Radiografía musical: Gojira
Los franceses Gojira han pasado del anonimato de sus inicios a ser uno de los grupos clave del metal europeo. Además, su hazaña se multiplica cuando hablamos de un grupo francés, que no suelen tener tanta facilidad para ser visibles en según qué mercados.
La historia de Gojira tiene un punto emocionante por todo lo que han conseguido en una carrera que, por el momento, tampoco es excesivamente larga. Se trata de una formación con cierta evolución musical que se posiciona claramente hacia temas ecologistas y espirituales. Por si fuera poco, está teniendo presencia en mercados tan importantes como el estadounidense.
¿Cómo han llegado a su estatus actual? ¿Desde cuándo llevan en activo? ¿Qué cambios de sonido han llevado a cabo? Todo esto y más lo podrás descubrir durante el artículo.
Los inicios de Gojira: Godzilla
Para hablar de los inicios de Gojira hay que remontarse a la mitad de la década de los 90 y en los alrededores de Burdeos (Francia). Se hacían llamar Godzilla. La formación se componía de los músicos Joe Duplantier (voz y guitarras), Christian Andreu (guitarra), Alexandre Cornillon (bajo) y Mario Duplantier (batería).
Con estos mimbres comenzaron a publicar una serie de maquetas y epés para ir perfilando un sonido que, en aquel momento, se anclaba en el death metal.
Una vez se vieron preparados para dar un salto aún más grande, sustituyeron al bajista Alexandre Cornillon por el actual Jean-Michel Labadie, y ya anclados en la localidad de Ondres, se cambiaron el nombre a Gojira en 2001, pronunciación original de Godzilla en japonés. Bajo estas circunstancias debutaron con el álbum Terra incognita.
En este primer larga duración se puede percibir parte de lo aprendido en los pasos previos, añadiendo elementos progresivos a su death metal, deslizando algunas pinceladas groove, aunque todavía tenían aristas por pulir.
Pasos lentos, aunque firmes
Aunque el primer álbum de Gojira pasó prácticamente desapercibido, había llamado la atención de cierto sector amante del metal más underground. La situación tampoco cambió demasiado con The Link (2003), su segunda obra. De hecho, fue publicada por el pequeño sello independiente Boycott.
Al año siguiente saldría en circulación, aunque de forma bastante limitada, el directo The Link Alive. Aún así, las giras de la banda ya no se limitaban al territorio francés, y la presencia de estos empezaba a ser más habitual en países como Suiza, Bélgica y algunos conciertos en el norte de España.
La situación de los franceses comenzó a cambiar poco a poco, pero el puñetazo sobre la mesa lo dieron cuando firmaron un contrato con la discográfica Listenable Records.
Con un mayor presupuesto y el tiempo suficiente para dar forma a un nuevo trabajo, idearon un concepto espiritual para plasmarlo en From Mars to Sirius (2005), trabajo con el que se evidencian una evolución en el sonido, basado en la riqueza de los textos, en un concepto sólido a todas luces y en unas estructuras musicales más complejas.
El nuevo trabajo de Gojira comenzó a cosechar críticas impresionantes en el sector del metal. Además, entraron por primera vez en las listas de Francia y permanecieron en ellas durante algunas semanas. Este hecho hizo que creciesen en popularidad y que la gira del álbum pudiese abarcar países nuevos.
Con motivo del auge de los franceses, Listenable reedita su anterior The Link. Por si fuera poco, llegaron a un acuerdo con Prosthetic Records para que su disco tuviese visibilidad en los Estados Unidos, algo que fue crucial en su crecimiento.
Llegó la hora de mantenerse
Con la prensa elogiando su álbum de 2005 y conservando la etiqueta de banda sólida en los directos, los franceses se enfrentaban a un período crucial de su carrera. Era el momento de luchar por mantenerse y, si cabe, crecer todavía más.
La parte más complicada llegaba ahora. Los hermanos Duplantier y compañía tenían que dar continuidad a un trabajo mayúsculo. Entraron a los estudios para gestar lo que sería su nueva criatura, la cual llevaría por título The Way of All Flesh (2008), una obra técnica, oscura, espiritual y con gran concienciación social en ciertos aspectos. Al final, gran parte de la temática se centra en la visión del artista sobre la vida y la muerte.
Una vez más, la fusión entre el death metal técnico, el metal progresivo y ciertos ramalazos groove, volvió a calar entre la prensa especializada y el público.
La presencia de Gojira en los festivales importantes era cada vez más numerosa. Por si fuera poco, el disco logró tener mejores resultados en las listas de éxitos de diversos países, aunque esto poco tiene que ver con la calidad de la obra con respecto a su antecesor. Más bien, se trata de una medida de la popularidad que los franceses tenían en ese momento.
La llegada a un sello de mayor reputación
Después de sudorosas giras y actuaciones extraordinariamente potentes, tuvieron mucho tiempo para replantearse el futuro, pero también para estudiar ciertas propuestas por parte de discográficas importantes.
En 2011 ficharon por la importante Roadrunner Records, motivo que los agitó para entrar de nuevo al estudio y así preparar su nueva entrega, primera con un respaldo de gran nivel. De esta manera nace L’Enfant Sauvage, un paso adelante en la búsqueda de un sonido acorde con sus gustos de por aquel entonces.
Las bases son las de siempre, death metal técnico y metal progresivo principalmente, pero con una forma de plasmar los ingredientes algo diferente. El tratamiento de las voces es más consistente si cabe.
