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Museo de Bellas Artes de Castellón

Museo etnológico/arqueológico

 

Museo etnológico/arqueológico

Lo prometido es deuda. Aquí tenéis la parte de arqueología y etnografía de este interesantísimo museo, que confío no os defraudará.

Mención especial, por comenzar por el principio como debe ser, hablando de nuestra prehistoria, merece el barranco de la Valltorta, una de la hoces esculpidas en la accidentada orografía de la zona castellonense del Maestrazgo. En este barranco podemos encontrar una de las acumulaciones de arte parietal más importantes de la región mediterránea.

Como podéis apreciar en el panel anterior se trata de un paso estrecho entre estos dos promontorios, seguro que surcado en el Paleolítico por el caudaloso río que lo formó. La cueva con las pinturas se encuentra más o menos en el lugar desde el que se ha tomado la foto.

Lo interesante es constatar que las inmensas manadas de herviboros que en su día poblaran la zona, no tenían más remedio que utilizar este paso para sus supuestas (y seguras) migraciones anuales, desde La Plana a las alturas de la meseta del Maestrazgo (donde nos encontramos), y es aquí donde nuestros antepasados harían su provisión de víveres casi anual.

Viendo las estilizadas pinturas, que cada cual puede considerar eran propiciatorias, didácticas  o ambas cosas a la vez, nos podemos hacer una idea de cómo se desarrollaba la sangrienta cacería.

Y estos guijarros cortantes, que tienen más de trescientos mil años, fueron hallados en el Caud´en Borrás, un abrigo natural muy pequeño, al lado de nuestra querida Oropesa.

Luego nos explican perfectamente la evolución humana desde el Neolítico, cómo al necesitar los primeros agricultores herramientas, crearon la hoz, los husos y telares para trabajar la lana, las piedras de moler el cereal y los recipientes de cerámica. Y naturalmente, la evolución de las armas.

Esta cerámica esta datada entre el 5.400 y el 4.500 a.c. (hallada en la Cova Fosca, en Ares del Maestre). Es la más antigua conocida del Mediterráneo occidental.

Y observad que ya tenía sus adornos, sin otra utilidad que identificar al propietario/a, o como yo prefiero pensar, muestra de buen gusto; una de las primeras manifestaciones artísticas que yo he visto.

Una colección impresionante de autenticas jarras ibéricas (también hay multitud de piezas griegas y romanas).

Las ánforas romanas tenían esa forma para poder apilarse en la bodega de los navíos.

Y más recipientes cerámicos posteriores.

Correspondiente al período musulmán

Y luego un interesante y didáctico paseo por todos los oficios y actividades tradicionales de esta hermosa y rica región.

Qué gran verdad

Salud y trabajo.