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Brigadas Internacionales: un repaso histórico a su procedencia geográfica

Diferentes acuerdos entre historiadores establecen que los voluntarios de las brigadas procedían de más de 50 países diferentes

En el contexto de la Guerra Civil española, las brigadas internacionales fueron unidades militares compuestas por voluntarios procedentes de hasta 54 países diferentes que participaron en la guerra Civil Española en el bando republicano.

Oscilan entre 35.000 y 59.380 voluntarios. Aunque se contabilizaron entre 9.000 y 10.000 bajas. La nacionalidad más numerosa fue siempre la francesa. Aunque la mayoría no eran soldados, sino trabajadores reclutados voluntariamente por los partidos comunistas durante la Primera Guerra Mundial.

En las gestas militares en las que participaron las Brigadas figuran la defensa de Madrid en 1936, las batallas del Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite, Aragón y el Ebro, siendo retiradas a partir del 23 de septiembre de 1938.

Antes de la formación de dichas brigadas, había en la Península soldados extranjeros. Algunos de ellos ya residían en España antes del golpe del 18 de julio y procedían de países con gobiernos fascistas, de donde se habían visto obligados a exiliarse por su militancia progresista, socialista, comunista o anarquista.

La ciudad de Albacete fue designada como el cuartel general y centro de entrenamiento de las Brigadas bajo el mando del líder comunista francés André Marty, secretario general de la Tercera Internacional.

Las urgencias de la guerra exigían muchas veces llevarlos al frente sin apenas haber aprendido los elementos básicos de la técnica militar. Además, era un entrenamiento sin armas, dada la escasez de estas en el ejército republicano.

Para muchos jóvenes, la guerra española era una causa justa, la primera etapa del enfrentamiento contra el fascismo. Para toda una generación de jóvenes y no tan jóvenes de todo el mundo, aquella fue también su guerra.

La participación de las Brigadas Internacionales en la guerra tuvo una duración de unos dos años, aproximadamente desde el mes de octubre de 1936, hasta octubre de 1938, cuando se les rindió un homenaje de despedida en Barcelona.

Las cifras precisas del número de brigadistas internacionales dependen de las fuentes consultadas, según provengan de un bando u otro, de la fecha en la que se publique el dato, etc. Por lo que se encuentra una gran disparidad y, como consecuencia, no se aceptará una única cifra, sino que se plasmarán los diferentes cálculos que se barajan.

La dificultad de todo esto procede de la escasa conservación de documentos originales, perdidos en el abandono del cuartel de Albacete, donde se destruyeron numerosos documentos oficiales. La primera cifra publicada fue la que se estableció en “Las Brigadas Internacionales según testimonio de sus artífices” de 1939, donde se presentaba la cifra de 150.000 voluntarios.

El problema es que la disparidad entre cifras sigue siendo aún hoy evidente. Aunque también es cierto que en la actualidad se acepta el arco comprendido entre 40.000 y 60.000 brigadistas. La cifra que ha imperado durante más tiempo es la ofrecida por el exbrigadista Andreu Castells, quien cifró a los brigadistas en 59.380.

Por el contrario, otros autores prefieren seguir aceptando la cifra ofrecida por estudios soviéticos, concretamente por “La solidaridad internacional con la República española: 1936-1939”, donde se estima el total de voluntarios en unos 42.000 hombres y se fundamenta en los conocimientos de Karol Swierczewski, más conocido como el general Walter, quien fue jefe de la XIV Brigada Internacional y comandante de la 35 División del Ejército republicano.

Esta cifra se posiciona muy cercana a la ofrecida por Bill Alexander, quien fuera jefe del Batallón Británico y quien publicó en su libro “British Volunteers for Liberty: Spain 1936-1939” una cifra total de unos 40.000 brigadistas.

Por otro lado, a pesar de esta disparidad en el tamaño total de los voluntarios, parece haber una cierta aceptación y acuerdo entre historiadores para establecer que estos voluntarios procedían de más de 50 países diferentes y se suele aceptar la idea de que concretamente llegaron de 54 naciones.

La peculiaridad es que la procedencia será muy dispar, obviamente, y los voluntarios variarán desde la cifra aceptada de 13.300 voluntarios franceses, que fueron los más numerosos, a tan solo 10 voluntarios chinos, los menos numerosos según algunos cálculos.

Entre estas dos cifras extremas muestran un abanico muy heterogéneo: Alemania y Polonia aportaron unos 4.400 hombres cada una, Italia aproximadamente unos 4.300, llegaron también unos 2.500 belgas, 1.500 húngaros y 1.390 británicos. Siguiendo en Europa observamos también a 1.300 yugoslavos, 1.045 austríacos, 740 holandeses y 516 suizos.

Si se cambia el lugar de origen a América, se observa que desde EEUU partieron 3.262 voluntarios, de Canadá unos 660, también llegaron 414 mejicanos y 136 cubanos. Desde África destaca sobre todo la llegada de 468 argelinos.

En oriente próximo cabe destacar la llegada de 326 palestinos. Por la distancia tan larga recorrida y el duro viaje, se debe de mencionar también a los 55 australianos y a los ya mencionados 10 chinos. El fallecimiento por nacionalidad tampoco es exacto.

Para ofrecer otra visión del número de brigadistas por países, se podría destacar el trabajo realizado por Magí Crusells, quien ha realizado una especie de “media” entre todas las fuentes, documentos y libros consultados.

Los resultados que ha obtenido son aproximados, por lo que son números exactos, y se centran en aquellas nacionalidades más numerosas: franceses (10.000), alemanes (5.000), polacos (5.000), estadounidenses (3.500), italianos (5.000) belgas (3.000), británicos (3.000), checos (2.500), canadienses (2.500), húngaros (1.500), austriacos (1.500), yugoslavos (1.500) y cubanos (1.000).

Como se aprecia, no son cifras que busquen acercarse a la realidad, sino cifras que intentan reflejar de una forma fácil y sencilla el número aproximado de voluntarios que llegaron a España. Como ya se ha mencionado, Magí Crusells ha redactado estas cifras a partir de comprobar toda la documentación que tenía a su alcance y, tras ello, ha sacado esta conclusión o “especie de media”.

Hay que tener en cuenta que solo se han mencionado las 13 nacionalidades cuyo volumen es superior y, anteriormente, se han presentado las 18 nacionalidades cuyo total ha sido bastante aceptado por la comunidad de historiadores.

Sin embargo, de las 54 nacionalidades totales, aún nos quedarían 36 por estudiar más a fondo y cuyo número es prácticamente desconocido o difícil de establecer. Para concluir, destacar el porcentaje que obtiene Magí Crusells, pues es bastante representativo y nos muestra la procedencia según los continentes. Así, el 48% de los voluntarios eran europeos, el 26% procedían de América, el 17% de Asia, el 7% de África y el 2% de Oceanía.

Se puede observar, de una forma alejada a cifras totales o absolutas, de donde procedían los brigadistas y es verdaderamente sorprendente, pues es innegable el carácter internacional que adquiere la Guerra Civil y como un país de segundo orden, que iba quedando alejado del concierto internacional, consiguió movilizar a población de todo el mundo simplemente por la lucha conjunta contra la expansión del fascismo.