Citado a escribir me encuentro con la noticia del campeonato del Liverpool F.C. y no puedo pensar en otro tema que Jürgen Klopp y la izquierda, pero este no es un portal de fútbol, así que creo que me he metido en un lío del que no saldré ileso.
Empecemos reduciendo las asimetrías con quienes no siguen el fútbol: Jürgen Klopp es el director técnico del Liverpool F.C., flamante campeón de la liga inglesa de fútbol y campeón reinante de la UEFA Champions League, el torneo de fútbol más prestigioso del mundo a nivel de equipos. Anotado esto, Klopp está, por tanto, en la mesa chica de los triunfadores en el planeta fútbol de estos últimos años.
Ahora exploremos un poco más, porque esto de ganar campeonatos es a veces como el Producto Interno Bruto de un país o las utilidades de una empresa: lo más importante no es cuánto se logra sino cómo.
Un país puede lograr que su economía crezca a ritmos muy acelerados, pero a costa de precarización laboral, daño ambiental y privatizaciones a la carta. El resultado en el PIB puede ser maravilloso, pero en el nivel de bienestar de sus ciudadanos, una catástrofe. Igual ocurre en una empresa que logra generosas utilidades a través de políticas laborales oprobiosas, publicidad engañosa y evasión tributaria. El resultado para sus accionistas es muy saludable, pero para sus trabajadores y para el Estado no.
El mundo del fútbol no es ajeno a esta lógica. Se puede ganar con artimañas, priorizando la destrucción del juego del rival en lugar de la construcción del propio y ensuciando los partidos con simulaciones, reclamos permanentes a los árbitros y declaraciones incendiarias ante la prensa. Se puede ganar así, es cierto, y tal vez sea legal, pero es indigno.
Más allá de la lógica resultadista con la que todos y todas comulgamos un poco porque queremos ser campeones alguna vez, hay otro mundo que es el de los procesos nobles, el de las buenas prácticas. Jorge Valdano, campeón del mundo como jugador, director técnico y escritor, lo ha sentenciado con una frase que vale oro: “Ganar quieren todos, pero solo los mediocres no aspiran a la belleza”.
Vuelvo a Jürgen Klopp: sus equipos son solidarios y valientes; generosos también. Se brindan en pro del espectáculo, minimizan los trucos y jerarquizan los procedimientos. Aspiran a la belleza. Y, además, ganan campeonatos: Desde 2010 hasta la fecha sus dirigidos en Alemania e Inglaterra han levantado nueve copas de diferentes torneos nacionales, internacionales y mundiales.
Jürgen Kloppy la izquierda política tienen muchas coincidencias en conceptos como la solidaridad y la construcción de procesos, que además él amalgama con innovación táctica, conductas deportivas nobles y alto nivel de presión lícita al contendor para transformar la presión en posesión del balón y la posesión en goles, que es algo parecido a convertir impuestos en obras.
Sus dos últimos equipos, el Borussia Dortmund y el Liverpool F.C., están afincados en ciudades con una enorme población de trabajadores industriales, sindicalizados y socios del club. Esto último, aunque el fútbol es todo un gran negocio mundial en el que se mueven fortunas inimaginables, no es un dato menor.
Muchas coincidencias, anotaba antes, y es que para que todo tenga sentido, va lo siguiente: Klopp es de izquierda. O de izquierdas -en plural- como lo dicen en España. En una entrevista al diario inglés The Guardian en 2018 aseveró “estoy en la izquierda, por supuesto. Más a la izquierda que en el medio. Creo en el estado de bienestar. No estoy asegurado de forma privada. Nunca votaría por un partido que promete reducir impuestos a los más ricos. Mi entendimiento político es el siguiente: Si me va bien, también quiero que otros les vaya bien. Si hay algo que nunca haré en mi vida, es votar por la derecha”.
La relación entre Jürgen Klopp y la izquierda no es privativa de él ni es una excepción. Hay cientos o miles de casos para citar, pero este es el de coyuntura. Podríamos escribir sobre Ángel Cappa, Carlos Caszely, la afición militante del Athletic Club de Bilbao o Sócrates, el futbolista, claro, no el filósofo, pero para ello necesitaríamos que elestado.net cree una sección de Fútbol y Política, ¿será posible?
Mientras tanto, ¡saludo el campeonato del Liverpool! Siempre es una buena noticia para el fútbol y para la vida que directores técnicos como Jürgen Klopp ganen porque al final ganamos todos. Y todas.
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