Feijóo y sus intenciones de nuevo cuño
Feijóo siempre ha demostrado ser un tecnócrata y sigue mostrando sus intenciones en el escenario político.
Alberto Núñez Feijóo se ha caracterizado por tener en su discurso y práctica política una claridad meridiana a la hora de ser co-artífice de la construcción del proyecto liberal burgués.
Clara demostración de esto, los elementos empleados para llegar a la presidencia del Partido Popular y llevar en la bolsa los dos resultados favorables en Castilla y León y en Andalucía.
Dicho esto último, como resulta de objetos políticos logrados al calor de un discurso que desde lo social pretende convencer con elementos más propios de la narrativa socialdemócrata, pero con un basamento a ojos vistas de carácter tecnocrático.
Sus espejos regionales, también han sabido recoger esa construcción pensada, pausada y pretendidamente austera en sus discursos y políticas implementadas.
Sus aliados
Ahora bien, de estas posturas y constructos visibles queda un asunto entre varios por entender: su relación con el opuesto similar representado en el partido Vox.
A simple vista, su relación se basa en principio en un tema estadístico, numérico. El sistema eleccionario español así lo dicta y así lo expresa a la hora de querer detentar mayorías absolutas o coaliciones que no terminen en concubinatos mal habidos.
Las intenciones por mampuesto
Las últimas declaraciones y actuaciones reflejan ya intenciones de otro cuño. En las intenciones de la derecha siempre el factor desestabilizador es parte de su agenda y lograr objetivos estratégicos parte de su plan.
Es por ello que para Feijóo darle una patada a la mesa y tratar de revertir lo existente, es moneda de curso o parte de los acicates de su partido. La moderación para este escenario sobra, las ideas más conservadoras están vigentes en el corazón y razón de la derecha.
La economía
Las últimas participaciones públicas han apuntado, luego de la cumbre al tema inflacionario, a los necesarios ajustes estructurales, imposibles de retrasar.
En el fondo aboga por el recrudecimiento de las medidas neoliberales que lamentablemente Sánchez ha logrado transferir desde ese otro discurso distorsionado al que ha decidido permanente recurrir.
Es un momento crucial para Europa, la guerra de Rusia y Ucrania ha logrado poner en tensión a todo el aparato burocrático de la eurozona y parte fundamental es la escogencia del bando o lógica política a implementar en los próximos 15 años. Esto lo sabe perfectamente la derecha que pretendidamente luchará por llenar todos los espacios de poder para lograr cerrar filas contra el nuevo/viejo enemigo común.
Es tiempo de tomar decisiones y hacer declaraciones en voz alta de lo que se pretenderá construir como sentido de porvenir. Feijóo ya ha asumido su postura y ha mostrado sus intenciones.