Las cinco verdades del discurso de Gustavo Petro a la ONU
“La guerra contra las drogas ha fracasado”. Esta es una de las grandes verdades expresadas por Gustavo Petro en el seno de las Naciones Unidas.
Gustavo Petro llegó a la sede de las Naciones Unidas para declarar verdades como puños. Un discurso profundamente antisistema sorprendió a aquellos que creyeron que el nuevo presidente de Colombia sería complaciente con el orden. Con gran firmeza, dejó sobre el tapete una serie de comunicados urgentes dirigidos, básicamente, a acabar con la irracionalidad y a frenar el fin de la humanidad.
El presidente de Colombia rompió con la visión de la lucha contra las drogas que manejaron todos sus antecesores. Colocó el dedo en la llaga y sacudió al mundo con una sentencia sobre el paradigma del combate al narcotráfico impulsado, principalmente, por EEUU.
“La guerra contra las drogas ha fracasado”, sentenció Petro. Pero su discurso fue mucho más allá, llegando hasta el fondo del problema: el modelo económico.
La selva no es el enemigo
Gustavo Petro aborda la realidad mundial desde la urgencia ambiental. La selva colombiana y los mitos sobre el cultivo de la coca, fueron el punto de partida del discurso que podría ser calificado como uno de los más memorables en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Como en un cruce de caminos paradójico, la selva que se intenta salvar es, al mismo tiempo, destruida”, sostiene Gustavo Petro.
“Para destruir la planta de coca arrojan venenos, glifosato en masa que corre por las aguas, detienen a sus cultivadores y los encarcelan. Por destruir o poseer la hoja de coca mueren un millón de latinoamericanos asesinados, y encarcelan a 2 millones de afros en América del Norte. Destruid la planta que mata, gritan desde el norte, destruidla, pero la planta no es sino una planta, más de las millones de especies que perecen cuando desatan el fuego sobre la selva”, sentencia de nuevo.
Con el relato del presidente colombiano, quedó al descubierto que la eliminación de los cultivos de coca no es ni por asomo la solución al problema que encierra el consumo de drogas y, ni mucho menos, un paso a la erradicación del narcotráfico.
“Para las relaciones del poder del mundo, la selva y sus habitantes son los culpables de la plaga que las azota. Para ustedes, mi país no les interesa sino para arrojarle venenos a sus selvas”, recapitula Petro.
El poder mundial de la droga se ha vuelto irracional…
Según Gustavo Petro, el poder de la droga reside en su papel distractor de los grandes vacíos de la sociedad que giran en torno al mercado, y a la acumulación desenfrenada.
“La profunda compulsión ilimitada de tener, de tener y de consumir. La culpable de la adicción a las drogas no es la selva, es la irracionalidad de su poder mundial”, advierte Petro.
La guerra contra las drogas ha fracasado
El presidente de Colombia afirma que la guerra contra las drogas ha fracasado. Porque la droga ha servido para hacer que quienes habitan dentro del modelo económico actual, buscan meterse en una burbuja.
“Les ocultamos sus problemas que se niegan a reformar”, señala Petro.
El fracaso de esta lucha, tal y como es concebida sin dar en el clavo, solo traería la muerte de la selva y de la democracia. Así lo declara el propio Gustavo Petro.
“40 años ha durado la guerra contra las drogas. Si no corregimos el rumbo y esta se prolonga otros 40 años, Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes por fentanilo, que no se produce en nuestra América Latina”.
El culpable del desastre climático es el capital
“La causa del desastre climático es el capital”, afirma Gustavo Petro, y vincula la dictadura del mercado con las consecuencias de ese desastre: el hambre, y las enfermedades.
“La lógica de relacionarnos para consumir cada vez más, para producir cada vez más y para que algunos pocos ganen cada vez más, es lo que produce el desastre climático. Le articularon a la acumulación ampliada del capital los motores energéticos del carbón y del petróleo, y desataron el huracán: el cambio químico de la atmósfera”.
Lo que necesitamos es salvar la especie humana
Además, señala que no es el mercado lo que hay que salvar, es a la especie humana. El actual presidente de Colombia retoma, sin mencionarlo, el mismo relato expuesto por Hugo Chávez en la Cumbre de Copenhague de 2009.
¿Para qué la guerra si lo que necesitamos es salvar la especie humana? ¿Para qué sirve la OTAN y los imperios si lo que viene es el fin de la inteligencia? El desastre climático matará centenares de millones de personas, y oigan bien, no lo produce el planeta, lo produce el capital.
El presidente colombiano ha vuelto sobre el desafío fundamental, que radica en cambiar el orden de las cosas de manera radical, porque de ello depende el futuro de la humanidad. Ya no se trata de consignas, la crisis energética y la pandemia le otorgan la razón.