña nación llamada Cuba, el comandante Fidel y yo, en la misma trinchera, disparamos contra él”.

“Si eso que tenéis delante ya no os mueve, entonces yo os diría solamente una cosa y también me la diría a mí, poneos de rodillas y ya que os terminen de pisar la cabeza… ¡Rebelión! ¡Rebelión! ¡Rebelión!”.

“No soy comunista ‘de misa y olla’, reivindico mi parcela de libertad de pensamiento”.