Estaba planificado para que saliesen en esta sección más adelante, sin embargo, el fallecimiento de Eddie ha acelerado el proceso. Por este motivo, el artículo de hoy será dedicado a los flamantes Van Halen.
Van Halen es una de las formaciones que han brillado con luz propia dentro del hard rock. O quizá deberíamos decir que ha brillado, puesto que el reciente fallecimiento de Eddie Van Halen, uno de sus cofundadores y, sin duda, su cara más conocida, hace que pensemos que la actividad de la banda pueda parar definitivamente.
Los comienzos
Van Halen se formó en el año 1972 en Pasadena, localidad perteneciente al estado de California (Estados Unidos). Sus impulsores fueron los hermanos Van Halen, Eddie y Alex, ambos de ascendencia neerlandesa y nacidos en Ámsterdam (Países Bajos), junto al estadounidense Mark Stone.
Los citados hermanos se trasladaron junto a sus padres, de Países Bajos a los Estados Unidos, cuando apenas eran unos adolescentes. Por eso la agrupación nace en este último país.
Durante los primeros años, ese grupo que sobresaldría desde sus primeros pasos, se hacía llamar Mammoth. Más adelante, el bajista Mark Stone sería sustituido por Michael Anthony y, para las labores vocales, contaron con David Lee Roth. Fue en ese momento cuando decidieron cambiar definitivamente el nombre. Apostaron que el apellido de los dos Van Halen sería idóneo y definitivo.
El éxito a la vuelta de la esquina
Los cuatro músicos comenzaron a dar diferentes recitales en localidades colindantes y no tardaron en llamar la atención, no solo de espectadores anónimos, sino también de músicos como Gene Simmons. Sí, puesto que el bajista y covocalista de Kiss quiso ayudarles a asomar la cabeza y les financió una pequeña demo. Además, trató de que fichasen por la discográfica que les tenía en nómina, pero rechazaron la propuesta.
El ánimo no decayó en ningún momento y, en uno de sus numerosos directos, llamaron poderosamente la atención a varios ejecutivos de Warner Bros. Fruto de ello, firman con el sello y se disponen a preparar lo que sería su álbum debut. Uno de esos ejecutivos que se quedaron impresionados, Ted Templeman, hizo las labores de producción y les ayudó a grabar su disco homónimo.
Un debut de ensueño
Con Van Halen (1978) superan todas las expectativas. Gracias a los directos del grupo, a que los asistentes se iban quedando impresionados y a algunas emisoras de rock, son descubiertos por una gran mayoría y reciben el aplauso de la crítica que, asiste estupefacta a un alarde de técnica por parte de Eddie Van Halen. Sí, puesto que este autodidacta fue capaz de mostrar su habilidad para el tapping, algo novedoso por aquel entonces, y una destreza con el instrumento que llevó a evolucionar magistralmente otras técnicas anteriormente vistas, aunque hasta ese momento no habían sido muy pulidas. Al cabo de unos meses, el álbum alcanzó el disco de platino y varias de sus composiciones, como “Ain’t Talkin’ Bout Love”, la efervescente “Eruption” o la extraordinaria versión del “You Really Got Me” de The Kinks, se convirtieron en clásicos instantáneos.
Lo difícil viene después
Con el efecto sorpresa ya superado, el grupo tenía que demostrar su valía al mundo. Sin perder tiempo, publicaron Van Halen II (1979), con una propuesta similar a su antecesor, y el menos festivo y mucho más serio, Women and Children First (1980). Estos dos trabajos mantuvieron su estatus de estrellas de la música, aunque ninguno de ellos logró el recibimiento de su debut, aún siendo muy buenos discos y cosechando ventas millonarias.
Con una formación muy consolidada, la máquina estaba más que engrasada. Esto se hace notar en obras como Fair Warning (1981), donde títulos como “Unchained” o “Mean Street” impulsaban a la misma hasta el número 5 de las listas, mientras las ventas seguían bajando. Esa tendencia se cortó con el más discreto Diver Down (1982), pues curiosamente llegó hasta el número 2 y devolvió al grupo un número de ventas considerable.
