Arqueoastronomía
La astrología y la arquitectura en la Mesoamérica es un lugar grande de debates y de grandes conocimientos, pues es uno de las principales y constantes fuentes de investigación que han revelado las grandes civilizaciones prehispánicas.
Observar el cielo desde hace milenios ha sido, no solo en Mesoamérica, una necesidad de la humanidad y en su afán de tocar el firmamento imposibilitado por las carencias tecnológicas que existían, ésta se creó a imagen y semejanza del cielo.
La creación forma parte de la sociedad, sobretodo en detallar el espacio y las construcciones sociales de manera compleja y detallada. Muchos estudios de diferentes enfoques advierten de la relación tan estrecha entre los humanos y el cielo, desde la matemática, la antropología, la historia, la arquitectura y la astronomía.
Empezando por una primera parte con la observación el hombre fue dando paso a una de las constantes científicas de las grandes civilizaciones, la astronomía, esta tomó relevancia gracias al manejo y cuantificación de los ciclos, que tras siglos o milenios de perfeccionamiento, dieron lugar a calendarios, los cuales permitieron de manera muy prudente anunciar las temporadas para la agricultura, la recolección silvestre o la cruza de animales. Observar el cielo hizo de la humanidad un ente capaz de predecir.
Mientras las actividades esenciales como la agricultura, la pesca o la recolección de frutos se perfeccionaba, se abrían horizontes entorno a la antropomorfismo celeste. El firmamento empezaba a encarnarse en una red de deidades con características y atributos definidos. El hombre bajaba el cielo a la tierra. De igual forma, la humanidad subía al cielo.
Se buscaban narrativas para entender su grandeza, sus cambios y su comportamiento, dados los conocimientos de ese entonces, se explicaban mediante mitos, los cuales más allá de verlos como una narrativa sin sentido científico , eran un reflejo de la sociedad que lo narraba, sobreponían los valores morales de ese momento, los lineamientos del parentesco, los tabúes, las normas, la identificación de rasgos se exponían al rededor de un mito, legitimado en cielo.
Así está escrito en el firmamento, una vez nacido el mito, el rito ha de ser necesario en la sociedad, donde se recrea ese momento medular en la historia del cielo de la sociedad que lo observa. Parte de este tipo de pensamiento se ve reflejado en Mesoamérica, donde los sitios arqueológicos evidencian la profunda relación entre la arquitectura y la astronomía.
Actualmente a esta rama de investigación y comprensión de la arquitectura antigua con la astronomía recibe el nombre de “Arqueoastronomía”. Grandes estudiosos tenemos en torno al tema como lo son : Johana Brod, Miguel León Portilla, Stanislaw Iwaniszewsi, Patrick Johanson entre tantos más.
Para entender esta relación estrecha entre el cielo y la arquitectura es necesario indagar, no solo en los edificios, basamentos o ruinas existentes sino, como lo mencionaba arriba, es necesario conocer mitos y ritos de las civilizaciones, las cuales incluso hoy en día se conservan, el estudio de códices o de fuentes escritas posteriores al contacto con el Nuevo Mundo suman para el entendimiento de la cosmovisión de los antiguos pueblos.