The news is by your side.

El nuevo plan de Ayuso y las deudas con el sistema sanitario

El sistema sanitario se encuentra muy desprotegido en la Comunidad de Madrid. Mientras Ayuso parece escudarse en cuestiones partidistas, la población se lleva la peor cara de la gestión.

Una de las funciones básicas de todo Estado es la atención sanitaria de sus ciudadanos. En momentos difíciles como la enfermedad o la aparición inesperada de una emergencia, lo mínimo que se espera es ser atendido con dignidad y celeridad.

Pero esto no fue lo que ocurrió durante el inicio del nuevo plan de Ayuso, el llamado Punto de Atención Continuada (PAC).

Las declaraciones altisonantes del pasado miércoles por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid, dirigidas a acusar a quienes tienen la responsabilidad de atender y dar la cara por el sistema sanitario fueron: “Es evidente que la mayoría de los profesionales sanitarios quieren trabajar con normalidad, pero hay una parte política que intenta boicotearlo y politizarlo todo”. Además, agrega que “tienen los servicios públicos del ciudadano secuestrados por fines partidistas”.

Para ella, la precaria atención suministrada durante el puente de noviembre, a consecuencia en parte del bajo número de sanitarios que voluntariamente sirvieron ese día (las cifras hablan de un 80 % de centros médicos de 24 horas sin especialistas), tiene un fin que busca dañar su gestión.

En su opinión, algunos sanitarios han decidido no ir en apoyo a la izquierda, y con la idea de generar cuellos de botella.

Estas acusaciones no serían nuevas. Ya en octubre, durante el puente de Todos los Santos, otro tanto ocurrió en el sistema de salud.

Casos de agresiones

Si debemos destacar situaciones infelices ocurridas ese día, comenzaremos hablando del ataque brutal contra una doctora. Esta, al no poder imprimir y entregar una receta, fue golpeada por un paciente.

Se trata de Guadalupe Pajares, de 49 años de edad. Seguramente, cuando salió de su casa ese día, jamás pensó que un hombre iracundo la convertiría en el objeto de su frustración.

En palabras de Pajares: “Gracias a sus palabritas sobre nosotros y a que nos llamen vagos y desleales, tenemos que soportar esto. Los que gestionan son unos mamarrachos y a los sanitarios no nos llegan ni a la suela de los zapatos”.

Ayuso vive como una princesa en su palacio de cristal con todo su séquito y su escolta. Y, mientras tanto, a nosotros nos deja desprotegidos ante una población a la que ellos mismos encienden”, continuaba diciendo la sanitaria.

Estas situaciones solo develan la compleja realidad que se vive dentro de centros de salud, donde a la mayoría de la población le toca recibir la peor parte.

El desgarro del sistema sanitario se puso a la vista con la llegada de la Covid-19, dejando en tela de juicio un entramado que debe ser ejemplar para garantizar a la población el derecho a la salud. Nada lejano al proyecto político que representan la derecha y la ultraderecha española.