Controversia y nuevo éxito
El año 1983 supone un punto de inflexión, otro más en la carrera de la formación estadounidense. Van Halen anuncian un nuevo trabajo para principios del próximo año. Precisamente se llamará 1984. Sin embargo, muchos temieron lo peor cuando, a finales de 1983, aparece “Jump” una y otra vez en todas las emisoras del país. Se trata de un tema en el que las guitarras no sobresalen, pues parte de su espacio fueron ocupados por sintetizadores y teclados.
Cuando apareció el álbum a la venta, la sensación de alivio se apoderó de muchos. El disco cumplía con las expectativas creadas y rebosaba calidad. Es cierto que contenía muchos teclados, pero la contundencia de la banda seguía estando presente. De hecho, otros cortes como “Panama” y “Hot for Teacher” dejaban bien claro que las guitarras del carismático Eddie Van Halen no iban a desaparecer.
Con el tiempo, el álbum se situó en cifras muy similares a las de su debut y se convirtió en otro clásico del grupo.
Nuevo vocalista, aires renovados
Aunque el éxito era evidente, esto no apaciguó los ánimos en el seno de la banda. Había muchas discrepancias por la nueva dirección musical, a Roth no le gustó que Eddie colaborase con Michael Jackson y a Eddie le empezaban a ofender las salidas de tono del vocalista, quien también comenzó a trabajar en solitario y retrasó la salida del nuevo álbum. Fruto de un cúmulo de factores, David fue despedido y su puesto pasó a ser ocupado por Sammy Hagar. El nombre del nuevo vocalista fue para muchos sorprendente, puesto que Hagar ya había obtenido algún que otro éxito en solitario. Esto volvió a disparar las expectativas.
La banda afronta una nueva sesión de grabación y anuncia el título del nuevo y esperado trabajo: 5150 (1986). La sensación que quedó en el ambiente era que el grupo había dado con la tecla una vez más. Varios singles como “Why Can’t This Be Love” y “Dreams” fueron exitosos, lo que ayudó al álbum a escalar posiciones en el Billboard, llegando hasta la cima por primera vez en su historia.
Continuidad…hasta cierto punto
Curiosamente, esta sería la tónica con los posteriores OU812 (1988) y For Unlawful Carnal Knowledge (1991), en los que se encontrarían nuevos clásicos pero que, a rasgos generales, no mantenían el nivel de antiguos trabajos. Esa tendencia no se frenó en Balance (1995), a pesar de volver a contener un puñadito de temas de buen nivel. El grupo fue acusado de repetir la fórmula que le llevó a cosechar diversos éxitos (y es que repetirse suele ser motivo de merecidas críticas, salvo para AC/DC, que a ellos se les suele bailar el agua). A la crítica especializada y a los oyentes no les faltaba razón. Los álbumes 5150, OU812, For Unlawful Carnal Knowledge y Balance eran muy similares. De calidad variable, sí, pero de sonoridad y estructura similar. Tocaba mover ficha, pero todo se aceleró cuando Eddie Van Halen y Sammy Hagar comenzaron a chocar personalmente.
Esperanzas frustradas
Tras el despido de Hagar, o su renuncia voluntaria, según quién se pronuncie al respecto, Van Halen volvió a contactar con David Lee Roth con motivo de dos nuevas canciones que serían incluidas en el recopilatorio Best of Volume 1 (1996). Curiosamente, Eddie volvió a despedir a Roth, quien pensó que regresaría para quedarse y no para ser engañado, según alegó el mismo, con la grabación de dos nuevos temas.
Tocaba buscar un nuevo vocalista y la banda se decantó por Gary Cherone, conocido por brillar en las filas de Extreme. Junto a él grabaron Van Halen III (1998). Resultó ser un fracaso. Lo curioso es que tuvo una buena presencia en las listas de éxitos de todo el mundo, pero fue un espejismo. Ni la crítica ni el público aceptaron un disco tan pobre. Eso pasó factura y las ventas cayeron estrepitosamente, y con razón. Hubo consecuencias y Cherone fue despedido inmediatamente.
Nuevos rumores
Durante algunos años, el futuro de Van Halen estuvo en el aire. Nadie sabía qué iba a suceder, pero pronto se pronunció David Lee Roth al declarar que había estado trabajando nuevamente con el grupo. Sin embargo, nadie del resto del grupo confirmó nada. Lo que sí se hizo público en 2001 fue una nefasta noticia, en la que se anunciaba que Eddie Van Halen tenía cáncer. Había un buen pronóstico y muchas esperanzas de que el guitarrista se recuperase. Mientras tanto, la el grupo decidió romper la relación con Warner, su sello de toda la vida.
