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La movilización fue la respuesta al plan sanitario de Ayuso

Ayuso sigue amargando a los empleados de la sanidad pública, mientras a su vez mira hacia otro lado cuando suceden movilizaciones de centenares de miles de personas.

Este fin de semana en Madrid, se vivió una significativa movilización de la llamada Marea Blanca. Se trata de una respuesta contra el “Plan de destrucción de la Atención Primaria” de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

Desde cuatro puntos distintos, Nuevos Ministerios, Ópera, el Hospital de La Princesa y Atocha, los manifestantes, como un río desbordado, llenaron las calles hasta converger en la Plaza de Cibeles.

Reducción de personal

Las razones que generaron tal movimiento telúrico son varias y complejas. Ahora bien, esta vez el detonante ha sido la reducción a 228 médicos madrileños para cubrir 81 centros de salud.

Ni el estadista mas cínico podría explicar tal reducción sin trastocar considerablemente la capacidad y la calidad de atención, en un espacio tan sensible como lo es la atención médica.

Privatización y recortes

Ayuso ha sido implacable a la hora de trocar un derecho en mercancía. La salud, y las emergencias en concreto, han sufrido un asalto a sus procesos medulares.

La reducción de personal, insumos y capacidad de atención, ha tenido como correlato el crecimiento en la comunidad de servicios privados de salud, a partir de seguros sumamente lucrativos para la esfera privada.

El Partido Comunista ha señalado que, “tras el cierre de los SUAP, nos hemos manifestado y concentrado en cientos de ocasiones por toda la región y lo vamos a seguir haciendo. Si hemos conseguido que abran los SUAP, aunque para no dar su brazo a torcer les hayan cambiado el nombre y ahora se llamen PAC (Punto de Atención Continuada) y SAR, (Servicio de Atención Rural), podemos conseguir que dejen de privatizar. Pero para ello tenemos que salir a la calle, tenemos que organizar la respuesta y tenemos que tener claro lo importante que es una sanidad pública”.

La marcha de casi 700.000 personas es un espaldarazo rotundo a esta posición. Ayuso está tocando un área sensible en la vitalidad de los ciudadanos madrileños, en especial a los de los barrios más pobres, donde la población es mayor y la atención por tanto disminuye.

Telemadrid

Por supuesto, la televisión pública ahora en manos del PP y cumpliendo con su papel asignado por la posverdad, ha disminuido la importancia de la movilización y la ha rebajado a un simple ataque a Ayuso por parte de la izquierda y los sindicatos.

Nada nuevo bajo el sol si entendemos el flaco favor que hacen estos medios a la lucha por los derechos mas básicos, como en este caso es el de la salud.