Gabriel Boric: cuando lo “progre” no alcanza a imponerse
Boric intentó marcar la pauta "progre" en la Cumbre de las Américas, vagando entre la sumisión y una mediocre audacia, no pudo igualar la potencia del discurso de Alberto Fernández que en nombre de la CELAC, dejó clara la posición de la mayoría latinoamericana.
Boric terminó de posicionarse en un lugar extraño entre la sumisión a EE.UU. y el reclamo de una mejor conducta de los países industrializados. El presidente chileno demuestra con hechos que la propuesta “progre”, que se desmarca de la discusión de los problemas estructurales de Latinoamérica, simplemente no llega a nada.
La expectación de Boric giraba en torno a su primera participación en un evento hemisférico, y su reunión con Joe Biden, con quien se ha alineado desde el primer momento criticando a los gobiernos “no democráticos”, tocando superficialmente el asunto de la migración y tomando partido por Ucrania.
Boric participó en una coalición para la protección del Océano, donde al mismo tiempo, cometió un error considerado “el papelón”, del presidente chileno en la Cumbre.
“Somos pequeños pero iguales”
Mencionando lateralmente la exclusión, a la cual consideró “un error” (como si se tratara de algo inocente); el presidente de Chile expresó a su homólogo estadounidense la necesidad de que EE.UU. vea a América Latina como un igual.
“Uno de los puntos que planteó el presidente Boric fue la necesidad de que EE.UU. mire a los países de América Latina como iguales. Seremos países más pequeños, pero lo importante es que nos miren como iguales”, destacó la Canciller de Chile, Antonia Urrejola.
Con respecto a la exclusión de Nicaragua, Venezuela y Cuba; Boric señaló que es algo que “no nos gusta”, Sin embargo, en su reunión previa con Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, insistió en quejarse por la migración de venezolanos a Chile a la cual considera un problema.
El papelito
El desatino y el papelito fueron el rasgo más noticiable de la aparición de Boric en la Cumbre de las Américas. En una reunión sobre asuntos climáticos y ambientales, el presidente de Chile reclamó la presencia de EE.UU.
“Vamos a poder decir con más propiedad a los países desarrollados, como Estados Unidos, que no está aquí presente, como la Unión Europea, como China e India, que tienen el deber de hacer más esfuerzos para proteger nuestro medio ambiente”, reclamó Boric.
Pero el mandatario chileno no había advertido la presencia de Jhon Kerry, encargado especial del tema medio ambiente de los EE.UU. Luego Boric rectificó, pero ya la prensa implacable había hecho notar su torpeza.
Llover sobre mojado
Después de manifestar su seguidismo a las clasificaciones que hacen los EE.UU. entre “demócratas y dictadores”, Gabriel Boric quiso ponerse a la par de Alberto Fernández, destacando la necesidad de tener un trato “de iguales” con los EE.UU.
Pero aquello fue en privado y más tímidamente en el discurso en la Cumbre. Parece que Gabriel Boric tuvo a última hora que ceñirse a las circunstancias y llover sobre mojado.
La defensa del multilateralismo corrió magistralmente por cuenta del presidente de Argentina, quien no ha sido precisamente el ejemplo de ruptura con el injerencismo yankee, pero tuvo que asumir su papel de presidente pro tempore de la CELAC a cabalidad.
Prioridad Norteamérica
Para Boric su prioridad es Norteamérica, y las alianzas que de ahí provienen, como la instancia del pacífico que reúne a quienes cumplen las órdenes de Washington.
Lo hace para intentar “refrescar” a la izquierda y lucir más potable. Por ello se opone también a Putin, y se desmarca del chavismo, el sandinismo, y el castrismo, pero puede que se esté quedando atrás.
Lo cierto, es que ni siquiera pragmáticamente le conviene plegarse a la tendencia mansa de una izquierda que no se le enfrenta al imperialismo. Son tiempos de cambios en el orden mundial que exigen creatividad y no simplemente el ánimo de quedar bien con todos.