Resumir los siguientes meses en el seno del grupo son realmente tortuosos. Hubo separaciones sentimentales, gira conjunta entre Hagar y David Lee Roth, mientras que Eddie seguía recuperándose y anunciaba que contaban de nuevo con Sammy Hagar con motivo del recopilatorio The Best of Both Worlds (2004). Salían de nuevo de gira, con la noticia de la buena salud del guitarrista, pero pronto se torcieron las cosas. Las tensiones volvieron a aparecer entre Hagar y el resto de la formación. Entonces, ocurrió algo inesperado y Van Halen anunció el regreso de David Lee Roth, a la vez que eran admitidos en el Salón de la Fama del Rock & Roll en 2007. Sin embargo, no habría reunión de toda la formación original, puesto que el bajista Michael Anthony sería despedido. Le reemplazaría el hijo de Eddie, Wolfgang Van Halen.
Gira exitosa, nuevo disco y tragedia
Llevaron a cabo una nueva gira que resultó ser muy exitosa. Motivados por el momento, en 2011 decidieron entrar al estudio para grabar un nuevo trabajo y así también quitar el amargo sabor de boca que dejó el nefasto Van Halen III. A principios de 2012 aparecieron los singles “Tattoo” y “She’s the Woman”. Con ellos fueron calentando motores ante la inminente publicación de A Different Kind of Truth, que si bien no es precisamente de las mejores obras de los de Pasadena, sí se puede hablar de una recuperación a nivel de calidad, más acorde con lo debería esperarse en ellos.
Poco después salieron nuevamente de gira para promocionar el disco y editaron un álbum doble en directo en 2015, aunque toda actividad se detuvo cuando, a finales de la década, Eddie Van Halen tenía que volver a luchar contra el cáncer. Esto acabó con su vida hace escasos días. El 6 de octubre de 2020 se moría uno de los guitarristas más talentosos de la historia, y ello dio lugar a muchísimos mensajes de músicos realmente consternados por la trágica noticia. Eddie se va, pero pasará a la historia por sus aportes a la guitarra y por su buen gusto para la composición.
Es evidente que el grupo ha quedado herido de muerte, como también lo es que, pase lo que pase de aquí en adelante, Van Halen ha sido y es uno de los grupos más influyentes del hard rock. Han vendido millones de discos, se han posicionado en puestos altos en las listas de álbumes y de singles, y nos han regalado enormes minutos de música.
Discografía seleccionada (Top 6)
6. 5150 (1986; Warner Bros)
Cuando se anunció que el reemplazo de David Lee Roth sería Sammy Hagar, las expectativas se mantuvieron altas tras el inicial disgusto. Esto es debido a que Hagar no era ningún desconocido. Van Halen optó por una receta musical que evolucionaba del monumental 1984, pero aprovechando al máximo la mayor técnica vocal del nuevo integrante. Esto dio como resultado un puñado de singles extraordinarios como la fantástica “Dreams”, la balada “Love Walks In” y la melódica “Why Can’t This Be Love”. Por primera vez llegaban al número 1 del Billboard estadounidense, por lo que las ventas fueron millonarias. Van Halen seguía teniendo tirón y demostraban que el cambio les podría dar nuevas posibilidades. Aquí, no defraudaron.
Canciones destacadas: “Why Can’t This Be Love”, “Dreams“, “Best of Both Worlds” y “Love Walks In”.
5. Van Halen II (1979; Warner Bros)
Tras un debut extraordinario, la banda tenía que ponerse manos a la obra para aprovechar el tirón del momento y demostrar que estaban en la música para quedarse. Un año más tarde, publicaron Van Halen II, un trabajo que sigue los patrones marcados por su antecesor, pero que palidece ante el nivel de aquel. Las cotas de inspiración siguen siendo altas, pero las composiciones pierden algo de frescura y factor sorpresa. En definitiva, aquí no se roza la excelencia, pero sí se puede hablar de un puñado de cortes notables como el single “Dance The Night Away”. Sí es cierto que la presión era máxima y que logran salir airosos, pero es probable que muchos esperasen algo más. Las guitarras son extraordinarias, la base rítmica es sólida y Roth, aunque no tiene una gran voz, es carismático como pocos.