Por momentos resultan atmosféricos, pero la música sigue siendo potente y muy agresiva, incluso todavía más que antaño en ciertas composiciones. Aún así, se trata de un grupo que tiene los pies en la tierra, muy sensible en temas espirituales y en otros que tienen que ver con la naturaleza.
El crecimiento ha vuelto a ser notable. Aunque podríamos decir que no se trata de su mejor trabajo, sí es un álbum de gran calidad que vuelve a contar con el respaldo de la crítica y del público. En estos momentos ya no son desconocidos, se habla de ellos constantemente en los círculos metaleros y se posicionan muy arriba en las listas de diferentes países.
De hecho, en Francia alcanzan el puesto número 7, en Finlandia el 11 y en los Estados Unidos ya se mantienen durante un tiempo, y hasta alcanzan un grandioso puesto 34.
El sonido se domestica
En los últimos tiempos, ya con una base de seguidores muy importante, Gojira se toman las cosas con más calma. Los discos comienzan a espaciarse cada vez más, y la propuesta, potente a todas luces, comienza a refinarse con la utilización de un mayor número de voces limpias y melódicas.
El primer ejemplo de ello aparece en Magma (2016). No mejora la calidad de los anteriores discos, pero porque llegar a ese nivel se antoja muy complicado.
Tampoco tiene que ver con esa domesticación del sonido, sino que la evolución, ya con ausencia de elementos death metal y con más visitas hacia los parámetros más viscerales del progresivo, el groove e incluso el sludge, no da como resultado un álbum tan “redondo” a nivel de composiciones. Sin embargo, la banda ya es imparable.
Hace escasas semanas y tras un tiempo importante sin material inédito, Gojira publicó su nuevo trabajo llamado Fortitude. Podemos hablar quizá de un álbum continuista. Sin tanto riesgo, aunque con mucha calidad, si bien ya podemos encontrar algún tema que podría ser prescindible, algo que no había sucedido en su etapa intermedia.
Paradójicamente, este nuevo álbum es el que más éxitos está cosechando en cuanto a su presencia en las principales listas de éxitos de diferentes países. Sin ir más lejos, han alcanzado algunas posiciones importantes en Francia, Australia, Austria, Finlandia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros.
Discografía seleccionada (Top 3)
3. L’Enfant Sauvage (2012; Roadrunner Records)
Lo recogido por Gojira a raíz de este trabajo es lo que habían sembrado en los dos álbumes anteriores. Gracias a ellos y a unos directos atronadores, la fama de la banda subió como la espuma e hizo que esta obra fuese publicada por medio de un sello como Roadrunner Records.
Su propuesta, potente a todas luces, se sustenta en un metal progresivo que se entrelaza con elementos death y algunas pinceladas groove. No pisan el freno a pesar de su crecimiento y de su nueva discográfica. Posee composiciones de impecable factura como la inicial “Explosia“, el tema homónimo, que forma parte de la columna vertebral de la obra, la estupenda “The Gift of Guilt” o la melódica “Born in Winter“.
En esta última se entrevé parte de lo que mostrarían más tarde en discos como Magma o el más reciente Fortitude. Producido por Joe Duplantier y por Josh Wilburg.
Composiciones destacadas: “Explosia”, “L’Enfant Sauvage”, “The Gift of Guilt” y “Born in Winter”.
2. The Way of All Flesh (2008; Listenable Records)
El gran logro de este disco radica en saber mantener la frescura y la evolución marcada por From Mars to Sirius, algo extremadamente complejo sabiendo el nivel de aquel. Sin embargo, no llega a su altura por diversos factores: la excesiva duración de la obra y la inclusión de algunos cortes, en apariencia fallidos.
A cambio, sí presentan otros que, a la postre, pasarían a convertirse en emblemáticos como “The Art of Dying” y “Toxic Garbage Island“. Se trata de un disco oscuro, apocalíptico, con ciertos pasajes atmosféricos y otros llenos de rabia.
Su producción se sitúa en el punto justo entre el sonido cristalino y la crudeza necesaria para este tipo de música. Tuvo repercusión en mercados tan potentes como el de Reino Unido y los Estados Unidos, lo que habla a las claras del crecimiento progresivo y firme que estaban consiguiendo.
Composiciones destacadas: “Oroborus”, “Toxic Garbage Island”, “The Art of Dying” y “Esoteric Surgery”.
1. From Mars to Sirius (2005; Mon Slip, Listenable)
Podría decirse que en From Mars to Sirius logran por fin conseguir una música propia, con personalidad, riesgo, y sin que recuerden de buenas a primeras a ninguna de sus influencias. Eso es porque todas las utilizadas hasta el momento, aquí se construyen apropiadamente, con diversos y ricos matices, para marcar una huella sonora que será sobre la que se sustenten sus dos próximos álbumes.
Después vendría una evolución algo diferente. El concepto del álbum también muestra el carácter de la banda, en la cual nos acercan una temática de ciencia ficción, pero con guiños hacia el cambio climático, la naturaleza, y otros asuntos más espirituales como la vida y la muerte, temas que no pocas veces han planteado de alguna forma.
Por supuesto, este disco de fabulosa portada, que muestra parte de la temática del mismo, contiene algunas de las composiciones más fascinantes, como “Ocean Planet” y “Flying Whales“.
Composiciones destacadas: “Ocean Planet”, “Backbone”, “The Heaviest Matter of the Universe” y “Flying Whales”.