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La oportunidad de la izquierda en las próximas elecciones andaluzas

Si Juanma Moreno no adelanta las elecciones, la izquierda tendría una oportunidad para asentar el liderazgo de Yolanda Díaz justo antes de las generales.

Las elecciones autonómicas de Andalucía, previstas para finales de 2022 aunque no se descarta un adelanto, inaugurarán el ciclo electoral en España, que continuará con las elecciones generales en la primavera de 2023 si no se agota la legislatura antes, con las autonómicas gallegas y vascas y las parlamentarias europeas un año después, terminando con las autonómicas catalanas en los primeros meses de 2025.

Allí será donde la izquierda, ahora liderada por Yolanda Díaz, afrontará su primera prueba de fuego. Y no supone el mejor escenario posible, ya que el campo progresista está totalmente fragmentado en el sur del estado y la nueva líder de UP no tiene interlocutores claros, como sí tiene en Cataluña, Valencia, Euskadi y Galicia.

Es cierto que desde su paso al frente, las perspectivas electorales de la coalición de izquierdas han crecido, pero la imagen de la probable candidata del campo progresista a las generales de 2023 se pondrá en tela de juicio ante la mayoría social en la cita andaluza.

No solo por la presión de los medios de comunicación que lo presentarán como una suerte de plebiscito, sino porque ella misma como líder del movimiento se desplazará en campaña electoral para arropar a los y las candidatas. Obtener un resultado lejano a las expectativas que su figura levanta afectará en las generales, ya que asentaría la idea del voto útil, favoreciendo al PSOE.

La vicepresidenta segunda del ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, tiene una hoja de ruta en la que pretende articular un Frente Amplio nucleado en Unidas Podemos, pero que supere esas siglas y bajo su manto entren otros partidos, movimientos, sindicatos y personas que, o se han ido alejando de UP, o nunca han estado.

Si el presidente de Andalucía Juan Manuel Moreno no adelanta las elecciones, Yolanda Díaz contaría con tiempo -de hecho los contactos y la gira que quiere hacer por todo el país para hablar con todas y todos para articular su Proyecto de País ya han comenzado- para unir a la izquierda andaluza en una nueva marca.

La unidad construida desde abajo tanto programática como representativamente, respetando los tiempos de las militancias, genera movilización de las bases, que contagian su ilusión a la base social, produciendo un desborde que rompe los límites electorales, como pasó en Madrid, Barcelona, Ferrol, Zaragoza y otras ciudades en el año 2015.

Conseguir eso en Andalucía, basta con obtener unos mejores resultados que los que marcan las encuestas -ahora en torno al 11%- para impactar mediáticamente y generar una percepción social de ganadora, lo que impulsaría a Yolanda Díaz todavía más de cara a las elecciones generales que se producirían unos meses después. Siempre en el supuesto caso en el que no se adelanten las autonómicas.