Canciones destacadas: “Dance The Night Away”, “Somebody Get Me A Doctor”, “Light Up The Sky” y “Beautiful Girls”.
4. Women and Children First (1980; Warner Bros)
Más de uno esperaba un nuevo álbum de carácter vacilón y extrovertido, pero Van Halen quiso variar la propuesta y compuso un trabajo muy maduro y mucho más serio. Hay incluso cierta oscuridad, y eso no se lo esperaban algunos seguidores y ciertos críticos. A cambio, se obtuvo una nueva faceta musical que, dicho sea de paso, no les sentó nada mal. Los aspectos más sólidos y positivos de su música se mantenían bien intactos, si bien es cierto que las composiciones ya no poseen tantas melodías de impacto. A cambio, los textos ganan en profundidad y la sonoridad de las composiciones es más variada. Hay momentos crudos en “Romeo Delight” y “Loss of Control” y singles que pueden recordar un poco a su pasado como “And the Cradle Will Rock…” y “Everybody Wants Some!!!”. Buen tercer álbum.
Canciones destacadas: “And the Cradle Will Rock…”, “Everybody Wants Some!!!”, “Romeo Delight” y “Take Your Whiskey Home”.
3. Fair Warning (1981; Warner Bros)
Si en Women and Children First, el tercer álbum de Van Halen, empezaban a abandonar el carácter festivo de los dos primeros trabajos de la banda, con Fair Warning van un poco más allá y en él no hay ni un ápice de diversión. Es un disco oscuro, inquieto, interesante e incluso experimental. El propio Eddie Van Halen esculpe riffs de guitarra de mucha densidad, rocosos e imperturbables. No solo él se muestra en esa tesitura. La base rítmica va en esa dirección, mientras David Lee Roth se acomoda para realizar una de las mejores interpretaciones vocales de su carrera. “Mean Street” y “Unchained” son los dos cortes que pueden pasar por la categoría de clásicos, pero hay otro puñado que, aún siendo segundas espadas, son de un gran interés como “Dirty Movies”, “Hear About it Later” y “So This Is Love?”. ¿El disco más duro de Van Halen? Probablemente.
Canciones destacadas: “Mean Street”, “Dirty Movies”, “Hear About It Later” y “Unchained“.
2. 1984 (1984; Warner Bros)
1984 es el disco que más controversia generó en los primeros días tras su publicación. La culpa la tenían los teclados y sintetizadores de su primer single, “Jump”. Sin embargo, la utilización de los mismos venía dándose desde el tercer trabajo, aunque hasta el momento nunca llegaron a ocupar un primer plano. Esa controversia se terminó cuando el álbum cogió poso y mostró tener calidad en las composiciones y se recreaba en un sonido que atrapaba con las sucesivas escuchas. Ese primer single trascendió al gran público, pero no debemos olvidar que aquí también se encuentran otras composiciones memorables como “Panama” o la picante “Hot for Teacher”. Mientras, en el seno de la banda comenzaba a gestarse la ruptura entre David Lee Roth y Eddie Van Halen. Por ello, el vocalista acabó siendo despedido.
Canciones destacadas: “Jump”, “Panama”, “I’ll Wait” y “Hot for Teacher”.
1. Van Halen (1978; Warner Bros)
Este torbellino musical fue declarado, con el paso de los años, como uno de los mejores debuts musicales de la historia. No sé si puede considerarse como tal, porque hay muchos muy buenos pero, desde luego, es incendiario, sorprendente, creativo y es la carta de presentación de un guitarrista que añadiría alguna técnica de guitarra como el tapping y perfeccionaría algunas más. Desenfadado y potente, incluye algunas de las composiciones más impresionantes de la banda. La explosión inicial de “Runnin’ For The Devil”, la exhibición técnica de “Eruption”, la contundencia de “Ain’t Talkin’ Bout Love”, la formidable versión del “You Really Got Me” de los Kinks o el dinamismo de “Jamie’s Crying”, elevan el disco hasta el cielo. Solo pudo ser alcanzado en ventas por el notable 1984, y aún así, por calidad, trascendencia e impacto inicial, no puede compararse a este.
Canciones destacadas: “Runnin’ For The Devil”, “Eruption”, “Ain’t Talkin’ Bout Love” y “You Really Got Me”.