Jorge Glas: La deuda del gobierno de Ecuador con los DDHH
Jorge Glas debió salir de prisión en diciembre de 2020, ha cumplido gran parte de su condena, no esta bien de salud y ha sido objeto de amenazas de muerte.
Lenín Moreno tomó por asalto la institucionalidad del Estado ecuatoriano, a través de una consulta sin dictamen de constitucionalidad en el 2018, creando el escenario perfecto para poder perseguir y encarcelar a quienes fueron sus coidearios.
La Función Judicial en el Ecuador fue desmantelada gracias a dicha consulta popular, la misma que que permitió que se destituyan a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social CPCCS y se creara un Consejo Transitorio, el CPCCS es el ente que designa a las autoridades de 3 de las 5 funciones del Estado (la Funciones Judicial, Electoral y Transparencia y Control Social) autoridades que también fueron destituidas y reemplazadas de forma discrecional o mediante concursos muy cuestionados, existen varios pronunciamientos del Relator Especial de Independencia de Abogados y Magistrados en este sentido, en el que se cuestiona dicha consulta y las designaciones y los concursos de los jueces de la Función Judicial y la Corte Constitucional.
El vicepresidente Jorge Glas (desde 2013 al 2018), quien fue el principal artífice de la recuperación de los recursos estratégicos del país, es la primera víctima de persecución política del Gobierno de Moreno, lleva privado de su libertad desde el 2 de octubre de 2017. Él se opuso al cambio de rumbo político realizado por el expresidente Moreno desde sus inicios, ya que dejó a un lado el plan de gobierno que lo llevó al poder.
Jorge Glas tiene dos sentencias ejecutoriadas que está cumpliendo, en el caso Odebrecht que fue condenado con un código derogado “por el poder de las circunstancias”, y en el caso Sobornos por “influjo psíquico”, que están presentados como pedidos litigiosos ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el caso Odebrecht ya pasó la fase de admisibilidad. Producto de la persecución judicial y criminalización de la política, a más de dichas sentencias Jorge Glas tiene más de 40 procesos e investigaciones en los que en la mayoría desconoce las causas.
A Jorge Glas no se le respetó derecho alguno durante sus juicios. Tuvo un trato discriminatorio y diferente que cualquier otro ciudadano ecuatoriano o extranjero que supuestamente haya cometido un delito en el Ecuador.
Es importante destacar que: a) El informe del Departamento de Justicia de USA no nombra a Jorge Glas; b) Asistencias penales de Brasil, Panamá, no lo nombran a Jorge Glas; c) El informe de la Unidad de Análisis Financiero UAF, del Servicio de Rentas Internas SRI y la Contraloría General del Estado auditaron cada centavo del patrimonio familiar de Jorge Glas y no encontraron irregularidad alguna; y, d) Posteriormente por otra indagación penal llegó el reporte de la Asistencia Penal de China que exculpa a Jorge Glas.
Jorge Glas demostró su inocencia con pruebas durante ambos juicios. Ninguno de los procesados que se declararon culpables en el caso Odebrecht lo nombraron, todos dijeron no conocerlo. No existe un solo reporte de asistencia penal de ningún país que lo nombre. La Contraloría General del Estado le hizo dos auditorías patrimoniales en donde examinaron cada centavo de sus cuentas y las de su esposa, fue una auditoría forense integral, y demostraron que sus ingresos y gastos corresponden a los de su salario como servidor público y los de su esposa como ejecutiva de una empresa privada.
Jorge Glas ha cumplido más del 50% de la pena y le corresponde hace más de 13 meses salir libre con beneficios penitenciarios, ya que cumple con todos los requisitos.
Existen pronunciamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH que otorgó medidas cautelares el 31 de diciembre de 2019, por considerar que su integridad física y vida corrían grave riesgo, y del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la Organización de Naciones Unidas ONU pidió de manera urgente al Estado que adopte medidas no privativas de libertad a favor de Jorge Glas el 9 de septiembre de 2021.
Sin embargo el Estado ecuatoriano ha incumplido las medidas cautelares otorgadas y ha hecho caso omiso al pedido urgente del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria.
Pese que Jorge Glas debió salir con los beneficios penitenciarios de pena única y prelibertad desde el 14 de diciembre del 2020, y pese que se lo ha solicitado varias veces, la última negativa para otorgarle los beneficios penitenciarios fue el 7 de enero de 2022, la jueza Diana D’Ambrocio negó la unificación de penas solicitada por el ex vicepresidente Jorge Glas.
Durante la audiencia cumplida en la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias de Latacunga, la magistrada argumentó que se niega esa solicitud porque Glas tiene una sentencia de ocho años por peculado, en el caso Singue que se encuentra en etapa de apelación en la Corte Nacional y por tanto no está en firme. Vulnerando así la presunción de inocencia de Jorge Glas, discriminándolo nuevamente respecto del resto de implicados en el juicio del caso Singue que se defienden en libertad y vulnerando el principio universal de in dubio pro reo. Además es importante señalar que en la orden de prisión preventiva que había contra Jorge Glas en esa causa operó la caducidad hace más de un año.
El caso Singue se trata de un contrato petrolero altamente beneficioso para el Ecuador, donde el 100% riesgo es del inversionista extranjero, adjudicado bajo licitación internacional. La inversión, costos y gastos los pone la empresa no el Estado. El informe de la Contraloría que motiva el indicio de responsabilidad no cumplió con tiempo establecido en la normativa, 180 días desde inicio de orden de trabajo (operó la caducidad conforme una sentencia de triple reiteración resuelta por la Corte Nacional de Justicia el 29 de septiembre de 2021). Además el Jefe de auditoría no cumplió con requerimiento de tener título profesional y no había auditado otros contratos petroleros. Abogados de los implicados están pidiendo la nulidad del proceso.
Jorge Glas sufre de enfermedades, algunas desde temprana edad y catalogadas como “catastróficas” e “incurables” el Estado ecuatoriano a posta ha actuado de manera negligente en su tratamiento, asimismo a una manera de tortura no cumple con la dotación de sus medicinas y se lo sobre medica (polifarmacia), lo que incrementa la sintomatología y el nivel de dolor físico que Jorge Glas padece de manera crónica. Su salud es extremadamente vulnerable conforme lo corroboran informes clínicos donde se destacan enfermedades tales como hipertensión esencial, espondilitis anquilosante, fibromialgias, rinitis alérgica, faringitis crónica, gastritis crónica, y trastorno de ansiedad.
A este cuadro médico se le debe sumar que desde el 21 de octubre 2018 Jorge Glas fue trasladado arbitrariamente al Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi, cárcel de máxima seguridad, por vendeta del gobierno por otro caso que no guardaba relación con el de él (ex secretario de comunicación Fernando Alvarado se quitó el grillete y pidió refugio en otro país, mismo que luego fue sobreseído en su juicio). En dicho Centro ha recibido más de 70 amenazas de muerte y es uno de los centros penitenciarios donde se han suscitado al rededor de 300 ejecuciones extrajudiciales (masacres) en el último año.
Ante este nuevo atropello de la justicia del Ecuador a Jorge Glas, su defensa nacional planea presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Provincial de Cotopaxi una vez le notifiquen con la sentencia de primera instancia de la jueza D`Ambrosio.
La defensa internacional presentará informes a las relatorías de la salud, la tortura y ejecuciones extrajudiciales, además de al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, y no descarta presentar una denuncia ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
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